Heredera de las ruinas morales de las élites criollas por la preservación del agandalle directo, la ultraderecha mexicana agrupada verídicamente bajo las siglas del PAN, PRI Y PRD, está considerada en los actuales momentos de la patria, como un verdadero hoyo sin fondo, donde los peligros afloran: el sabotaje, la posibilidad del magnicidio, auto victimizarse, movilizar miles de millones de pesos para la compra de voluntades, transar, irse por el cordel más frágil para el derrumbe de las instituciones y de las mismas elecciones ya en puerta.
Ya lo asumen: somos de derecha, lo enuncian con cierto orgullo, antes, con temor por el escarnio y el contubernio directo con los fraudes electorales y que en sus cuartos de guerra las conspiraciones contra lideres populares de la izquierda, llevaran el sello inigualable de la cárcel, la fosa, el destierro o simplemente lo mas fácil, comprarlos directamente con mucho dinero, tal es el caso de los chuchos perredistas, Acosta Naranjo y un sinfín de periodistas y de intelectuales de poca monta que disfrutan con sus familias en verdaderos banquetes en los países más mágicos del mundo.
Ese es el precio.
Esa la afrenta.
Hay millones de niños mexicanos en el centro de las tormentas, millones de jóvenes deseosos de vivir en paz, las angustiantes jornadas de las depresiones por la desaparición forzada, el rapto, el secuestro, la venta de órganos, el trasiego de drogas y el lavado de dinero, el suicidio diario, las enfermedades producto de ser el país mas obeso de la tierra, conducen a que los bandos se dividan y se contemplen con rabia y con furor, dos proyectos de nación, el de una derecha dispuesta a todo por seguir literalmente robando, y la otra visión, quizá mas fuerte que nunca, la de una izquierda con alianzas y regeneraciones que aglutinan en la cordura, una visión y la concretización del desarrollo, la justicia, la paz, la calma en los hogares mexicanos.
Estamos viviendo una de las etapas mas cruciales en 200 años, donde el poder civil dio en la clave de que lo más importante siempre serán las políticas populares que sean de verdad y no una falacia, el habla popular siempre acierta y les endilga respecto a los activos del hampa de la politiquería más barata y rapaz: a robar y a gozar que el mundo se va acabar, a fregarse al prójimo porque si no este me fregará a mí y ahí es donde mas de 250 mil armas prohibidas provenientes del vecino país del norte, ingresan ilegalmente para darle caudales a la muerte y al espanto.
La derecha se la juega.
Las fuerzas populares de la izquierda y del centro, se someten a la vorágine de su propio ritmo libertador, agudamente leal a sus programas de gobiernos que de inmediato benefician a los mas desarrapados y escaladamente abrazan a los jóvenes y ancianos y discapacitados y empresas juveniles a que acudan a la senda de lo nunca antes visto en nuestro país.
Cuando el gran Ponciano Arriaga Leija, -padre de la constitución de 1857-con su 1.90 de estatura, flaco y siempre con sus labios húmedos-a si lo describen las crónicas del tiempo- fundaba en sus 21 años las procuradurías de los pobres en su natal San Luis Potosí, particularmente se enfrentaban a que lo mas inmediato era que sus pobladores tuvieran algo de ropa, comedores populares, medicinas, trabajo, sacar de las cárceles a cientos de hambreados que habían sido objetos de detenciones por haber robado un huevo, un bolillo, una cobija, mientras las calles estaban repletas de ebrias y ebrios tirados y dormidos, en una mona muy bien contemplada por las altas clases pudientes, que no permitían que los descamisados y descalzos, caminasen por las acera, sino por la tierra polvosa de sus calles y jamás por sus plazas muy bien adornadas, cuando eran fines de semana o días festivos de la famosa Jamaica.
En esa época eran los conservadores los que daban migajas y les valía un comino la justicia y la oportunidad para la gente mas pobre, incluso para una clase media que apenas venia creciendo con muchos esfuerzos.
Hoy es una derecha mexicana con apoyos mundiales, principalmente de los Estados Unidos, Canadá, España, venezolanos en Colombia y Panamá y hasta los macristas argentinos que financian el anarko capitalismo más voraz de que se tenga memoria.
