El éxito y el reconocimiento no siempre es fruto del trabajo, el esfuerzo y la dedicación, en ocasiones es el resultado de la casualidad y el infortunio, eventos de los que se vale la caprichosa Diosa Fortuna para que sus hijos ejemplares y selectos dejen sus nombres grabados en la historia
El Dr. Crawford Williamson Long ejercía su oficio en la comunidad rural de Jefferson, Georgia, corría el año de 1842, su paciente James M. Venables presentaba dos tumoraciones en el cuello mismos que le ocasionaban un dolor intenso, motivo por el cual decidieron extirparlos, aunque a James le angustiaba cómo toleraría dicho evento, fue cuando Crawford le comentó que durante sus años de estudio él y algunos compañeros habían tenido momentos de esparcimiento inhalando un gas y, que, en varios de esos momentos se habían dañado sin haber sentido molestia alguna, todo esto se percataban al pasar el efecto de ese gas, entonces pusieron fecha al procedimiento, 30 de marzo del año en curso, la paga 2 dólares, éxito el resultado, nombre del gas: Éter sulfúrico. Long era demasiado inteligente como para no intuir que la historia de intervenciones quirúrgicas cambiaria de manera radical. Se cimentaban los grandes avances de la Cirugía, gracias a los gigantes avances de la Anestesiología.
Horace Wells después de haber abandonado la idea de hacer carrera monástica se hace dentista, él y otros tuvieron contacto con el óxido nitroso, observaron que tenía propiedades anestésicas y así estuvo ensayando con algunos pacientes hasta que el destino lo puso en contacto con el Dr. John Collins Warren, cirujano en jefe del Hospital General de Massachusetts, y le plantea la idea de que opere a un paciente bajo los efectos del óxido nitroso, a regañadientes Warren acepta y el 10 de febrero de 1845 ejercieron dicho acto, fue un rotundo fracaso, probablemente el peso y la talla del paciente fueron factores determinantes y Wells no los tomó en cuenta, ¿pero qué evento científico no ha pasado por esto?
Mientras tanto, William Thomas Green Morton, discípulo de Wells, seguía usando el óxido nitroso con relativos éxitos, hasta que un colega de él de apellido Jackson le sugiere que practique con éter, aquel gas de los triunfos de Long y que hasta el momento no había hecho del conocimiento del dominio público, Morton opera el 30 de septiembre de 1946 a Ebent Frost con un éxito que lo llena de entusiasmo y le pide a Bigelow cirujano ayudante de Warren para que se de otra oportunidad a la anestesia y no se prive a la humanidad del beneficio de la misma.
A la edad de 68 años Warren acepta y cita a la comunidad científica al sitio donde siempre operaba, lugar que como característica arquitectónica tenía una cúpula de cristal.
El paciente Gilbert Abbot portador de un absceso mandíbular accede al quirófano, los médicos expectantes, los comentarios encontrados, la sonrisa sardónica de los escépticos, la solidaridad de los de la fé, de los camaradas, de los creyentes. Warren se retrasa, pero en cuanto entra a su pequeño feudo el murmullo se aplaca, silencio total, ¡Podemos empezar! Morton pide unos momentos, se acerca a su paciente e inicia su ritual y después de unos minutos con energía y autoridad responde… ¡DR. SU PACIENTE ESTA LISTO!!! Warren incrédulo incide, extirpa, explora, otea, por primera vez, sin prisa, con calma, con el tiempo a su favor y no en su contra como anteriores ocasiones, sutura y pensativo termina… el público en espera, en ansiosa espera, el cirujano, el cirujano en jefe piensa sus palabras y las dice ¡CABALLEROS ESTO NO ES NINGUN TRUCO!, ese cirujano que fue testigo de los dos hechos relevantes en la historia de la anestesia general, el primero un rotundo fracaso, el segundo un éxito total.
La fecha: VIERNES 16 DE OCTUBRE DE 1846. Justo hace 169 años
Long espero demasiado ya que publico sus trabajos hasta 1949 y eso le robo la gloria.
Hay muchos personajes antes y después de estas fechas, personajes importantes gracias a los cuales la Anestesiología ocupa hoy el lugar en el que se encuentra. Pero en cualquier escenario en el que un Anestesiólogo/Anestesióloga se encuentre el espíritu de estos científicos exploradores están presente. ■
*Anestesiólogo-Algiólogo.
Manuelbautistaromeroyahoo.com.mx
