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viernes, 26 abril, 2024
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¿La igualdad de género al borde del precipicio?

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Por: Catalina Monreal •

El pasado 2 de diciembre una nota de la BBC alzó la voz sobre qué consecuencias podría tener el coronavirus en materia de igualdad de género. El coronavirus además de tomar la vida de miles de personas en el mundo, ha significado una embestida tremenda contra todos nuestros servicios estatales, y en especial de seguridad social. La nota sentencia que “el coronavirus puede hacernos retroceder 25 años en igualdad para las mujeres”. Esto porque los índices que miden la desigualdad de género tienden a enfocarse en 4 dimensiones: la económica, la educativa, salud y política. Es claro que una crisis tan extraordinaria como la que representa el coronavirus nos lleva a examinar cómo se impactan están 4 dimensiones.

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Entonces ¿es adecuado pensar que están los avances del feminismo a punto de perderse por la crisis de COVID? El avance de las mujeres, ha sido en parte, gracias a un proceso de intervenciones sociales y estatales. Debe decirse, que este gran proceso transformador ha sido diferente en diversas partes del mundo. En Suecia, por ejemplo, se reformó de forma completa el permiso de paternidad, para llegar a una corresponsabilidad familiar que le permite a tanto hombres y mujeres tomarse hasta 480 días entre ambos para llevar el cuidado de hijas e hijos. Mientras que en Estados Unidos no se tiene un esquema de permisos de maternidad ni paternidad. La corresponsabilidad, es decir la distribución igualitaria de labores de cuidados y del hogar, es uno de los grandes pendientes a nivel global. Esto ha llevado a que, en la mayoría de los países, se tenga que crear esquemas de guarderías y servicios de cuidados para hijas e hijos. El coronavirus ha llevado estos esquemas de servicios al límite en todo el mundo, al impedir su funcionamiento normal. A esto se suma la restricción que se ha tenido en los servicios educativos y podemos encontrar que se han agregado tareas al hogar que no estaban contempladas antes del coronavirus. Esto ha impactado la manera en que las mujeres acceden a oportunidades económicas o se mantienen en el mercado laboral.

La posición económica de las mujeres ha sido un criterio que se utiliza por diferentes organismos para medir su avance. Este ha sido el caso del estudio de brechas de Género del Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés). No es de extrañar que el WEF le dé tanto peso al tema económico, ya que es un foro de marcado de carácter neoliberal. No obstante, este foro había reconocido en 2019 el enorme avance que había tenido México en materias de cerrar brechas de género, señalándolo como uno de los países con más mejoría en la desigualdad. Esto fue sobretodo consecuencia del enorme trabajo que se ha hecho en el país, por activistas y el Estado, en materia de acceso político de las mujeres. Recordemos que en 2019 se aprobó la reforma “paridad en todo” en México, y que nuestro país ha figurado por años en la cima del ranking de mujeres en el congreso.

Finalmente, es claro que en términos educativos y de salud, todas y todos estamos sufriendo una disminución en la calidad de estos servicios, y que esta afecta de forma desproporcionada a las poblaciones más vulnerables; Indígenas, personas con discapacidad, y las mujeres que integran estos sectores. La embestida del coronavirus en nuestros servicios de salud, y en temas como, por ejemplo, la salud mental y general de las mujeres es real, y debe de ser un tema que nos preocupa.

No obstante, el pensar que todo lo que se ha hecho en 25 años podría perderse en un año, es aceptar que los cambios que hemos vivido son productos de un feminismo liberal, aquel que sólo se preocupó por mejorar la condición económica de las mujeres sin reformas de gran calado, ni cambios en los estereotipos de género. Como activista a favor de las políticas públicas con perspectiva de género, me uno a las compañeras y académicas que se han pronunciado siempre a favor de institucionalizar los cambios en pro de la igualdad de género, y trabajar por erradicar los estereotipos. Estas dos metas globales nos permiten crear cambios a favor de la igualdad entre mujeres y hombres que pueden trascender grandes crisis extraordinarias como esta que estamos viviendo al día de hoy.

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