■ Necesario, “volver al origen”, relacionarnos con la naturaleza a la manera de pueblos indígenas
■ Si se imprentarán todas las medidas propuestas para mitigar sus efectos, los resultados se harían visibles hasta dentro de 100 años: Álvaro García
El Cambio Climático (CC) es ya un fenómeno irreversible, pues si hoy mismo se imprentarán todas las medidas propuestas para mitigar sus efectos, los resultados se harían visibles hasta dentro de 100 años, ha advertido Álvaro García Hernández, quien cree que es necesario por esto, “volver al origen”; relacionarnos con la naturaleza a la manera en que los pueblos indígenas lo han hecho ancestralmente.
Este es el principio en torno al cual construyó el proyecto La Educación para la Sostenibilidad Ambiental con Enfoque al Cambio Climático, con el que obtuvo en la categoría individual, el Premio al Mérito Ambiental 2017 que otorga la Legislatura del estado de Zacatecas.
“Lo hacemos en torno a la necesidad de que como sociedad contemporánea, aprendamos de la cultura indígena” dijo, pues son los pueblos originarios de México quienes conservan todavía una autentica relación de sostenibilidad con el medio ambiente.
Antes de que apareciera la figura del Desarrollo Sustentable en 1987, derivada del Informe Brundtland, la vida de los indígenas ha enseñado por generaciones su respeto por los elementos naturales.
Para ellos el agua, la lluvia o los árboles son entidades divinas, al igual que los animales como el venado o plantas como el hikuri –peyote-, lo son en el caso concreto de los wixaritari o los coras, expuso.
Álvaro García Hernández, docente-investigador en la Unidad Académica de Derecho, tiene 23 años trabajando el tema ambiental y pugnando porque se introduzca en esta institución educativa, donde también se ha interesado por que el alumnado se involucre en su estudio y comprensión, entre otras formas, acercándolos a experiencias de contacto con la naturaleza.
El proyecto La Educación para la Sostenibilidad Ambiental con Enfoque al Cambio Climático tiene detrás, su experiencia con los grupos indígenas antes mencionados, de los que ha aprendido en sus viajes por la Mesa del Nayar, y el acompañamiento en tramos del peregrinaje que hacen los wixáricas hasta Wirikuta en Real de 14, “cómo se relacionan ellos con la naturaleza”.
“Hemos podido platicar” y el aprendizaje se ha estructurado en cursos y talleres ahora propuestos como un programa piloto del que han sido depositarios hasta el momento alumnos de primaria, secundaria y licenciatura.
La búsqueda es ofrecerles a los niños y jóvenes una visión de la naturaleza que no la perciba como algo susceptible de apropiación sino como proveedora de vida y recursos.
El académico observó que a pesar de que existen normas en la Constitución general y estatal como los artículos 4 y 30, respectivamente, y leyes secundarias como la General del Equilibrio Ecológico y Protección Al ambiente o la de Cambio Climático, “podemos apreciar sin embargo, que en nuestra sociedad el CC es ya un fenómeno irreversible en muchos casos”.
Se requiere entonces “volver al origen, relacionarnos con la naturaleza de la manera en que lo hacen los hermanos indígenas”.
Recordó que el lema del Día Mundial del Medio Ambiente 2017, en cuyo contexto le fue entregado el galardón, se propuso “Conectar a las personas con la naturaleza”.
“Esto viene a coincidir” con su proyecto educativo “porque definitivamente necesitamos volver como seres humanos, a relacionarnos con la naturaleza de otra manera, sin el ánimo de degradarla, destruirla o contaminarla. Por lo tanto es importante que aprendamos de la cultura indígena. Yo creo que es el mejor referente”.
El proyecto de García Hernández está propuesto como un intercambio de experiencias, de manera que se encuentra en proceso de consolidarse una organización no gubernamental “para poderles ayudar a comercializar productos, artesanías, gastronomía y de esta manera tener una asociación que genere el aprendizaje común, nosotros de ellos y ellos de nosotros”.
Hay ya un estudiante wixárica que ha cursado el primer cuatrimestre en la Unidad Académica de Derecho y se busca que otros, que actualmente están matriculados preparatoria se vinculen a esta u otras escuelas de educación superior para que se conviertan en agentes de desarrollo en sus comunidades.
Luego que se ha propuesto el tema del cuidado ambiental como un eje transversal en el Plan Estatal de Desarrollo y que se le ha otorgado el premio a Álvaro García Hernández por uno de los poderes del Estado, el Legislativo, dijo que ha platicado con la diputada Julia Olguín, presidenta de la Comisión de Ecología, sobre la necesidad de fortalecer las estrategias de carácter ambiental “y estamos en ese tránsito de que esto no se quede en un premio que se da cada año sino en acciones y proyectos que tengan forma de incidir en las políticas públicas”.
Hay entonces la posibilidad de que La Educación para la Sostenibilidad Ambiental con Enfoque al Cambio Climático pudiera incorporarse a la instrucción formal en las escuelas de Zacatecas.
El también coordinador de la organización no gubernamental Monitor Ambiental Ciudadano, dijo que el premio otorgado constituye una motivación personal a continuar, “porque definitivamente hemos optado por el camino del esfuerzo, del obstáculo, ya que no toda la gente está convencida de la necesidad de trabajar por el medio ambiente, incluso desde el ámbito profesional muchas veces se me recomendó dedicarme al derecho penal, civil o laboral”.
No obstante, él mismo se ha convertido en un agente que promueve entre sus alumnos en la Unidad Académica de Derecho de la UAZ, la opción por el derecho ambiental en el empeño de “cambiar actitudes”.
Quiere que los jóvenes conozcan la realidad de Zacatecas y por eso los lleva al semidesierto, pues cree que de la institución egresan los futuros presidentes municipales, diputados o gobernadores, “y si salen con esa visión de élite de que todo está bien, de que vamos a trabajar simuladamente para Zacatecas, entonces estamos en un verdadero caos. Necesitamos verdaderos actores sociales que cambien la realidad no solo en el ámbito del cuidado al medio ambiente sino en el tema de la pobreza, la marginación”.
“El premio yo lo agradezco, es una motivación, un incentivo académico importante, que no nos lleva más que a adquirir mayor responsabilidad e ímpetu para seguir trabajando en esto”.
