Se entiende por reforma educativa a la acción y efecto de reformar y reformarse, de modificar o enmendar algo; así como al proceso de socialización de las personas a través de la educación, ello significa que en su concepción global, el objetivo de toda reforma educativa debería ser el de promover aprendizajes y construcción de conocimientos para desarrollar una cultura con enfoque social. La noción de reforma educativa se utiliza para referirse a la modificación del sistema educativo con el objetivo de mejorarlo, este tipo de iniciativas tiene múltiples aristas puesto que debe desarrollarse desde diferentes perspectivas y de acuerdo al análisis de la situación que hayan realizado quienes impulsan las reformas.
En mi concepción, hasta el momento la reforma educativa ha ido de fracaso en fracaso, ello se debe a las acciones malintencionadas de tres organizaciones: El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), la organización mexicanos primero y el Gobierno Federal; poniendo como brazo ejecutor a la Secretaría de Educación Pública; estos son los verdaderos promotores de la mal llamada reforma educativa. Los foros de consulta que se realizaron tiempo atrás solo sirvieron para desoír las opiniones y propuestas de los maestros pero no para ser tomadas en cuenta, fue una mera simulación orquestada por las organizaciones antes mencionadas en colusión con el SNTE.
En torno a toda imposición constitucional derivada de la reforma educativa, se han institucionalizado una serie de leyes y reglamentos, mismos que creo ni los mismos “actores intelectuales” de la reforma los han entendido. Olvidaba mencionar a un órgano constitucional llamado Congreso de la Unión, quien tuvo participación fundamental en la aprobación de la reforma, un congreso que se equivocó al aprobarla puesto que éste no sabe mucho de educación. Es inadmisible cómo de una manera ligera e irresponsable los legisladores le apuestan a la reforma como la que redimirá al sistema educativo, considero que tanto el Gobierno Federal como los legisladores y quienes “colaboran” con ambos, se han conducido de una manera indolente e insensible ante los reclamos y señalamientos críticos de docentes e investigadores que tienen el pulso real de un sistema educativo caduco, ineficiente y necesitado de verdaderos actores del hecho educativo.
El magisterio se encuentra desprestigiado principalmente por el mismo sistema de gobierno y la organización mexicanos primero, esto lleva una finalidad: apoderarse de la educación para que deje de estar al servicio de la sociedad en general y quedar en manos de monopolios. No me puedo imaginar el conflicto social que se le vendría a un gobierno que de suyo, ya se encuentra deslegitimado. Una organización que se dice autónoma, descentralizada, con personalidad jurídica propia y hasta desconcentrada como lo es el INEE, solo ha seguido el juego a decisiones cupulares, adoptando públicamente una pose de inconformidad y descontento; esta organización es quien con sus instrumentos descontextualizados y punitivos pone a los docentes o aspirantes a ser docentes en un tormento que dura 9 o más horas. No es con este tipo de exámenes como se seleccionarán a los “mejores” maestros. Fíjense nada más lo que le interesa a la presidenta consejera de este instituto; “no cumplir con lo establecido en la reforma educativa, es atentar contra el artículo tercero de la carta magna”, magnas deberán ser las acciones para fortalecer al sistema educativo mexicano.
Reitero, el desorden que impera ante la “ejecución de la reforma educativa”, solo ha confundido más a los maestros, a grado tal que están haciendo saber que como tales no responden a las necesidades del sistema educativo, que lo único que quieren es que éste sea de calidad, me pregunto ¿realmente la calidad educativa se garantizará aplicando solamente exámenes a los maestros? ¿Por qué no se le apuesta a la formación y actualización de maestros para estar en posibilidad de garantizar dicha calidad? ¿Habrá calidad educativa cuando los centros escolares carecen de infraestructura y equipamiento adecuados?
Concluyo, una reforma educativa deberá impulsarse a partir de un amplio consenso social, ya que la educación atañe a toda la sociedad y nunca debe depender de una ideología o del gobierno en turno dado que el estado no debe ser educador sino promotor de la educación. Cuando la reforma educativa obedece sólo a los intereses de la autoridad de las hegemonías, suele tratarse de una decisión política para difundir una visión sesgada de la realidad y para formar a las nuevas generaciones de acuerdo a una ideología dominante. ■
