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domingo, 19 mayo, 2024
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Vida académica, administrativa y estudiantil de la UAZ en los años noventa (Parte 7)

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Por: Juan Manuel Rivera Juárez •

En continuidad con las consideraciones estudiantiles sobre el Sistema de Becas, en opinión de los estudiantes universitarios, un análisis del ejercicio presupuestal de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) en los últimos veinte años evidenciaba que la distribución del presupuesto siempre se había orientado en detrimento de las prestaciones estudiantiles. Señalaban que a diferencia de los sectores de maestros y trabajadores que defendían sus intereses, a los estudiantes por carecer de una organización fuerte y sólida se les desfavorecía. Se convocaba al sector estudiantil a tener una participación más organizada, consciente y unitaria para recuperar la importancia que como sector mayoritario tenían en la Universidad.

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En los 90’s este sector manifestaba haber abandonado la clásica actitud estudiantil contestataria por estéril y para dar inicio a una etapa más propositiva a partir de los siguientes planteamientos:

  • Con el objeto de mejorar el servicio de comedores, se propuso el fideicomiso estudiantil, que con nuestra participación permitirá el uso y aprovechamiento al máximo de las instalaciones con que cuenta la Institución en las áreas de producción.

En la asamblea de becarios del 20 de septiembre de 1990, se decidió que la inversión del fideicomiso se enfocara a tres grandes rubros de inversión.

  • Producción. Producción de materias primas e insumos a comedores universitarios que mejoren la calidad y cantidad de la dieta. (huevo, carne de bovino, ave, caprino y derivados; además de frijol, otras legumbres y frutas).
  • Comercialización. Compra y venta de productos de la región, excedentes de la producción, utilizando espacios de la UAZ, especialmente el Pasaje Comercial.
  • Un sistema universitario de rifas y sorteos. Lo que implicaba la participación de todos los universitarios, que involucren a la sociedad en apoyo de la Universidad.
  • Emplazaban como demanda impostergable el que la UAZ recupere los espacios e infraestructura que eran de su propiedad, específicamente el Pasaje Comercial el que se tenía concesionado a particulares, de los que obtenía una recuperación económica irrisoria.
  • Convocaban a la realización del Primer Foro de Estudiantes Becarios, en el mes de noviembre del mismo año, en donde habría que discutirse y resolverse sobre la reglamentación de las becas, el financiamiento de las mismas y las perspectivas y alternativas de solución para las prestaciones estudiantiles.
  • Demandaban el inicio inmediato de la construcción del albergue estudiantil, así como la instalación del comedor central en el local que actualmente ocupaba la Biblioteca Central.
  • Solicitaban que la Rectoría gestionara ante el Gobierno del Estado y la Procuraduría General de la República la donación de bienes e inmuebles que sean asegurados o decomisados por esta dependencia en su campaña permanente contra el narcotráfico y que estén relacionados con delitos contra la salud, mismos que pueden ser susceptibles de aprovechamiento como fuentes adicionales de financiamiento de las prestaciones estudiantiles a través de proyectos académicos-productivos.

De acuerdo a las Actas de las sesiones del Honorable Consejo Universitario (HCU), el comportamiento en la asistencia de los consejeros en los años 1988, 1989 y 1990, fue el siguiente. Los documentos registran la fecha de la sesión, el número total de consejeros asistentes (sin distinción entre maestros y alumnos), más la presidencia.

19 de septiembre de 1988: 31 consejeros.

22 de septiembre de 1988: 68 consejeros.

3 de octubre de 1988: 58 consejeros.

6 de octubre de 1988: 56 consejeros.

15 de noviembre de 1988: 64 consejeros.

21 de noviembre de 1988: 66 consejeros.

28 de noviembre de 1988: 65 consejeros.

26 de abril de 1989: 66 consejeros.

27 de abril de 1989: 67 consejeros.

3 de mayo de 1989: 59 consejeros.

8 de mayo de 1989: 61 consejeros.

9 de mayo de 1989: 63 consejeros.

En las sesiones comprendidas entre el 26 de abril y 9 de mayo de 1989 fue discutido y aprobado el Reglamento del HCU.

18 de mayo de 1989: 34 consejeros.

21 de mayo de 1989: 36 consejeros.

9 de mayo de 1990 se cita a los integrantes del Colegio Electoral para la elección de nuevos consejeros.

16 de mayo de 1990: 65 consejeros.

22 de mayo de 1990: 74 consejeros.

28 de mayo de 1990: 61 consejeros.

29 de mayo de 1990: 39 consejeros.

31 de mayo de 1990: 64 consejeros.

5 de junio de 1990: 70 consejeros.

6 de junio de 1990: 47 consejeros.

11 de junio de 1990: 57 consejeros.

18 de junio de 1990: 61 consejeros.

19 de junio de 1990: 57 consejeros.

20 de junio de 1990: 50 consejeros.

El número total de consejeros era de 166, 39 de los cuales perdieron el carácter de tales por diversas circunstancias. Como se puede apreciar nunca asistieron los consejeros en número suficiente para lograr siquiera, la mayoría simple. Para una buena parte de la comunidad universitaria se requería una avaluación colectiva del desempeño del HCU que estuvo vigente entre el 16 de septiembre de 1988 y el 16 de septiembre de 1990. Espero encontrar información para dar cuenta de ello en próximas entregas.

Para demandar la existencia en México de una televisión pública, distante de la comercial, en enero de 1991 la prensa nacional publicó una carta abierta de la comunidad cultural de México dirigida al Presidente de la República. El documento fue signado por la UAZ y por 28 instituciones de educación, así como por más de 700 personas. La lista era encabezada por nombres como Rufino Tamayo, Carlos Fuentes, Pablo González Casanova, Ruy Pérez Tamayo entre muchas otras personalidades de la cultura. En la carta se le solicitaba a Carlos Salinas de Gortari Presidente del país, que la frecuencia del Canal 22 de Imevisión no fuera vendido a inversionistas privados y que se buscara la manera de que cubriera el territorio nacional (la cobertura del canal 22 no abarcaba ni siquiera la totalidad del Distrito Federal, hoy Ciudad de México). 

Se pedía que el propio Estado asumiera los costos financieros y operativos del mismo para convertirlo en un canal no comercial de interés público y contenido cultural y, que para el efecto se integrara un Consejo de Planeación Plural, representativo de la sociedad civil, para que diseñara el proyecto de programación del nuevo canal 22. Con dificultades, pero también, con vigor inició la misiva la diversificación social y política en México encontrando resonancia en los medios impresos y radiofónicos. Los altos costos impidieron una apuesta por el equilibrio con la creación y producción de contenidos educativos y culturales semejante en los medios televisivos. Los firmantes manifestaban que “la pluralidad cultural, social y política de México demandaba la existencia de una televisión pública no comercial”. Que tal televisión pudiera no ser rentable, pero que era una inversión de primer orden, fundamental como parte del clima cultural abierto y democrático que debería considerarse en México.

Como una muestra de agradecimiento y en respuesta al interés externado, el Rector Francisco Flores Sandoval recibió una carta fechada el 25 de enero de 1991 de parte de la Lic. Alejandra Lajous Vargas, Directora de Canal 11 (1991-2000) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), “Me refiero a la carta abierta de la Comunidad Cultural de México al Presidente Carlos Salinas de Gortari, publicada en la prensa nacional el 25 de este mes que usted firma.

Quisiera en primer término, señalar que el Canal 11 comparte plenamente su preocupación por que nuestro país cuente con un canal no comercial, de interés público y contenido cultural, que tenga, adicionalmente, cobertura nacional y alta calidad en su transmisión. Estamos convencidos de que México requiere de esta alternativa a la televisión privada y comercial.

En consecuencia, el Canal 11 desea expresar por mi conducto su apertura cabal y plena disposición para participar en este importante esfuerzo. Tenemos la certeza de que está a nuestro alcance hacer una contribución valiosa, independiente, y de calidad cada vez mayor, a la difusión de la cultura en la televisión mexicana. Para cualquier adecuación a este loable propósito, lo insto, a usted, así como a todos los distinguidos miembros de la Comunidad Cultural que firmaron la carta, a que nos apoyen y ayuden.

Tendremos las puertas abiertas a su sugerencias y participación. Confío plenamente en que, además, contaremos con el apoyo decidido de nuestro Gobierno para instrumentar todas las medidas conducentes a que el Canal 11 desarrolle una labor cada vez más destacada en el medio televisivo nacional”.

Este sería uno de varios acercamientos entre la UAZ y el Canal 11 con la finalidad de establecer lazos de colaboración con  la idea en común de crear contenidos educativos, culturales, cercanos y de interés genuino, para una audiencia deseosa de exponerse y consumir contenidos alejados de los intereses de la industria capitalista centrada en la alineación y masificación de la audiencia. Del rumbo de Canal 22 en ese momento no se informó nada.

Se parte de la Unidad Académica de Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia (LUMAT). Informes:

http://lumat.uaz.edu.mx/; https://www.facebook.com/LUMAT.UAZ; https://twitter.com/LumatUaz.

1Docente Investigador de la Unidad Académica de Ciencia y Tecnología de la Luz y la Materia. LUMAT

[email protected] 

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