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jueves, 2 mayo, 2024
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■ Algo no funciona bien cuando se anulan normas constitucionales, señaló la nueva ministra

La gente debe saber que la justicia es posible, afirma Lenia Batres

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Por: La Jornada •

Ciudad de México. Con el propósito de representar en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a quienes raramente son escuchados en estos ámbitos, la ministra Lenia Batres Guadarrama afirma que llega al máximo tribunal sin ningún otro compromiso que el de defender la Constitución, la democracia y el interés de la sociedad.

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Me gusta pensar en el derecho como instrumento fundamentalmente de defensa de derechos colectivos y de justicia individual, que se desprende de lo que llamamos las condiciones de vulnerabilidad de las personas o la ley del más débil (concepto del jurista Luigi Ferrajoli). Creo que es muy importante que la gente sepa que la justicia es posible, desinteresada y puede haber resoluciones que no estén amarradas a intereses predeterminados, que son casualmente los de los poderosos de siempre, afirma en la primera entrevista que da en su despacho de la SCJN.

Con 54 años de edad y 28 de ejercer el derecho, Batres Guadarrama se convirtió en la primera ministra en ser nombrada directamente por el presidente de la República en apego al artículo 94 de la Constitución, debido a que el Senado no pudo ponerse de acuerdo para seleccionar a una candidata de las dos ternas que el Ejecutivo propuso.

Advierte que llega al cargo en un momento en que el Poder Judicial de la Federación (PJF) está excediéndose de sus facultades al invalidar por supuestas violaciones al proceso legislativo cambios legales que fueron aprobados por senadores y diputados electos democráticamente.

Puso por ejemplo lo sucedido con el plan B de reforma electoral, en el cual los ministros ni siquiera entraron al fondo para analizar si era o no constitucional y se decidió invalidarla sólo por cuestiones de procedimiento.

Cuando la Suprema Corte o cualquier órgano jurisdiccional se toma la libertad de anular normas constitucionales, debemos preocuparnos, algo no está funcionando bien, resaltó.

Tendencia mundial

Señala que hay tendencia mundial de los poderes judiciales para extralimitarse, convirtiéndose en ocasiones en contrapesos, no ya de otros poderes, sino de la democracia, aplicando lo que se conoce como lawfare o guerra jurídica.

Y pareciera que esa es su función: no permitir que avance la democracia. Y cuando los congresos son electos con determinados intereses, más cargados hacia la redistribución de la riqueza, el equilibrio o el incremento en los niveles de vida de la población, entonces entran estas supremas cortes de carácter elitista a evitar que avancen esos intereses en las resoluciones del Estado. Entonces, están impidiendo la aprobación de leyes que tienden a esa redistribución de riqueza, explica la ministra Batres.

Esta lawfare, agregó, es parte de la estrategia de los golpes de Estado suaves. En México no ha sucedido, pero sí tenemos esa alarma prendida, aclara.

A la nueva ministra ya le tomaron medidas para su toga que tendrá, como la del resto de sus compañeros, una manga más ancha que la otra, para recordarles su obligación de equilibrar la interpretación estricta de la ley con la de la realidad y el principio por persona.

Anunció que antes de recibir su primer salario, solicitará formalmente a la SCJN que se le pague únicamente lo permitido por el artículo 127 de la Constitución, es decir, una cantidad que no supere la remuneración que recibe el presidente de la República. Si la Corte no procede así, adelantó que devolverá el excedente directamente a la Tesorería de la Federación.

Al comentarle su cercanía con el presidente Andrés Manuel López Obrador, aclara que fue recortada del padrón de militantes de Morena por un accidente burocrático hace cerca de cinco años y no hizo nada por revertir esta acción. No obstante, acepta que la identidad ideológica existe, pero esto no significará ninguna dependencia a la hora de votar en el pleno del máximo tribunal.

No tengo ningún conflicto de interés, no vengo comprometida con absolutamente nadie. Nadie me pidió a cambio de su voto, ni en el Congreso ni en ningún otro lado, el resolver de forma determinada. No tengo tampoco intereses económicos, no me interesa hacerme millonaria, ni hoy ni nunca, sostiene.

Sobre sus nexos familiares con el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, y la diputada local Valentina Batres, la nueva ministra aclara que la actividad política y el compromiso social no son sólo de ella, sino de toda su familia, incluyendo a sus cinco hermanos y a sus padres, Cuauhtémoc Batres y Rosario Guadarrama, quienes se conocieron en el movimiento magisterial de 1959.

Recordó que fue en este compromiso social, cuando colaboró en el rescate de las costureras muertas en los talleres que cayeron por el sismo de 1985, cuando decidió estudiar derecho a fin de tener así herramientas para defender a los más necesitados.

–¿Qué puede esperar la gente de la ministra Batres?

–Puede esperar lealtad a la Constitución, lealtad a los principios de democracia, a los principios de resguardo de los derechos individuales y sociales que contiene nuestra propia Constitución. El anteponer el interés público, el orden público, el interés social por encima del interés personal, interés privado propio o ajeno.

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