El modelo económico no se ve rebatido sino reforzado por las llamadas reformas estructurales que se han aprobado en estos últimos meses. La reforma laboral flexibiliza las condiciones de contratación y abarata el costo de la fuerza de trabajo; y es justo la propuesta neoliberal para la gestión del mercado de trabajo; y el discurso con el cual se presenta la energética, es la eliminación del ‘monopolio’ de Pemex y la entrada a la muy neoliberal competencia en el mercado mundial.
Si es un modelo de crecimiento que justamente no ha podido mejorar la economía de los mexicanos, ¿por qué continuar por ese mismo camino? Lo que ha generado este modelo es la continua e incesante persistencia de la pobreza. Si observamos la experiencia de los países latinoamericanos que ahora mismo tienen resultados positivos en crecimiento y disminución de la pobreza, es porque justamente emprendieron importantes cambios en el modelo neoliberal que también sufrían. Sin embargo, México no cambia de modelo, sino que lo profundiza.
El daño que ha generado este modelo es de tal magnitud que ha llegado al nivel de romper las estructuras sociales. Y dicho estado de rompimiento se convierte en causante de la reproducción de la desigualdad y pobreza. El rompimiento genera, por ejemplo, una desigualdad-sólida o estado de exclusión sistemático: una estructura de esclusas sociales que rompen la unidad social. Veamos esta estructura de esclusas en tres ámbitos: económico, político y social. (1) Esclusas Económicas: compartimientos por grupos de ingreso, que se ve en la falta de movilidad social y sus indicadores son la persistencia de pobreza y desigualdad, que a su vez se transparenta cuando los agrupamientos de la población por deciles no varía a lo largo de tres años (y llevamos 3 décadas). (2) Esclusas Políticas: cuando la relación entre representantes y representados está rota, por un lado; y cuando no hay participación ciudadana en la estructura del gobierno. Las esclusas políticas crean castas al interior de la clase política.7
Lo contrario de esta situación es un Estado organizado con principios de Gobernanza (o gobernabilidad democrática), y un sistema de partidos políticos con legitimidad. Un indicador que funciona para transparentar esta situación es la confianza de los ciudadanos en los partidos y en el apoyo de la población a la democracia, la cual está en el subsuelo. (3) Esclusas Sociales: segmentación social, o cuando los diferentes estratos sociales están separados y sin comunicación o vínculos entre ellos. Además, sin potencia organizativa. Estos dos aspectos se ven a través de dos indicadores: el de segregación espacial (urbana) y el de capital social, que ahora mismo está fragmentado.
Es decir, en una estructura de esclusas sociales, deja de haber movilidad ascendente en los estratos sociales, hay una deslegitimación continua del sistema político, notable segregación espacial de los estratos sociales y una perseverante fragmentación social que se observa a través de un bajo capital social. He aquí el efecto de 30 años de neoliberalismo es México. ¿Qué efectos tendremos ahora que se ha legalizado más neoliberalismo? Es fácil deducirlo.
