■ La plataforma busca compradores y programadores que concluyan los trabajos inscritos
■ Este año se recibieron 2 mil 420 cortos; México sólo participó enviando 40: responsable
CANNES, FRANCIA. En el Palacio del Festival de Cine de Cannes hay, además de las salas de proyección, del mercado de la industria, de las pasarelas de estrellas, de las salas de prensa y las cafeterías, una esquina destinada a la promoción y apoyo a los jóvenes estudiantes de cine, el Short Film Corner.
La Esquina de Cortometrajes tiene diversos espacios: pequeñas salas de proyección, salas de conferencias de prensa, cubículos para tratar con los compradores, stands universitarios promocionando diversas especialidades (actuación, producción, dirección, guionismo, etc.) y una videoteca con computadoras que comparten una gigantesca base de datos con todos los cortometrajes del catálogo de la presente edición del festival. Además, la organización del festival monta una serie de talleres con especialistas de las diversas ramas de la industria cinematográfica.
Camille Hébert-Benazet, responsable desde 2010 de la organización de conferencias, supervisión de catálogos y equipos técnicos, así como de la recepción de directores y equipos de filmación, durante la entrevista que nos concedió se preocupó en dejar bien claro que no es una selección oficial en el sentido de competencia, sino que los jóvenes envían sus trabajos, los inscriben al festival, pagan una cuota de 95 euros y se les incluye en el catálogo de Cannes. De tal manera que los cortos no pierden su estatuto de obra proyectada: “no tienen proyecciones en primicias mundiales lo que les permite enviar las obras a festivales para competir de manera oficial”.
El objetivo es ofrecerles una plataforma para difundir sus trabajos en la búsqueda de compradores, de programadores de festivales o de productores que les ayuden a concluirlos.
Lo que sí pueden hacer los jóvenes al momento de inscribir su corto en el Festival es someterlos para que pasen los filtros y poder entrar a la Competición de la Selección Oficial por la Palma de Oro o bien, a la competencia de la Cinefundación. La diferencia entre las diferentes secciones es que para la Cinefundación se reciben sólo filmes de escuelas y para la Competición Oficial es para todo tipo de producciones, mientras que en la Esquina tienen acceso todos.
Este año hay 2 mil 420 cortos (501 más con respecto al año pasado), de un total de 3 mil que se recibieron pero que no se quedaron porque eran trabajos muy en sus primeros pasos. Son filmes principalmente de escuela, primeras obras y algunas de producción independiente. Procedentes de 105 países, de entre los cuales Francia con 355 y Estados Unidos con 581 son lo más representados, y México más abajo con 40.
De todo este mundo de cortometrajes hay algunas estrategias para promocionarlos. Una de las más usadas son las happy hours de las tardes. Algunas comisiones de países tienen el apoyo de empresas privadas o de las delegaciones de sus respectivos países para pagarlas. Por ejemplo, este año el Festival de Cine de Guanajuato de México ofreció una happy hour en honor al cine mexicano. Se trata de cocteles de las 5 a las 7 de la tarde, se ofrecen algunos canapés, cervezas y aguas a los asistentes. Así, al mismo tiempo el festival expone su selección y destaca la presencia de los cortometrajes mexicanos en la Esquina. Estos eventos, comentó Camille, “ayudan a remarcar la presencia de ciertos países, porque de otra manera es difícil que un comprador vea los 2 mil 400 cortos”.
Otra forma de promocionar es la proyección en una de las tres salas de la Esquina que tienen capacidad para 5 personas. Los jóvenes las pueden reservar una vez durante el festival para proyectar su filme, pero tienen que ir a buscar ellos mismos a los agentes de la industria para que vengan. Y es que no es lo mismo ver “tu corto en una pantalla de ordenador que en una gran pantalla de cine”, enfatizó Camille.
Además, la Esquina tiene una gran base de datos de distribuidores y compradores. En ella se pueden ver qué tipos de cortometrajes busca cada empresa, en dónde los proyecta y cuánto paga por minuto facilitando los filtros de búsqueda de las producciones.
Para estar aquí “se debe de estar bien motivado. No sirve de nada que los chicos envíen sus cortos y paguen la inscripción si no vienen. Es importante que los chicos vengan para que se promocionen y se entrevisten con los agentes”. Así que es una buena iniciativa para difundir trabajos aunque, puede llegar a ser económicamente muy costosa.
Pueden visitar el sitio http://www.cannescourtmetrage.com/fr/presentation.
