13.8 C
Zacatecas
sábado, 18 mayo, 2024
spot_img

Jugar a matar

Más Leídas

- Publicidad -

Por: ÁLVARO GARCÍA HERNÁNDEZ •

Cristopher Raymundo Márquez Alvarado de 6 años fue víctima de sus hermanos y primos; jugando le sacaron los ojos, cortaron sus labios, lo estrangularon y lo apuñalaron 23 veces, acabaron con su vida de una manera salvaje pese a los vínculos de sangre que prevalecían entre ellos, incluso, los menores agresores se acomidieron en las labores de búsqueda cuando los vecinos se organizaron para encontrarlo y así evitar sospechas; a Cristopher lo sepultaron debajo de un perro muerto para camuflajear los olores de descomposición del cadaver. Sin duda, los hechos nos dibujan con claridad a verdaderos asesinos en potencia y nos motivan a pensar en la necesidad de adecuar las normas jurídicas en torno a la responsabilidad penal de los inimputables por minoría de edad, pues está claro que los 18 años ya no pueden ser el tope que permita decidir si una persona tiene la capacidad de comprender las consecuencias de sus acciones. Como individuos estamos inmersos en situaciones que dejan al derecho y a las leyes en situación de desventaja pues caminamos a pasos agigantados, nos esforzamos por ir negativamente más allá de lo que algunos legisladores proponen en tribuna cuando se les conectan las dos neuronas que tienen (solo algunos de ellos), por lo que una reflexión académica profunda y un debate público a nivel nacional sobre la sociedad que estamos heredando a las próximas generaciones, se antojan impostergables, ineludibles y urgentes. El tema en comento me duele como integrante de la sociedad, como ser humano y como padre de familia y, puntualizo, los agresores iniciaron cazando perros y gatos que mataron con la misma arma con la que apuñalaron al occiso, lo cual también es tema de análisis pues los padres debemos estar atentos a este tipo de actos para eliminar de inmediato, al primer peldaño de la escalera de la violencia. Volviendo al nefasto asesinato me pregunto: ¿Qué nos espera como sociedad si nuestros niños se están capacitando para autodestruirse, si están jugando a torturar y matar inocentes?, ¿Cómo será nuestro mañana común, siendo que los infantes tienen a su alcance videos que muestran el rito de la tortura y el asesinato gracias a la Internet? ¿Qué presente y futuro estamos edificando si nuestros hijos se bañan en ríos de violencia y se duermen con el sonido de las sirenas y los balazos? Sin duda, estamos cimentando la decadencia de la sociedad en donde ni el derecho ni el sistema de poder pueden hacer frente a los eventos delictivos, de igual forma, las instituciones de procuración y administración de justicia son del todo ineficaces y, la histórica pobreza y marginación que resultan fabulosas para las campañas políticas, han contribuído al resquebrajamiento social. Al suprapoder que mueve los hilos y destinos del mundo (según ellos) le está saliendo contraproducente, lucrar con la ignoracia y las necesidades del pueblo y, como resultado de su estupidez, ahora tendremos que enfrentar una generación con una alta carga emocional impregnada de violencia, con hambre de matar y destruir, lo cual, alcanzará también para los del poder en turno, pues mientras no vivan en Marte, tarde que temprano habrá de afectarlos. Todo en nuestro entorno es violencia por ejemplo, desde el ámbito doméstico, algunas madres y maestras del chantaje, utilizan a sus hijos contra los padres haciéndoles partícipes de sus estériles peleas e intereses económicos, también algunos varones le entran o se prestan a estos menesteres. En la televisión tenemos mucho sexo, secuestros, golpes y desintegración familiar como parte de la programación, incluyendo caricaturas; los juegos de video preferidos por los chicos, compiten por matar al mayor número de zombies, monstruos y otros especímenes que incluyen a una rara especie llamada seres humanos. Definitivamente, la víctima nunca imaginó las atrocidades que le hicieron, porque quién en su sano juicio podría pensar que un hermano o un primo podría secuestrarte, torturarte o matarte con la saña aquí descrita, solo espero que la agonía de Cristopher no haya sido larga, que no haya sufrido tanto y que haya trascendido a otro mundo mejor que éste. Estoy convencido de que cada vez más, estaremos siendo testigos de más eventos como éste y otros peores, pues no se advierde un cambio de fondo en nuestra sociedad, ni nadie que lo promueva, más bien, seguimos evolucionando en lo negativo, nos hundimos más allá del fondo y salir a flote nos costará varias generaciones. Una verdadera lástima para todos. ■

- Publicidad -

 

*Representante de Zacatecas ante el Consejo Consultivo Nacional para el Desarrollo Sustentable

[email protected]

 

- Publicidad -
Artículo anterior
Artículo siguiente

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -