11.4 C
Zacatecas
domingo, 28 abril, 2024
spot_img

El arte suele estar en la frontera de lo siniestro [Una charla con Raúl García Rodríguez a propósito del Premio Internacional de Poesía Gilberto Owen Estrada]

Más Leídas

- Publicidad -

Por: JÁNEA ESTRADA LAZARÍN •

La Gualdra 344 / Entrevistas / Poesía

- Publicidad -

 

Era el cumpleaños de Julio Ruelas, el 21 de junio, cuando me llegó la noticia de que Raúl García Rodríguez era el ganador del Premio Internacional de Poesía Gilberto Owen Estrada. Menciono a Ruelas porque la mañana de ese día pensaba en cuánto le gustaba la poesía e imaginaba que de haber vivido en este momento, le habría encantado la noticia, como a mí, de que Raúl ganara ese premio.

Fueron 385 los poemarios participantes en el concurso y el trabajo para los jurados -Maliyel Beverido, Yolanda Pantin y Benjamín Valdivia- fue exhaustivo; aún así, por decisión unánime, decidieron que la obra ganadora fuera Hemeroteca, de Raúl García Rodríguez, poeta zacatecano y periodista cultural.

 

Jánea Estrada Lazarín: Después de De cuerpo presente, la UAEM editará Hemeroteca como parte del premio, ¿qué podemos encontrar en este nuevo libro?

Raúl García Rodríguez: De cuerpo presente, como las partes del cuerpo humano, fue muy heterogéneo en sus formas; tiene largos poemas en prosa, verso libre y haikú. En Hemeroteca buqué hacer un libro un poco más unitario en el formato y la extensión de cada poema. En esos aspectos todos los textos son similares, aunque conservé la diversidad de temas, tan contrastantes entre sí como las noticias que podemos encontrar en las diferentes secciones de un diario.

 

JEL: Sé que los poemas de Hemeroteca surgieron de noticias que tú veías en el periódico, en un mundo tan convulso como el que nos tocó vivir, ¿cómo hiciste para seleccionar las notas? ¿Es posible encontrar poesía incluso en la violencia?

RGR: En realidad la selección de notas no fue premeditada. Lo primeros poemas del libro fueron parte de un experimento que consistió en tomar fragmentos de noticias de divulgación científica. Me di cuenta que a veces los científicos o los periodistas usan metáforas o lenguaje cotidiano para explicar cosas complejas o muy técnicas, por ejemplo, el descubrimiento de un agujero negro sui géneris que “eructa” partículas de luz. Creo que la imagen astronómica de un eructo luminoso es poética por sí sola. Otras veces lo peculiar de los hechos noticiosos es lo que invita a versificar y jugar con un hecho. Recuerdo la noticia del restaurador que en una iglesia del Estado de México encontró dientes humanos en la boca de una estatua. El arte suele estar en la frontera de lo siniestro, pero la mayoría de las veces esa proximidad va disimulada. Los dientes reales en una venerada imagen de Cristo tiene un poco de siniestro, pero lo siniestro abunda y siempre es explícito en las noticias policiacas. Conozco varios antecedentes de la violencia de las calles abordada en la poesía; uno reciente y cercano a nosotros es la obra de Jorge Humberto Chávez que escribió poemas sobre asesinatos y levantones en Ciudad Juárez con un lenguaje casi tan llano como el de los reporteros de nota roja, pero desde una perspectiva que permite ver lo siniestro con otros ojos sin intentar evadir la realidad. Se puede hacer poesía de cualquier cosa. No creo en los temas poéticos por antonomasia como tampoco creo que existan temas definitivamente no poéticos, o no poéticos a priori.

 

JEL: Zacatecas tiene una larga tradición literaria, sé que eres un buen lector porque así lo intuyo en tu forma de escribir ¿qué referentes literarios has tenido en tus procesos creativos? ¿Cuál es tu búsqueda inmediata en la poesía?

RGR: Creo que mi referente, al menos para mi último libro, han sido los poetas que hablan de lo cotidiano con un lenguaje claro que imita la naturaleza de una conversación. Entre esos poetas de lo inmediato, admiro a Billy Collins porque usando tonos que van de lo cómico a lo melancólico, puede escribir de cualquier cosa con naturalidad, por ejemplo el perro del vecino que no deja de ladrar, de los redondos dientes de los hipopótamos o de lo fácil con que olvidamos los libros leídos, libros que terminan convirtiéndose en libros “no leídos”. Tal vez hay en mi poemario también hay influencia clara de poemarios como De lunes todo el año, de Fabio Morábito, con su oda a los columpios y a otros detalles de la vida en la ciudad. También tengo muy presente el poemario Me llamo Hokusai, de Christian Peña, que entre sus extensos fragmentos en prosa incluye una nota informativa acerca de un experimento de miembros amputados, supuestamente publicada en el periódico La Jornada. Si me preguntas por la tradición literaria de Zacatecas, Javier Acosta es un referente en lo que trato de escribir. Independientemente de sus consejos y sus críticas a mi trabajo, tomo casi como una regla la austeridad de sus poemas, el poder evocativo de sus textos desprovistos de adornos innecesarios.

 

JEL: El recibir el Premio Internacional de Poesía Gilberto Owen Estrada, seguro es un aliciente para tu carrera profesional… háblanos de tus principales motivaciones, por qué escribes, para quién, qué esperas de tus lectores.

RGR: Yo creo que empecé a escribir porque es muy normal querer imitar a quien admiras. Hay grandes poetas que admiro porque escriben cosas conmovedoras que parecen sencillas y esa sencillez te lleva a creer que es igualmente sencillo escribirlas. Luego me di cuenta de que los versos que dan la impresión de haber salido de manera espontánea y sin esfuerzo, son los más difíciles de hacer. Mi motivación sigue siendo alcanzar esa claridad casi ingenua y encontrar lectores cómplices de esa búsqueda. A fin de cuentas nadie que se tome en serio la escritura piensa sólo en sí mismo, sino que piensa siempre en los demás. Entre las bondades de los premios literarios está la de poder llegar a más lectores, y en el mejor de los casos, cómplices potenciales de la poesía.

 

La palabra sinhogarismo acaba de ser reconocida
como neologismo válido del castellano
El País*

Con la vista en la banqueta
volví a casa como siempre
buscando monedas,
pero hoy sólo encontré
pájaros recién caídos
inertes
aún sin hormigas haciendo
sus labores de mudanza

Pareciera que las tórtolas
pueden dormir plácidamente sobre su costado
sin frío
como las mujeres
que pasan la noche
frente al palacio de Bellas Artes

Los pájaros de la ciudad
tienen el canto devaluado,
y colores de baja denominación
como la cobija
de quien duerme en la calle,
como el billete despintado
que encuentras en un pantalón
recién salido de la lavadora
pero que, con algo de suerte,
aún te lo aceptan en la tienda de la esquina
donde trabaja una mujer
que tiene la costumbre de silbar
mientras te entrega el cambio

*POEMA INÉDITO que, por cuestiones de tiempo, no alcanzó a formar parte de Hemeroteca, de Raúl García Rodríguez.

 

 

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -