■ La banda está influenciada, entre otros géneros, por el rock y la música judía y gitana
■ En 2007 los integrantes realizaron el Europa Tour y grabaron su segundo disco en NY
Diversión, buen humor, honestidad y buena música, es lo que representa el grupo mexicano Polka Madre, quienes consideran que la diversidad cultural de sus integrantes, originarios de la Ciudad de México, Oregon, Helsinki, Portland y Finlandia, es lo que le ha dado vida a este proyecto.
La banda está conformada por Marina de Ita en el acordeón y teclado, Raymundo Vera en la batería, Carlos Toledo en el bajo y Enrique, quien toca el clarinete.
La agrupación transmite su energía en el escenario, y eso lo percibe el público, quienes son recíprocos y devuelven con canto y baile. Cada presentación se convierte en una gran fiesta llena de buenas energías.
Marina de Ita explicó cómo surgió el grupo. Ella anteriormente tocaba el piano y el teclado, y después de pasar por una fuerte depresión, retomó sus clases. Su maestro le mostró música húngara, lo que le llamó la atención y decidió experimentar con los sonidos de Europa del este.
Luego conoció a Eric, cantante de la banda y quien es de Finlandia, a quien Marina le dio clases de español. Recuerda que en su casa se hacían las fiestas “clandestinas” a las que acudían músicos de jazz y escritores.
Eso creó el ambiente perfecto para que se fuera generando un grupo lleno de diferentes culturas y de experimentación de sonidos. El primero de abril de 2004, en el cumpleaños de Marina, se juntaron sus amigos músicos con Eric, quien era cantante de la banda.
Así surgió la idea de formar la banda. Después se integra Raymundo, quien estudiaba audio de sonido y batería, y acudía a estas fiestas por su maestro de música. Tocaron tres veces sin tener un nombre, pero a Mariana, por sus clases de español, se le ocurrió usar el nombre en una polka y por el uso que hacían los extranjeros, cuando decían que algo les gustaba, expresando “está poca madre”.
Enrique recuerda que había un bar en el centro de la Ciudad de México, en el que compartieron el escenario y cartel con bandas como Chilanga Habanera. Explica que las influencias de la banda van desde pasajes de música clásica, rock, música judía y viejos sonidos de la cultura gitana; los cuales mezclan para generar sonidos de vals, polcas, punk y rock.
Las experiencias han unido a la banda y les ha ayudado a mantenerse, pues la mayor parte del tiempo los integrantes se encontraban juntos. Incluso llegaron a vivir en un espacio que se utilizaba como bodega, donde la mayor parte del tiempo se la pasaban componiendo. “Estuvo bien porque en ese entonces nos dedicamos más a componer”, recuerda Raymundo.
En 2007 tuvieron la oportunidad de hacer su Europa Tour, teniendo un gran éxito y siendo bien recibida su propuesta por los europeos. Además de que lograron entenderse tanto en el escenario como debajo de él en los tres meses que viajaron juntos.
Recorrieron el círculo polar ártico en Finlandia hasta la costa sur mediterránea de España y de muchos lugares en el medio. Posteriormente regresaron a México, haciendo presentaciones y también pudieron recorrer Estados Unidos.
Estar en este grupo, ha permitido a sus integrantes conocer países que nunca imaginaron pisar, así como a miles de personas. “Yo nunca imaginé conocer a Saúl de los Caifanes, pero pude hacerlo en un concierto, es una de las satisfacciones de poder hacer lo que te gusta”, dice Enrique.
“Yo creo que de no estar en la banda, nunca podría haber logrado el sueño de viajar. Creo que no sería lo mismo andar de turista sola”, dice Marina, a lo que le responde Raymundo entre risas “para empezar ni tendríamos dinero”.
Después Polka Madre grabó su segundo disco en Nueva York, cuya grabación y mezcla corrió a cargo del ingeniero y productor Dan Shatzky, quien de alguna forma ayudó a darle el sonido original a la banda.
“Para mí esta banda es como un hijo, de mis vivencias y experimentos se fundó. Aunque también ha resultado un reto, estar tantos años con las mismas personas y a veces pensamos en seguir aparte. Pero llegan fechas, nuevos integrantes que hacen que continuemos”, dice Marina.
Para Raymundo es difícil despegarse de un grupo en el que se han compartido vivencias, y es parte de su estilo de vida. Además de aprender a mediar con el tiempo y otras ocupaciones para estar en la banda.
Para Carlos, estar en Polka Madre es satisfactorio porque considera que es una banda honesta y le da la libertad de crear sin estar encasillado en un género, lo que hace que cada uno aporte su propuesta y pueda integrarse a las demás.
“A mí me dejó expresarme en el lenguaje musical, tal vez no se me dio otra expresión artística, pero se me puso enfrente un instrumento con un grupo de amigos dispuestos a recibir las propuestas melódicas y que sin calificarla como buena o mala, solo se montaba y se creaba”, finalizó Enrique.
