“El poder de las regiones en la historia nacional es fundamental, aun en las etapas centralistas no hay un poder absoluto del gobierno nacional, no hay un poder omnímodo. Crecimos con una historia oficial que hacía de 30 años el porfiriato, absolutamente monolítico, que lo único que contaba cómo se hacia la historia era por decisión de Porfirio Díaz, y tenemos también 50 años de un proceso de transformación historiográfico que ha demostrado que no existe un solo instante de la historia que sea monolítico, están siempre en constante juego tantos elementos que es imposible que la voluntad de uno impere sobre la de otros y lo mismo para el periodo actual; aunque nos parece que la voluntad de uno actúa para todos, no es exactamente así”.
Así lo apuntó la historiadora Fausta Gantús, en el marco la conferencia magistral “No hay federalismo sin regiones”, la cual impartió a dos voces con la también historiadora Alicia Salmerón, como parte de la Cátedra Internacional de Federalismo “Francisco García Salinas” que organiza la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ) a través del Doctorado en Estudios Contemporáneos, que realizó ayer en las instalaciones del Museo Zacatecano.
En la disertación, las investigadoras adscritas al Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora hicieron un recorrido por el siglo XIX (19) cuando el territorio nacional enfrentó un gran desafío que significó la búsqueda de su identidad política para construir una nueva nación basándose para ello, en la experiencia de movimientos constitucionales modernos y para dejar en claro, durante este proceso, el papel fundamental entre el centro y las regiones, entendiendo estas no sólo como el territorio político administrativo, sino como aquella unidad territorial que se reúne en torno a intereses comunes y en las que las redes de poder son fundamentales.
Sin querer ahondar en el estado actual del federalismo y la política actual, las investigadoras Fausta Gantús y Alicia Salmerón consideraron que todo lo que se observa en el presente puede ser estudiado con clave histórica, pues la historia se estudia desde las preocupaciones del presente y es desde esta dimensión temporal que ellas han comenzado a armar el proyecto para estudiar las relaciones entre el centro y las regiones, pero en siglo XIX (19), “es que no somos politólogas, somos historiadoras”, dijo Salmerón.
En ese sentido, consideraron que el libro que preparan ambas ayudará mucho a entender el presente, pues se plantea en parte de la introducción que debido a la cerrazón que tuvo el régimen centralista en 1910, no Porfirio Díaz, sino el grupo de Los Científicos, hizo estallar al país en mil pedazos con protagonistas principales de las regiones, pues son los estados los que se levantaron. “Nuestro libro ayudará a entender lo difícil que fue lograr un equilibrio y lo que costó perder el equilibrio”, concluyeron.