Los retos del Spauaz en esta nueva gestión son de alta dificultad. El contexto reúne dos ingredientes complicados: una política oficial para con las universidades que hace de los sindicatos innecesarios, y la situación particular de la UAZ que se encuentra en una crisis institucional por una conducción deficiente y las consecuencias financieras derivadas de ello.
Lo cual significa que el sindicato debe lograr constituirse en una organización que coadyuve a la conducción de la institución, específicamente en lo relativo al problema financiero y, al mismo tiempo, logre superar la nulificación de su contrato colectivo de trabajo: las políticas oficiales para desestimular la contratación colectiva, que inducen medidas de promoción laboral por fuera del Contrato Colectivo de Trabajo, tal es el caso de la promoción individual y unilateral de los profesores por las vías de des-homologación salarial que propone el Reglamento Académico.
El reto, por tanto, es incluir todas esas percepciones complementarias en un esquema de bilateralidad, para evitar que el sindicato termine haciéndose irrelevante. Y el reto de coadyuvar a la conducción institucional, implica que la dirigencia sindical, a partir de esquemas participativos-gremiales y no de grupo, intervenga en las negociaciones con las autoridades federales haciendo propuestas inteligentes y coordinadas con otros sindicatos hermanos. Hasta ahora el Spauaz se ha mantenido en los márgenes de la gestión interior con la autoridad universitaria, y como ésta no responde y conduce débilmente, entonces el problema únicamente ha empeorado por inercia.
El otro tema candente es el de la Seguridad Social. En todo el país, las pensiones, los servicios de salud y los programas de vivienda están haciendo agua. Pero en la UAZ, este tema ya hizo crisis. Lo primero es saber a ciencia cierta cómo está el problema, y para ello, antes de pretender hacer torpes recortes, se debe contar con un estudio actuarial. Este comité ejecutivo debe mandar hacer dicho estudio, de otra manera seguirá actuando a ciegas. En este mismo renglón, una de sus banderas debe ser una decidida lucha por la transparencia en la administración de los recursos universitarios, porque ahora la UAZ es tan opaca como las legislaturas.
Finalmente, debe tener en sus prioridades generar recursos propios, por un lado, y no dejar de crecer, por otro. La estrategia de la actual administración de congelar la vida universitaria equivale a la política del avestruz. El Spauaz no debe caer en esa torpeza: debe innovar caminos para diversificar la oferta educativa para los zacatecanos, y con ello, asegurar la materia laboral de sus agremiados. Como se puede observar, los retos son de alta exigencia, y el punto de partida es que el grupo ganador del proceso de elección sepa enfriar la cabeza e incluir a la pluralidad de los agremiados en la vida sindical, y no instrumentalizar a la organización con fines de grupo; si no cumplen esta condición de entrada, todo lo arriba mencionado no prosperará. La unidad es la condición de posibilidad de todo proyecto sindical.
