Docentes de la Escuela de Trabajo Social, quienes solicitaron anonimato, denunciaron a la directora Carmen Herrera y a varios funcionarios de la institución por incurrir en abusos e irregularidades que afectan a los docentes, entre ellos aplicarles descuentos a su salario de manera arbitraria.
“Hay tres directivos que causan mucha tensión y malestar entre la planta docente, lo que repercute severamente en la calidad del trabajo que hacemos frente a grupo, así que con todo esto somos dos comunidades afectadas: los profesores y los estudiantes”, expresaron.
Precisaron que la denuncia la hacen de manera anónima “por temor a más medidas de sanción por parte de estos personajes que causan miedo, tensión, confusión, inconformidad, incertidumbre, desmotivación, y ganas de aventar la toalla”.
En primer momento se refirieron a la directora de la Escuela de Trabajo Social, Carmen Herrera, a quien acusan de “ocultar sus incapacidades con malos tratos, gritos y metiendo presión ante las solicitudes que hace en modo arbitrario”.
Señalaron que, después de un año y medio de haber sido nombrada como directora de la escuela, hasta el momento no ha dado a conocer su proyecto académico, por lo que los profesores no conocen los objetivos que persigue la institución.
Además de esa situación, señalaron que la directora constantemente se muestra autoritaria al momento de asignar actividades laborales, pero protege a su hijo que funge como intendente a pesar de que ha incurrido en varias indisciplinas.
Sobre el subdirector administrativo, Francisco Maciel Hernández, denunciaron que ha realizado descuentos ilegales al personal por supuestas faltas y retardos, y a pesar de que se ha evidenciado que sí se acude a laborar, él solamente responde que no hay nada qué hacer, y que solo cumple órdenes de la dirección. Además, recordaron que este funcionario apareció en la Auditoría Superior del Estado por autoasignarse una doble plaza.
“Lo que la directora y el administrativo no reconocen es que piden con severidad la puntualidad y la asistencia, pero no hay respeto a la hora de nuestra salida y cuando se señala esta o más incongruencias las autoridades responden en modo agresivo con amenazas”, agregaron.
Por su parte, la subdirectora académica es una mujer muy estricta que está vigilando el que se cumpla el horario de clase al inicio y fin, infunde mucha presión cuando pide productos como planes de trabajo, avances en los proyectos de investigación y demás colaboraciones académicas que se tienen que hacer.
Por último, indicaron que Blanca Grajales, subdirectora académica frecuentemente tiende a perseguir a los profesores por medio d solicitudes de trabajos o productos de un día a otro, y cuando hay algún cuestionamiento responde que todo se irá al expediente y que son órdenes de la directora que hay que acatar.
En este tema, precisaron que de parte de los profesores no hay problema en realizar las actividades que se indiquen, pero el problema reside en que la funcionaria “ha discutido de manera muy violenta casi con la totalidad de los profesores, debido a que recibimos órdenes cruzadas o incongruentes, se cometen constantemente errores y ninguno de los tres los reconoce como propios”.
