La semana pasada los zacatecanos nos encontramos en los medios de comunicación con la recurrente y alarmante noticia de que el estado nuevamente se endeudará con cantidades multimillonarias, que se añaden a la deuda que esta administración priísta de Miguel Alonso ha venido acumulando desde su inicio, hipotecando así el futuro de todos los zacatecanos.
Esto sucede en el contexto del endeudamiento nacional que también ha estado realizando la administración federal priísta de Enrique Peña Nieto desde su inicio, que llegará a 9 billones 380 mil millones de pesos, equivalente a 51.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) este fin de año, según observaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), monto que representa más del doble del presupuesto nacional de este año, que fue de 4 billones 694 mil 677.4 millones de pesos, de acuerdo al presupuesto de egresos de la Federación para este 2015 aprobado por el Congreso el año pasado.
Al inicio de la administración de Peña, la deuda interna y externa del sector público sumaba 5 billones 352 mil 794.7 millones de pesos. Dos años después, se incrementó a 6 billones 948 mil 276.7 millones, con esto, la deuda de cada ciudadano mexicano –sin importar género, sector social ni edad– aumentó de 45 mil 729 pesos al inicio del actual gobierno a 58 mil 41 pesos al cierre del año pasado. El incremento fue de 26 por ciento, y para fin de año, sumará todavía más.
Lo mismo pasa en Zacatecas. Desde el inicio de su administración, Miguel Alonso no ha parado de pedir recursos prestados, muchos de ellos, sin un destino claro hasta la fecha, provocando infinidad de señalamientos por diputados de oposición en esta Legislatura. Según el último reporte del Avance de Gestión Financiera, emitido por la Secretaría de Finanzas (Sefin), la deuda actual que mantiene Zacatecas es superior a los 10 mil 333 millones de pesos.
En 2010, Miguel Alonso heredó una deuda de 718 millones de pesos, que un año después se había disparado a cinco mil 261 millones, colocando a la entidad como la de más rápido endeudamiento en el país en ese 2011, con la llegada del primer empréstito de 4 mil 897 millones 850 mil pesos más gastos y comisiones, aprobados por los diputados, de esto, se dijo que mil 840 millones de pesos eran para pagar créditos a corto plazo heredados por la administración anterior y mil 385 millones para el pago de Ciudad Gobierno según la Sefin.
Posteriormente se solicitaron nuevamente 714 millones de pesos para la construcción de 3 bases militares; como la que está en Fresnillo sin dar resultados tangibles, más 740 millones para infraestructura y 243 millones para el supuesto rescate a municipios.
En 2012, nuevamente se pidió más dinero, con un monto superior a los 307 millones de pesos, con el teórico propósito de la construcción del cuestionado metrobús de Zacatecas, proyecto abortado a estas alturas.
Con ambos empréstitos, Zacatecas escaló posiciones para colocarse en la tabla de los estados más endeudados, en el lugar 15, creciendo 2 mil 193 por ciento, entre 2010 y 2012, según información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Ahora, este 2015, Miguel Alonso vuelve a las andadas, al buscar un tercer crédito bancario por hasta 8 mil 900 millones de pesos, que según su versión, estará destinada a pago de proveedores y terceros, así como “sanear finanzas” para la administración entrante el año próximo, lo que elevaría el nivel de endeudamiento en más de 19 mil millones, esto con los datos públicos de las distintas dependencias, sin tomar en cuenta otros posibles rubros de deuda, comprometiendo por más de 20 años las finanzas públicas de Zacatecas.
Todo esto sucede en tanto se anuncia el recorte de diversos programas de obra que realiza el gobierno del estado de Zacatecas en varios municipios, incluyendo el de mejoramiento de 23 mil 546 viviendas de familias de escasos recursos, según un informe de Sinfra, las otras obras canceladas fueron la tercera etapa de restauración del Teatro González Echeverría, en Fresnillo; arreglo de fachadas en la zona centro, también en Fresnillo y en otros lugares; la habilitación de la preparatoria Félix U. Gómez, en El Salvador; un programa de mejoramiento de imagen urbana, además del reacondicionamiento en la avenida Hidalgo, y dos proyectos para las avenidas Juárez y Torreón en Zacatecas; uno contemplaba el arreglo de fachadas y reordenamiento vial y, el otro la rehabilitación de pavimento en un tramo de Av. Torreón.
No es todo, en el de por si magro presupuesto destinado al campo de Zacatecas se contempla un recorte de alrededor de 80 millones de pesos, por lo que nos preguntamos: ¿qué es lo que está pasando? Cada vez más deuda, tanto a nivel federal como estatal, y cada vez menos obra y menos atención a la ciudadanía, es evidente que algo no anda bien. El gobierno no puede seguir con esta dinámica de endeudamiento, la mayor parte de este, sin sentido, la realidad social es de una ciudadanía con cada vez menos recursos, los municipios ahogados presupuestalmente, la gente no aguanta mucho más.
Todo esto es el resultado de un régimen priísta corrupto y agotado que vive endeudándose, enriqueciéndose y endosando el pago a la sociedad. Ya no queremos más deuda. Urge un cambio de régimen, que incluya un nuevo modelo económico, con finanzas limpias, con una nueva política federalista, que apoye a los municipios, que otorgue los servicios y la seguridad que la ciudadanía demanda, nada nuevo puede surgir de un régimen jurásico, enriquecido y corrompido, y sólo con la suma de voluntades de la sociedad podremos rescatar nuestros municipios, rescatar Zacatecas y rescatar a México. ■
