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viernes, 26 abril, 2024
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Más allá del “destape”

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Por: GABRIEL CONTRERAS VELÁZQUEZ •

  • Agenda Política

Los medios de comunicación locales han apostado por dar un significado político electoral a la celebración que realizó el coordinador de delegados de la Secretaría de Desarrollo Social, Pedro de León Mojarro, unos días atrás, con motivo de su aniversario. Sin embargo, la fácil adjetivación de la reunión, deja a un lado elementos concretos que no hay que perder de vista.

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En primer lugar, el brazo derecho de la encargada del despacho de las políticas de Gobierno Federal en materia de contención de los estándares de pobreza en el país, Rosario Robles Berlanga, concretó la visita de una treintena de alcaldes, unos pocos legisladores, militantes del partido del gobierno y secretarios del gabinete estatal, en un evento donde su papel como coordinador de delegaciones no perdió centralidad.

Segundo. Evidentemente dicha festividad se presta para la asimilación de una precoz pre candidatura, pero carente de un partido político que la apadrine. No debe de confundirse “fracción” o “facción” política, con partido político. Este último es quien tiene el monopolio legítimo de la designación de candidatos a puestos de elección popular, mientras que las facciones/fracciones políticas se encuentran al interior de cualquier partido u organismo de naturaleza política.

Por default se puede pensar que el coordinador federal debería ser cobijado por el partido en el gobierno. Ello dependerá, en su totalidad, de la designación de la nueva dirigencia estatal del Revolucionario Institucional en los próximos días. Las condiciones políticas al interior del instituto previenen una jornada abierta, donde una fracción de la militancia (elegida de acuerdo a las necesidades de la actual dirigencia) será convertida en Consejo Político Estatal, y se encargará de designar a la próxima fórmula de presidencia y secretaría del partido.

Como causa de la gestión política de la actual administración, el partido habrá de aterrizar un posible acuerdo donde la facción “alonsista” del PRI pueda converger y construir a lado de la militancia original, y/o con mayor tiempo de trabajo al interior del instituto local. Esta fractura interna, originada por la hospitalidad del tricolor al capital político del gobernador Alonso Reyes, y ensanchada por el consenso mínimo que el gobierno ha mostrado, al buscar imponer perfiles de su agrado y conocimiento, debería ser el obstáculo que el partido tendría que sortear. Ese conflicto interno que los tiene divididos hasta en el lenguaje: los “rancios” vs los “alonsistas”. Sin embargo, aún no se percibe un intento de unidad, sino más bien un simple acomodo de los cuadros.

Debido a lo anterior, no resulta ajeno que haya, entre la clase política, quienes dispersen la percepción de que Pedro de León sería un buen aliado en la disputa entre pares priístas, para decidir el futuro del partido. El perfil del coordinador de delegados de la Sedesol, antes delegado especial del PRI estatal, es llamativo para quienes difunden esa opinión en cuanto a su capacidad de construir más amistades que antagonismos.

Tercero. No hay que olvidar además, que la actual reforma político electoral ha establecido las bases para la participación de las candidaturas independientes. Sin tener los mismos privilegios que la postulación a un cargo público, de la mano de un organismo político, los independientes deberían ser una probable opción para quienes muestren tener el capital político suficiente. Está por verse, también, la relación que extienda el Gobierno Federal con estas nuevas figuras político electorales.

Cuarto. El coordinador de delegados ha negado que se encuentre a la búsqueda de la gubernatura en 2016. Como lo señalé en el punto uno. Pedro de León se mueve dentro de los tiempos electorales. Conoce la normatividad, y aprovecha sus resquicios interpretativos. Tiene además, un lugar estratégico en la estructura de Gobierno Federal, que le permite encabezar reuniones multitudinarias con presidentes municipales, y sacar provecho del arma electoral más poderosa desde su creación, en el gobierno de Carlos Salinas: la plataforma común de los programas sociales (Solidaridad, Oportunidades, Cruzada contra el Hambre, etc.).

Quinto: La política social de Gobierno Federal, y la política social del Gobierno estatal, han sido usufructuadas por dos agentes políticos: el gobernador estatal, y el coordinador de delegados de la Sedesol. ¿Qué otra figura pública podría medirse con el gobernador en términos de percepción pública, y de resultados de la política social? ¿En verdad tiene que “pedir permiso” para este tipo de eventos?

Sexto: ¿Para qué buscar una diputación federal, y luego la candidatura a gobernador, cuando la próxima Legislatura federal palidecerá del protagonismo que mantiene la 62 con la puesta en práctica de las reformas estructurales? Los senadores y probables candidatos a gobernador David Monreal, Alejandro Tello y Carlos Puente (más éste que los otros) perderán el protagonismo que les ha ofrecido la vitrina de las reformas y sus leyes secundarias. Mojarro, a diferencia, mantendría la gestión con municipios, estados y Federación. ■

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