■ Se investigará la administración por posibles actos de corrupción; no expide recibos de pago
■ Prefieren instalaciones de Enrique Estrada o Calera por tener mejores condiciones de higiene
Tablajeros e introductores de ganado en Fresnillo aseguran que el rastro municipal incumple con la normativa para que sea calificado como Tipo Inspección Federal (TIF), por lo que gran parte de los agremiados a las uniones efectúa el sacrificio de sus cabezas de ganado en los mataderos de Félix U. Gómez, Enrique Estrada y Calera, donde aseguran que cuentan con mejores medidas de higiene.
Luego de que esta instancia municipal repartiera carne en estado de descomposición en dos carnicerías, los ganaderos inconformes han manifestado la intención de construir de manera particular un nuevo rastro que se acate a los lineamientos de sanidad e higiene y con ello evitar pérdidas por la descomposición de sus productos.
Además, los afectados solicitaron la intervención de las autoridades de fiscalización y vigilancia de Contraloría Municipal para también investigar el posible acto de corrupción en que se presume está involucrado el espacio certificado porque no expide recibos donde justifique el cobro por el servicio de matanza.
A mediados de este mes, personal de la Jurisdicción Sanitaria 03 en Fresnillo efectuó el decomiso de tres canales de carne que pesaban 414 kilogramos ubicadas en dos carnicerías de la cuidad porque se encontraban en proceso de descomposición y no reunían las condiciones de salubridad para consumo humano.
Luego de que los carniceros denunciaran que la carne entregada por el matadero Tipo Inspección Federal presentaba un olor similar al amoniaco, las autoridades de salud acudieron para asegurar los cárnicos que fueron incinerados además de iniciar con la investigación para descartar posibles daños a la salud pública.
Inspectores de la Coordinación de Protección contra Riesgos Sanitarios descubrieron que la avería de una de las válvulas de las cámaras de refrigeración provocó que se descompusiera la carne, la cual, se aseguró, no llegó a ser comercializada o consumida por algún cliente de las dos carnicerías afectadas.
El desperfecto duró cinco días, tiempo en que se adquirió otra válvula refrigerante cuyo costo superó los 100 mil pesos. Durante ese lapso, y para evitar que la carne volviera a descomponerse, se efectuaba el sacrificio del animal y de inmediato se repartía la canal a las carnicerías.
Luego de que se diera a conocer que el Rastro Tipo Inspección Federal entregó cárnicos en estado de descomposición, el secretario de Gobierno Anastacio Saucedo Ortiz informó que el costo de la carne asegurada por las autoridades de salud sería repuesto al introductor de ganado afectado por medio de la condonación del costo de servicio de matanza.
Derivado del decomiso, tanto la Unión de Tablajeros como la Unión de Introductores de Ganado informaron que varias anomalías ocurren en el lugar de sacrificio de los animales, mismas que se hicieron del conocimiento desde noviembre de 2015 tanto del presidente municipal como de los regidores y secretaría municipal. Aunque la lista de observaciones es extensa, las autoridades del ayuntamiento minimizaron la problemática, según los informantes.
Rafael Laredo Picaso, presidente de la Unión de Tablajeros y Similares de Fresnillo, calificó como crítica y grave la situación del rastro ante su mal funcionamiento porque aseguró que se les ha entregado de esta instancia municipal el cárnico en términos que no son los adecuados para consumo humano.
Entre las observaciones emitidas por los ganaderos destacan que el lugar de sacrificio de animales que administra el municipio y del que cuenta con el calificativo TIF se encuentra que no se garantiza un producto que cumple con la inocuidad, sanidad, higiene y limpieza de la carne, la cual debe de cumplir con las garantías para ser exportada, condición que no se cumple.
Por ésta y otras condiciones, los introductores de ganado de Fresnillo han determinado emigrar a los mataderos más cercanos como Félix U. Gómez, Enrique Estrada y Calera para el sacrificio de sus animales, y aprovechan para efectuar la matanza en grandes volúmenes al desconfiar del TIF inaugurado en septiembre de 2014.
“Es una lástima, es una tristeza que mejor el rastro de Félix U. Gómez, que es un rastro muy pequeño, sí reúna todos los requisitos para cumplir con la higiene, sanidad, inocuidad y limpieza que el manejo de cárnicos exige”, resaltó Laredo Picaso al manifestar la inconformidad generalizada de sus agremiados.
Agregó que esta infraestructura no sólo es para sacrificio de animales, sino también puede y debe de ser un detonante del desarrollo agropecuario para Fresnillo y la región, incluso nivel nacional e internacional, siempre y cuando cumplan con la normativa establecida por el Senasica (Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria).
“No vamos a rendirnos, vamos a seguir insistiendo y de ser posible llegaremos al extremo drástico de construir un rastro que brinde el servicio que nosotros requerimos y que busca la comunidad y la ciudadanía, donde si se puedan producir cortes americanos y áreas que permitan la exportación de los productos”, finalizó el líder de los tablajeros.
Además de denunciar la falta de apego a los lineamientos para poder funcionar como Tipo Inspección Federal, los inconformes denunciaron ante la Contraloría Municipal que el área administrativa del inmueble no expide los recibos de cobro por concepto de matanza que debe de entregar a los propietarios de los animales sacrificados.
El contralor municipal, José Manuel Escamilla Jaime recibió la querella, por lo que se iniciará la investigación al tratarse de la probable comisión de actos de corrupción que afecta la recaudación de ingresos a las arcas municipales.
“Vamos a investigar y supervisar, pero debemos de tener pruebas; es un primer paso. Ahora, a través un oficio, tendremos que solicitar las razones por las cuales no se entrega esta documentación a los ganaderos y donde se presume se puede tratar de una fuga de recursos económicos”, indicó Escamilla Jaime.
Para efectuar la investigación se necesita instalar un grupo de inspectores en la dependencia municipal, precisamente en el lugar de cobro, y verificar que efectivamente reciban su recibo por el número de animales sacrificados. Lamentablemente la presencia de contraloría no puede ser permanente en el sitio para evitar la probable comisión de actos de corrupción en un espacio que cuenta con certificación federal, concluyó.
