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domingo, 19 mayo, 2024
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Real Colegio de San Luis Gonzaga y Casa de Estudios de Jerez

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Por: Juan Manuel Rivera Juárez •

Al ser expulsados los jesuitas de México por orden del rey Carlos III de España, el edificio que se había adquirido para el Colegio Seminario de Zacatecas fue considerado como Bienes de Temporalidad, es decir, como si hubiera sido propiedad de la Compañía de Jesús. Los dominicos quienes se iban a ser cargo de atender la enseñanza en el Colegio Seminario, creyeron que también se harían cargo del inmueble, por lo que solicitaron autorización para repararlo y ocuparlo definitivamente.

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Para evitar el despojo, el Ayuntamiento de Zacatecas le hizo saber al Comisionado de Temporalidad, Pedro Moranda, que dicho edificio había sido adquirido por el P. Orrio a nombre del Ayuntamiento de Zacatecas, por lo que se oponían a que fuera entregado a los dominicos y además solicitaban les fuera entregado con todos sus mueble y utensilios.

La Junta Superior de Temporalidad falló a favor del Ayuntamiento de Zacatecas y durante los días 25 y 26 de enero de 1785 entregó el inmueble, para que éste procediera a la apertura del centro de formación y así, cumplir el sueño de los zacatecanos, contar con un Colegio propio. El siguiente paso fue la integración de una planta docente que garantizara el éxito de los estudios, con maestros que además de su preparación académica y por su trayectoria en favor de la ciudad, merecieran la confianza.

Fue hasta enero de 1786 que quedó debidamente integrada la planta de maestros, integrada entre otros por Francisco Castañeda, Francisco Rodríguez y José Sánchez Meza, bajo la dirección interina del Bachiller Mariano Esteban de Bezanilla Mier y Campa, a quien por fallecimiento del titula Bachiller Antonio Delgadillo, le correspondió ser el primer Rector del Real Colegio de San Luis Gonzaga. 

La solemne ceremonia de apertura del Real Colegio tuvo lugar el 24 de marzo de 1876, en medio de las mayores demostraciones de júbilo del pueblo, por los nuevos horizontes que se vislumbraban para la juventud zacatecana. Desde la apertura del Real Colegio los rectores se preocuparon por mantener una estrecha relación con la sociedad, para que sus alumnos conocieran directamente las condiciones en que se desenvolvía una sociedad activa.

Ante una aparente preocupación por la correcta aplicación de los fondos propios del Real Colegio que eran administrados por el Ayuntamiento de Zacatecas, Carlos III ordenó que fueran entregados a la Caja Real. El Cabildo integrado por José Francisco Castañeda, Juan Francisco Joaristi y Manuel Bolado, el 14 de marzo de 1788, entregó la cantidad de 89 mil 063 pesos y un real. Desde ese momento el Real Colegio quedo en manos del Rey, a través del control de sus finanzas. 

El movimiento insurgente influyó en la decadencia de la Institución, lo que propició la reducción del alumnado y obligó a suprimir cátedras, situación que no varió mucho al consumarse la independencia, pues los fondos fueron absorbidos por la Tesorería de la Nación quien se desatendió por completo de las necesidades del Real Colegio por considerarlo un establecimiento del Estado. El 22 de agosto de 1831, el Bachiller Ramón Jiménez, último Rector, hizo entrega al Administrador General de Rentas del Estado, el edificio en que funcionara durante más de 45 años el Real Colegio de San Luis Gonzaga. 

La Casa de Estudios de Jerez sustituyó al Real Colegio de San Luis Gonzaga, que surge a raíz de la solicitud que los vecinos de Jerez realizaron al Ayuntamiento para el reconocimiento de los cursos de Filosofía impartidos por el Pbro. Manuel Esparza. En la sesión del 23 de marzo de 1831, el Congreso del Estado acordó reconocer los estudios de Filosofía. En junio de 1831, el Diputado Luis de la Rosa presentó una iniciativa para la supresión del Real Colegio por antieconómico, la iniciativa fue recibida con simpatía, pero no se tomó la decisión hasta no tener definido el lugar en donde se fundaría.

Esta fue la coyuntura que hizo posible establecer la Casa de Estudios de Jerez, puesto que la comisión recordó el ofrecimiento del Ayuntamiento de Jerez para la fundación de un Colegio en ese lugar. El 11 de agosto del mismo año se suprimió definitivamente el Real Colegio, lo que facilitó su funcionamiento.

El 3 de octubre de 1831 el Diputado Pedro Ramírez propuso que se abrieran cuatro cátedras, la propuesta se tradujo en Decreto en la sección del 10 de octubre del mismo año, y promulgado el 14 del mismo mes y año por el Gobernador García Salinas, se decretó de manera provisional establecer las siguientes cátedras: Gramática Latina, Filosofía, Derecho Civil –con nociones de Derecho Patrio– e Historia Eclesiástica y Derecho Canónico.

El gobierno extendería los nombramientos de los catedráticos y se haría cargo del pago de sus sueldos; uno de los catedráticos se haría cargo de la Dirección, con un sobresueldo de 300 pesos; se recibiría de gracia un alumno por cada Partido, seleccionado por los Ayuntamientos entre los niños pobres con inclinación por el estudio.

José Antonio Cabrera fue comisionado para adquirir el inmueble en donde se establecería la Casa de Estudios; inicialmente se pensó en la Casa del Diezmo, la que no se pudo adquirir por su alto precio, finalmente se llegó a un acuerdo con el Lic. Francisco Ignacio Gordoa para comprarle por 6 mil pesos un amplia y bien edificada casa, procediendo en seguida a los arreglos y composturas necesarias.

Concluidas las reparaciones y adaptaciones del edificio, el 5 de noviembre de 1832 se abrieron las puertas de la Casa de Estudios de Jerez, el inicio de lo que ahora es la Universidad Autónoma de Zacatecas. El mismo 5 de noviembre de 1832 se instaló la Junta de Gobierno de la Institución, bajo la dirección del Lic. Gerardo García Rojas e integrada por los catedráticos, y el Lic. Darío Fernández Sansalvador como Vice-director, iniciando inmediatamente las actividades.

Los exitosos resultados obtenidos en el primer año de funcionamiento de la Casa de Estudios, no solo estimularon a la Junta para iniciar las clases del segundo año (20 de octubre de 1833), sino que también despertaron en otros ciudadanos el deseo de colaborar para que se enriqueciera el programa de estudios sin erogación alguna.

En diciembre de 1833 el Supremo Gobierno recibió los ofrecimientos de Ignacio Zaldúa y Juan José Pérez, para impartir gratuitamente las clases de Economía Política y Estadística del País (el primero) y de Francés (por el segundo); ofrecimientos que fueron aceptados, iniciando el 10 de febrero de 1834, ante una nutrida concurrencia entusiasmada por las mejoras continuas de la Institución gracias a la solidaridad de todas las clases sociales y el apoyo que les brindaba el Gobernador del Estado, Francisco García Salinas, que más que Gobernador, era un padre más, orgulloso de brindar a su hijo Gabriel la oportunidad de prepararse mejor para enfrentar la vida.

Cuando Zacatecas fue saqueada por los mercenarios de Santa Ana en 1835, no se hizo mella en el sólido bloque formado por los jerezanos para defender su Casa de Estudios de la rapiña santanista. Afortunadamente, quedo a salvo el establecimiento de Educación Superior de Jerez, permitiendo al estado utilizar su más grande riqueza, su conciencia liberal, para el restablecimiento de su prosperidad. La casa de Estudios continúo funcionando con todas sus cátedras.

Se parte de la Unidad Académica de Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia (LUMAT). Informes:

http://lumat.uaz.edu.mx/; https://www.facebook.com/LUMAT.UAZ; https://twitter.com/LumatUaz.

1Docente Investigador de la Unidad Académica de Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia. LUMAT.

[email protected] 

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