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viernes, 3 mayo, 2024
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■ No deben quedar amarradas por su autonomía

Las universidades ya no deben ser una torre de marfil: Axel Didriksson

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Por: MARTÍN CATALÁN LERMA •

En la actual coyuntura de transformación social y política en el país, “las universidades ya no deben ser una torre de marfil amaradas en su autonomía” y por tal motivo la nueva política educativa asignará presupuesto y recursos a las instituciones con base en su vinculación con los grandes problemas sociales, afirmó Axel Didriksson Takayanagui, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)

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Durante su conferencia magistral “Perspectivas de la Educación Superior, la ciencia y la tecnología en el marco de las políticas nacionales e internacionales”, impartida en el marco del Congreso Internacional “Miradas desde las Humanidades sobre Realidades Emergentes” organizado por las Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ), afirmó que en este momento hay un proceso de reorientación de la política pública educativa y en esta coyuntura las universidades deben ejercer una autonomía responsable en la que se establezca que son un bien público y social que tienen obligaciones respecto a la solución de los problemas locales, regionales y nacionales.

Indicó que, “de aquí en adelante, las evaluaciones y los procesos de cambio que ocurren en la política pública implicarán la relocalización de los recursos financieros a las universidades y estas van a estar determinados por su articulación a problemas sociales nacionales”.

Comentó que en este momento ya se trabaja en una redefinición de vinculación y articulación de las universidades a la solución de los problemas sociales fundamentales, por ejemplo, la Universidad de Sonora y el Instituto Tecnológico de Sonora están innovando procesos de articulación de software y modelos de dispositivos electrónicos y un área de tecnología disruptiva para el trabajo con el litio.

Didriksson Takayanagui recordó que en Sonora hay una de las minas abiertas más importantes del mundo, pero México no cuenta con la tecnología para procesar el litio y por ello es necesario impulsar que las instituciones de educación superior trabajen en áreas de conocimiento interdisciplinarias con una visión que aluda a esa problemática.

Según expuso, otro ejemplo es el tren transístmico que desarrollará y apuntalará la economía del sureste del país y ahí ya participan las universidades politécnicas y tecnológicas, pues se trata de un proyecto que implica la cobertura de oferta laboral en todas las áreas del conocimiento.

En el caso de la BUAZ, consideró que debe vincularse con problemas sociales en torno a la migración, al patrimonio cultura, a la minería, ya que el estado se enfoca en estps sectores productivos.

Desde su perspectiva, la máxima casa de estudios de la entidad está trabajando un nuevo modelo interdisciplinario de manera exitosa y también tiene relación con problemas nacionales y valores agregados importantes como cadenas de valor hacia la migración, la cultura, la agricultura y la minería.

Didriksson Takayanagui reiteró que “la tesis, a partir ahora, es que los recursos, los planes y programas de estudio y las áreas de conocimiento van a estar determinadas por su articulación, vinculación e incidencia de las instituciones de educación superior con los grandes problemas nacionales”.

Concluyó que esa articulación debe hacerse desde los posgrados de las universidades, el Sistema Nacional de Investigadores y los programas de licenciatura y su articulación con el bachillerato.

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