La universidad de los zacatecanos está de pie,
y sigue avanzando con paso vencedor,
goza de una gran vitalidad,
su fortaleza radica en los valores que la impulsan.
Antonio Guzmán Fernández
Escribir la historia contemporánea, función primordial del cronista, es dejar para la posteridad de manera clara lo vivido en los eventos relevantes del presente y describir de manera perceptible el ambiente y sus participantes. Esas ideas estaban en mi mente al prepararme para el cuarto y último informe del rectorado 2016-2020. El 6 de septiembre en nuestra BUAZ es un día emblemático en la tradición de rendir cuentas a la comunidad universitaria.
El confinamiento, debido a la propagación del Covid 19, desde marzo del presente año cambió nuestras vidas y, por ende, nuestra agenda institucional. La expresión “de carácter virtual” ya se convirtió en una locución cotidiana. Por lo mismo, el informe rectoral era esperado en una versión a distancia.
El majestuoso teatro Fernando Calderón, a puerta cerrada, lucía con la ambientación propia para la presentación del documento fedatario tradicional, sin embargo, la mesa de honor se transformó en un acomodo de los concurrentes en todo el foro, manteniendo la sana distancia que promueven las autoridades sanitarias. La banda de Guerra, escolta y asistentes todos, usaron cubrebocas en un ambiente de sanidad por los procedimientos químico biológicos realizados minutos antes del evento. A espaldas de las personalidades del foro, en un marco de imágenes alegóricas alusivas al cuarto informe, se reflejaba una computadora con los recuadros de las personalidades que a distancia presenciaban el evento.
La maestra de ceremonias, Lili Morones, inició el programa dando la bienvenida a la comunidad universitaria y autoridades presentes, de forma presencial o a distancia, y luego dio paso a los honores a la bandera, a cargo de la banda y escolta de la preparatoria IV; posteriormente, la soprano Diana López de Lara interpretó el himno universitario; fue la única que no usó el cubrebocas en su intervención.
La mesa de honor estuvo integrada por el gobernador Alejandro Tello Cristerna; a distancia, Carmen Rodríguez Armenta, directora general de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública; el rector, Antonio Guzmán Fernández y Rubén de Jesús Ibarra, secretario general de la BUAZ. Asimismo, estuvo la Presidencia Colegiada del Honorable Consejo Universitario (HCU): Hans Hiram Pacheco García; María Teresa Villegas Santillán; Laura Gema Flores García; José Manuel Silva Ramos; y Juan José Castro Gallardo.
En su intervención, el secretario general agradeció la presencia del gobernador y de los dirigentes de los dos sindicatos: María del Carmen Saucedo Ríos, del STUAZ, y Pedro Martínez Arteaga, del SPAUAZ. Del protocolo oficial solo mencionaré el paso de lista de los miembros del HCU por el secretario general para declarar oficialmente instalada la sesión especial. Al terminar, solicitó un minuto de silencio por los fallecidos por el Covid 19, principalmente a los de la familia universitaria. Luego, leyó los artículos de la legislación para el citatorio para atender el único punto: la presentación del cuarto informe de Guzmán Fernández. El documento fue entregado físicamente y después se proyectó un video con la información sintética de los logros de la administración.
Ahora me centro en los mensajes expresados, en principio, por el rector, que al hacer uso de la voz destacó la valía de la Universidad como fortalecimiento de la sociedad y la importancia de ver hacia el futuro. “Gracias”, dijo como un sentimiento personal cultivado en los últimos años de trabajo. Y mostrando ese sentimiento, hizo un reconocimiento a los universitarios que desde diferentes espacios han aportado material y trabajo para sobrellevar la contingencia debida al Covid 19, al personal de servicios de salud, que aún a costa de arriesgar su vida se mantienen en la línea de servicio; al gobernador, por el apoyo recibido; al subsecretario de Educación Superior, Luciano Concheiro, y a la directora general, Carmen Rodríguez Armenta, además de los secretarios del STUAZ y SPAUAZ; a los legisladores federales Mirna Maldonado Tapia y Alfredo Femat Bañuelos; a Eligio Meza Padilla, por sus 49 años sirviendo a la BUAZ, a la comunidad universitaria y a su equipo de trabajo.
La sensibilidad del rector, hombre de familia, afloró al compartir un mensaje personal de su esposa, Mabel Alfaro Rodríguez. Con la voz entrecortada leyó y fuimos partícipes de la importancia y significado de que la familia acompañe desde sus espacios las responsabilidades de un cargo administrativo.
Dada por concluida la sesión especial del HCU, se dio la palabra a Rodríguez Armenta, quien, al felicitar a la comunidad universitaria, reiteró su compromiso de apoyo desde el Gobierno federal a la institución para el cumplimiento de sus funciones.
El evento concluyó con las palabras del mandatario estatal, quien ratificó a la máxima casa de estudios de los zacatecanos como Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas; asimismo, se comprometió, respetando la autonomía, a mantener el apoyo a la institución para que esta siga siendo no solo un pilar para la educación, sino también para la vida social de Zacatecas.
De esta manera cerró un ciclo académico, pero inició otro capítulo en la vida institucional de nuestra “Amadísima”. Nuevos horizontes se vislumbran en el área de superación de los universitarios.
Así se observa el mundo desde El Mirador de Heródoto.
Hasta siempre Alexis Morón Borjas, mi ángel venezolano.
*Cronista de la UAZ
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