Pantalla nómada / En primera plana: intuición y universalidad

La idea toma forma amena e interesante en En primera plana (Spotlight, USA, 2015), película que se ha hecho de seis nominaciones en la fiesta de los Óscar, en las categorías de Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor de Reparto (Mark Ruffalo), Mejor Actriz de Reparto (Rachel McAdams), Guión Original y Mejor Edición.

El filme de Tom McCarthy recrea la decidida labor del equipo de periodistas llamado Spotlight del periódico The Boston Globe, que en enero de 2002 dio a conocer una amplia investigación acerca de abusos a menores perpetrados por curas de la Iglesia católica.

Spotlight obtuvo el premio Pulitzer por esta información que también reveló que semejantes prácticas eran de conocimiento de autoridades eclesiásticas y funcionarios públicos quienes además encubrieron a los presuntos culpables.

El relato nos ubica en el momento en que The Boston Globe contrata a un nuevo editor en jefe, Marty Baron (Liev Schreiber) quien se interesa en el tema de una columna publicada en el diario sobre el sacerdote pederasta John Geoghan, y donde además se menciona que un abogado afirma que el cardenal Bernanrd Law (arzobispo de Boston) sabía de los abusos de este cura sin haber hecho nada para detenerlo.

Seguro de que se trata de un tema esencial para un periódico local, Baron insta al equipo Spotlight a investigar el hecho. Lo que viene después es ya historia conocida.

En primera plana tiene una valía en la medida en que contribuye a una denuncia urgente, que tiene que ver con abusos perpetrados por representantes de la Iglesia católica y que oportunamente ha sido referidos por varios directores en la actualidad.

Algunos buenos ejemplos son las películas Calvary (John Michael McDonagh, Irlanda, UK, 2014) y El club (Pablo Larraín, Chile, 2015), The culpable (Gerd Schneider, Alemania, 2015). McCarthy sitúa el arranque de su película en 1976, en el momento en que el padre Geoghan permanece detenido en una comandancia por abusar sexualmente de dos niños.

Pronto nos damos cuenta que no se formaliza ninguna acusación debido a la intervención del prelado de Boston y la fiscalía del gobierno, y desde ahí queda manifiesto todo un aparato de encubrimiento que Spotlight consiguió destapar 26 años después.

 Nominados en las categorías de mejores actores de reparto, Mark Ruffalo como el periodista Mike Rezendes y Rachel McAdams como la reportera Sacha Pfeiffer, mantienen un buen desempeño en sus papeles de sabuesos de la información. Ruffalo resuelve mucho mejor su rol de periodista con temple y atrevimiento; no así McAdams que noconsigue convencer plenamente sobre el por qué de su nominación.

Ante un universo amplio y complejo de información, relleno de nombres y fechas, el guión puede representar un serio reto. Sin embargo, el texto de Josh Singer y Tom McCarthy no se enreda con reiteraciones, cruces confusos o saturación de datos, permitiendo así que el relato se desarrolle sin lagunas.

Así es que se exponen cuestiones alarmantes, como por ejemplo que el número de conductas reproblables de los curas permite pensar en un ‘fenómeno psiquiátrico reconocible’, que por entonces sólo el 50 por ciento de los sacerdotes en la ciudad era célibe y que hasta un 60 por ciento de ellos (es decir, 90 curas) incurrió en abusos como la pedofilia.

Convenientemente, el filme se ocupa de ponderar la labor periodística; acentúa la esencia de esta profesión, de este oficio. Nos hace valorar la constancia y la voluntad necesarias para la indagación con fines de dar a conocer un hecho noticioso fundamental. Luce ilustrativo del periodismo comprometido, y le otorga a esta labor un aura romántica comoejercicio que aspira a ser siempre una herramienta de denuncia con un impacto social que contribuye a corregir las cosas.

En ese sentido, ante el predominio del interés mercantil que prevalece en muchas publicaciones de hoy, el filme alerta sobre la importancia de apostar por un periodismo que consiga incidir en la sociedad. Algo que repercuta en las conciencias, que suscite el escrutinio y quizás el derrocamiento.

Vemos que En primera plana hay un llamado implícito a la responsabilidad ética y social. McCarthy ha comentado que ve a su película como un fuerte ejemplo de periodismo de investigación local. Y es que encierra un mensaje sobre fundamentos esenciales para la ciudadanía no sólo local sino global.Y también otro aviso para el gremio periodístico queaspira a considerarse serio. Sobre esto, también ha escrito Kapuściński: “No debe movernos sólo la responsabilidad profesional, sino también la ciudadana que nos hace preguntarnos si lo que hacemos es bueno para nuestra comunidad, para nuestra nación” (Los cinco sentidos del periodista).