■ No ha intervenido la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas en diversos casos, afirma
■ “Lamentable que adolescentes sean víctimas de delitos como el homicidio, y de qué manera”
Las victimizaciones a menores de edad en el estado están aumentando, así lo expresa la incidencia con que están presentándose ante la Comisión Ejecutiva de Atención Integral a Víctimas del estado de Zacatecas. “Hemos recibido muchos asuntos”, dijo su titular Everardo Ramírez Aguayo, refiriéndose por su preminencia, a temas de violencia sexual, secuestros, lesiones, intentos de asesinato, y abandono de familiares.
Las agresiones que originaron la entrevista con el funcionario y la solicitud de una reacción institucional ante el tema, son varios de adolescentes, casi niños que se han difundido en medios de comunicación: uno de 14 años de edad muerto por seis impactos de bala en una calle de la colonia Lomas del Bosque de la capital, recién ocurrido el 31 de agosto; otro torturado, de apenas 13 años, quien apareció con vida atado de pies y manos la madrugada del 29 del mismo mes en el centro de Fresnillo; y dos más, de 17 y 14 años de edad, que refieren episodios diferentes, ocurridos respectivamente el 19 y 17 de julio también en este último municipio, y que fueron muertas dentro de sus domicilios, situados en las colonias Plutarco Elías Calles y Lomas del Mineral, la primera además, que estaba embarazada.
Sobre ellos Ramírez Aguayo precisó que no ha intervenido la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, no obstante mencionar el protocolo que sigue la institución, en el que el Ministerio Público hace de su conocimiento los casos en que se ven involucrados menores para que el organismo entre otros apoyos posibles, ofrezca un asesor jurídico que los respalde, o a sus familiares, durante el proceso legal.
Observó no obstante sobre la creciente victimización de menores en la entidad, que tiene un origen multifactorial, pero se enfocó en el tema de la desintegración de las familias que dijo, deriva en omisión de cuidados “que puede llevar a que sean víctimas y una carnada fácil de personas que se encuentran cometiendo delitos”.
A la par señaló que los asuntos citados en los medios y que se reproducen en esta nota, “pues no nos han tomado en cuenta para poder determinar o saber si es el caso”.
Agregó “que es muy lamentable que los menores sean víctimas de delitos como el homicidio, y ¡de qué manera!”.
Everardo Ramírez Aguayo aludió luego a los que sí está atendiendo la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, que sumó en 18, e involucran a menores con un rango de edad que va de los tres a los 12 años, de los cuales 70 por ciento fueron agredidos sexualmente, 10 por ciento han sido sujetos de secuestro, y 20 por ciento más, de abandono de familiares.
Respecto de las lesiones o intentos de asesinato, los incluyó dentro de los de secuestro, pues se aparejan a la comisión de este delito, comentó.
Ante el fenómeno creciente dijo que “hay ya pláticas con gente de Prevención del delito” para implementar de manera conjunta acciones orientadas a que se cuiden las personas.
En este sentido se adhirió a la opinión del Comisionado Ejecutivo de Atención a Víctimas nacional, “cuya percepción es que la prevención es muy importante para que de alguna manera se eviten hechos victimizantes en contra de cualquier persona”.
Ejemplificó la estrategia personal que debe seguirse, “si yo sé que hay colonias con altos índices, o se sabe que entras y hay delincuentes, yo no voy a andar con el reloj o las joyas en ese lugar porque sé que soy una víctima potencial”.
Dijo entonces que debe cambiarse “nuestro discurso al hablar de víctimas, mejor hablemos de prevención y atención”.
Sobre estos dos temas vinculados a los menores víctimas de delitos, dijo que deben implementarse programas y proyectos “que puedan limitar que menores de edad e igual mayores, pertenezcan o sean presa fácil de la delincuencia organizada (…) para poder sacar a estas personas de pensamientos que ni siquiera…los niños deben estar en la escuela no deben estar delinquiendo. Deben tener una vida digna y ser cuidados por sus padres”.
Sobre el tema específico de los abusos sexuales, que mencionó como los hechos con que mayormente se violenta a los menores, recomendó vigilar cualquier cambio de conducta en ellos, pues cuando los padres de familia se convencen de que son víctimas de este tipo de agresiones ya llevan ocurriendo “mucho tiempo”.
Los violentadores sexuales son en su mayoría gente del círculo cercano a la víctima, familiares, amigos, conocidos.
Como indicadores de que un delito de este tipo puede estarse cometiendo contra los menores mencionó su cambio de actitud o la expresión de miedo hacia un adulto, y/o bien, “que se orine en la cama o se haga popó”.
Ante la sospecha dijo que los padres o tutores del menor, o adultos que se percaten de ello, deben acudir a la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia o la propia Comisión de Atención a Víctimas, y asimismo, para cualquier caso que implique que un niño, una niña o un adolescente se presuma involucrado en una situación que lo victimice.
