Cualquier gobernante en turno se enfrenta no solamente al reto de llevar las riendas de la administración pública, también se enfrenta a los obstáculos que de la misma se desprenden. En un inicio de su administración, cualquier gobernante se ve obligado a buscar tener el control del poder, si bien pudiese creerse que esto sucede en automático al momento de rendir protesta, sin embargo, al acceder al cargo se enfrenta a todo un sistema que sus antecesores prepararon para ellos poder llevar las riendas durante años.
Andrés Manuel López Obrador, al llegar a la presidencia se enfrenta a este primer reto, el de cambiar por completo lo que otros llamaron “normal”, la corrupción cimbró en todos los niveles y dependencias de la administración, intentar controlar y cambiar la actitud a todos los funcionarios públicos que durante años hicieron uso de su cargo para enriquecerse resulta una tarea muy compleja. El combate al huachicol y las agresiones hacia los militares que intentaban asegurar las tomas clandestinas son la muestra de que un presidente que tiene como objetivo un cambio de régimen no tiene fácil el sostener las riendas del poder.
Esta tarea de lograr un cambio de régimen no será sencilla, el poder económico estuvo controlando al poder político durante décadas, generaciones de políticos fueron arrojadas por decisión de quienes sostenían el poderío económico en el país, fueron seleccionados y muchos de ellos preparados par atender a los intereses de estos grandes empresarios, lograr la separación de estos dos poderes será tan difícil como lo fue la separación de la iglesia y el Estado. Serán años de ataques mediáticos de aquellos empresarios que se aferran a sostener el poder, las riendas y la toma de decisiones en el país.
Para lograr su objetivo y evitar que se logre la separación del poder económico del político, estos empresarios, cuentan con toda una camada de políticos obedientes que durante años decidieron perder el honor y su libertad a costa de amasar grandes fortunas, hoy estos personajes disfrazados de políticos emprenden una vulgar estrategia para desprestigiar al ahora Presidente y a su proyecto disfrazada de algo que ellos llaman crítica.
Todo gobierno se enfrenta también a una oposición, incluso el Presidente Obrador fue oposición durante más de 20 años, señaló los errores y la corrupción de quienes simulaban gobernar al país y estos centraron sus fuerzas usando el poder del Estado para deslegitimarlo, su error fue no haber logrado legitimación ellos mismos, esta enorme diferencia ha logrado que el Presidente y su proyecto de la cuarta transformación se mantengan fuertes, el respaldo ciudadano y la legitimidad de Andrés Manuel ha permitido que la oposición falle en todos los intentos de atacarlo.
El poder económico a través de estos políticos y medios de comunicación masiva fracasan en todo intento de embestir la figura presidencial, desesperadamente lanzan noticias falsas, señalamientos que más allá de ser críticas objetivas, resultan señalamientos vulgares fundados en el odio hacia quien busca cambiar un sistema que les brindaba beneficios.
El primer año de gobierno de la cuarta transformación no solamente ha traído cambios en el manejo de programas sociales, en la forma de llevar la administración pública, en los grandes ahorros gracias al combate a la corrupción y la austeridad republicana, ha traído consigo un incremento en los ingresos de millones de mexicanos, una economía estable a pesar de las crisis internacionales, el país está cambiando más allá de estas acciones, México está cambiando de fondo, todas las acciones emprendidas por el Presidente han sido pensadas estratégicamente para lograr un cambio de régimen que traiga consigo el respeto entre el poder económico y el político, la colaboración sana entre ambos para lograr una justa distribución de la riqueza y al mismo tiempo arrojar una nueva clase política que sea electa con el objetivo de servir a los intereses del pueblo y no de empresarios u otros políticos.
La oposición a un año del arranque de la cuarta transformación se encuentra derrotada ante un poder que resulta mucho más poderoso que el político y el económico, el poder del pueblo, es cuestión de tiempo para que este poder se sobreponga ante los otros dos y se terminen de sentar las bases para que el cambio en nuestro país sea de fondo y para siempre, una nueva generación de políticos resultará electa pronto y cambiará la forma de hacer política. ■
