El contexto.
A propósito del debate sobre el cuestionamiento y rechazo de los nuevos libros de texto (LTG) que aún no llegan a las escuelas, habría que comenzar por dejar claro que: México no es la URSS, ni viene ni esta inmerso en una revolución socialista; López Obrador dista mucho de ser Lenin, la secretaria de educación, Leticia Ramírez en nada se parece a Lunacharski; y Marx Arriaga (nuestro Marx) con todo y lo marxista que pudiera ser, pocas coincidencias guarda con Makárenko. Entonces de donde sacan que los nuevos libros de texto gratuitos son comunistas. Cierto que en sus contenidos aparecen algunas ideas sueltas ligadas al léxico marxiano y contienen algunas orientaciones de la escuela crítica y pedagogía moderna de la escuela activa con propuesta de Montessori y de Pablo Freire. Pero hasta ahí.
Tan pronto y terminó el ciclo escolar recién pasado al comenzar a transportarse los LTG a los almacenes de los estados para su entrega cuando inicien las clases, no faltaron quienes a veces sin conocerlos empezaron a criticarlos encontrándoles errores, pero, sobre todo; criticándolos porque buscan ideologizar a los maestros, por contener ideas extrañas para los niños y atentar contra la moral y las buenas costumbres de los alumnos y los padres de éstos.
Tan pronto y se consumó la independencia de México las élites y la clase política de la nueva nación hicieron de la instrucción una de sus mas caras apuestas. En un país que contaba entre el 80 y 90 por ciento de analfabetas, veían en la adquisición de las luces como llamaban a la educación la mejor vía para formar ciudadanos responsables que además de que fueran conscientes de sus obligaciones, supieran también ejercer sus derechos. A lo largo del México independiente y hasta la Revolución aparecieron al lado de la instrucción pública, conceptos como la enseñanza libre que permitía la apertura de escuelas privadas y la libre enseñanza o libertad de catedra para adoptar el método y los libros que los maestros escogieran. La legislación federal como la de los estados propugnaba (en el papel) que la instrucción publica debería ser además de gratuita, obligatoria (universal); pero también uniforme. El uso de los LTG mantiene este criterio de la uniformidad.
La característica de laica todavía no aparecía por lo que al seguirse enseñando la religión como ramo de moral, gobierno y familias no llegaron a conflictuarse. Esto ocurriría después con Calles y Cárdenas.
Hoy es distinto. Al no enseñarse en las escuelas públicas temas religiosos, todo enfoque e ideas que sectores de la sociedad no comparten en los libros escolares es motivo de queja y protesta al considerar que atentan contra la moral cristiana y las buenas costumbres. Que le vamos hacer, seguimos siendo un pueblo conservador.
El texto.
Los cuestionados libros de texto del obradorismo son la propuesta de un nuevo paradigma. De un nuevo modelo educativo según se infiere. Lo que no entienden sus críticos y sus enemigos es que en el fondo dejan de lado el enfoque neoliberal basado en el “desarrollo y competencia laboral” como declaró la gobernadora de Aguascalientes; enfoque que fomentaba el individualismo por medio de la adquisición de competencias. La nueva orientación de los libros que están siendo rechazados da prioridad a lo colectivo y lo comunitario. Se les cuestiona que han borrado las asignaturas tradicionales y de que los niños dejaran de aprender la aritmética, la lengua materna y las demás materias cuyos contenidos antes venían por separado en sus respectivos libros. Con el nuevo modelo de enseñanza aprendizaje llamado con el nombre genérico de “Nueva Escuela Mexicana” se pretende que los conocimientos se adquieran mediante la solución de problemas enmarcados en proyectos. Es una especie de enseñanza modular en la la inter y transdisciplinariedad se hacen presentes. Ergo, un tema (problema proyecto) como pudiera ser el del calentamiento global implica adquirir nociones de historia, geografía, ciencias naturales y matemáticas; amen de economía. Niños y jóvenes al indagar y tratar de conocerlo aprenderán conocimientos de varias disciplinas. La “Nueva escuela mexicana” con su método y enfoque busca sustituir a la escuela tradicional que descansa en la educación bancaria como apuntara Paulo Freire por una pedagogía en la que estando al centro la comunidad y los sujetos, estos desarrollen una consciencia como tales y se involucren en los asuntos de su comunidad. Los nuevos LTG se sujetan al Plan de estudios 2022. Éste combate la sociedad patriarcal, el mercantilismo, la educación competitivo laboral. Rechaza las pruebas estandarizadas y apuesta a la autonomía de los maestros para “contextualizar” los contenidos. Pretende que los estudiantes aprendan a partir de sus necesidades y ve en la comunidad al núcleo integrador de los procesos de enseñanza. No suena mal.
Pretexto.
Los argumentos y razones para rechazar los libros son una variopinta gama de motivos que esgrimen los adversarios de la 4 T. Pareciera mas una lucha política ideológica que están esgrimiendo los adversarios del presidente y de sus programas de gobierno. En santa cruzada la aparición de los nuevos textos escolares ha sido el mejor pretexto para que la vetusta UNPF, el PAN cuyo dirigente están pidiendo quemarlos y arrancarles las hojas cuyos contenidos no están acordes a su idiosincrasia, secundado por los gobernadores de del blanquiazul. Todos ellos cubiertos bajo un manto de oscurantismo adornado con prejuicios se han erigido en los modernos Torquemada. Con ello buscan llevar agua a su molino aprovechando oportunistamente la coyuntura electoral rumbo al 2024.
