■ Definitivamente les está yendo bien a los agricultores, dijo sobre la temporada de lluvias
“El campo de Zacatecas se sigue consolidando como una potencia agroalimentaria”, estas fueron las palabras de Adolfo Bonilla Gómez, secretario del Campo de Zacatecas, hablando del campo y su reacción ante las inclemencias del tiempo más recientes.
“Definitivamente les está yendo bien a los agricultores, más si nos comparamos con la sequía que vivimos el año pasado, estamos viviendo un panorama mucho más alentador”, aseguró al hablar de la lluvia que ha presenciado el estado en la semana, principalmente por la llegada del huracán “Hanna” a territorio nacional.
La siembra de temporal, al momento, está trabajando principalmente con frijol, seguido por maíz, en su mayoría forrajero, y en menor medida otros granos como cebada, avena, girasol y trigo, mientras que de riego están saliendo hortalizas, también importantes.
El clima ha sido tan beneficioso, señaló, que incluso han sido muy pocas las afectaciones por el exceso de lluvias, “escasos lugares” ha sufrido desbordes en los arroyos, provocando demasía de agua o arrastrando algunos cultivos, pero son casos muy aislados.
Se descartan daños mayores en este sentido, pues “serían un caso extraordinario” que se dieran, además de que “siempre la lluvia deja efectos más positivos que negativos”.
Indicó también que es una constante que para que a Zacatecas lleguen “buenas lluvias”, en las cosas deben sufrir huracanes u otros fenómenos meteorológicos muy intensos, como fue el caso.
Bonilla resaltó que por suerte se dio un arranque oportuno a la distribución de casi 5 mil toneladas de frijol para siembra, en coordinación con Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), distribuyendo semillas, tanto como fertilizantes. Además, se estarán entregando los cheques del Seguro Catastrófico del 2019.
Enfatizó también en el hecho de que el estado se posicionó en primer lugar del crecimiento en el año 2020 del sector primario ante Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE), con un incremento del 18.2 por ciento con respecto al año previo.
Además, aseguró que no sólo los agricultores agradecen las lluvias, sino también los ganaderos, porque tras las lluvias se garantiza el desarrollo de pasto en los agostaderos y que “las presas con vocación pecuaria y los bordos de abrevadero se carguen y no haya dificultades con el acarreo del agua”.
