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viernes, 26 abril, 2024
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La necesaria reforma de los partidos (primera parte)

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Por: Carlos Eduardo Torres Muñoz •

2020 se antoja como la antesala de una lucha política, en el sentido democrático del término: una confrontación no violenta, ni vulgar y menos aún personal, de ideas, posiciones ideológicas, programas y referencias en torno a la idea de nación (en un sentido amplio y moderno del término) que tenemos frente al futuro.

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Un año ha sido suficiente tiempo para que, en mi caso, el voto de buena fe y confianza dado al régimen surgido de la elección de julio de 2018 se desvanezca. Sí durante el 2019 la postura fue: sé que pueden hacerlo mejor, en 2020 es: me queda claro que no. Las razones varias: alianzas inexplicables con sectores conservadores extremistas que en otros puntos del orbe se han visto en la extrema derecha; defensa a ultranza de actores, posiciones y acciones del viejo régimen que se pretendía desinstalar; y finalmente una simulación ofensiva de los temas que pudieron despertar, en mí particularmente, la simpatía suficiente para el voto de confianza no dado en las urnas: el combate a la corrupción e impunidad y una estrategia sensata, eficaz, seria y responsable contra la desigualdad. Desde mi particular perspectiva no hay mucho que celebrar, aunque, aclaro con sinceridad, ello no quiere decir que no haya tenido simpatías con gestos aislados en tales políticas de este gobierno. Sin embargo, éstos han sido contados e insuficientes para sostener la defensa de un régimen que en algunos puntos no parece ser una transformación sino una restauración (Bartlett, por ejemplo) o una transformación en un sentido que no comparto (populismo en todos los sentidos).

Ello no quiere decir el gobierno actual deba irse. Me asumo un no convencido de las recisiones de mandato a medio término. En todo caso, ha llegado el momento de reconstruir nuestra pluralidad política desde el Congreso, espacio natural para ella y esto solo puede pasar si antes nos enfrentamos a una realidad inevitable: el sistema tradicional de partidos al que nos acostumbramos hasta el anterior sexenio, se ha agotado. Desde 2014 aproximadamente, con el surgimiento de Morena, y el empoderamiento de partidos anteriormente testimoniales como Movimiento Ciudadano, el Verde, el PT y luego con el desfondamiento del PRD, el anterior esquema electoral se desvaneció y dio lugar a uno mucho más plural que fracasó en 2018, ya que la que la tradicional tríada, formada por el PRI en el centro, el PAN a la derecha y otra a la izquierda (Frente Democrático, PRD, Morena, etc.) se disipó para dar lugar a un movimiento heterogéneo inmenso que se llevó más del cincuenta por ciento del respaldo en las urnas y desbancó la pluralidad partidaria, asumiéndola más o menos en su interior.

Todo lo anterior, sin embargo, no se debe al surgimiento del Movimiento de Regeneración Nacional, sino por el contrario, es debido a la crisis de los partidos tradicionales (especialmente el PRI y el PAN) que surgió aquél. El reflejo de este fracaso para reformarse y ser una opción electoralmente atractiva y políticamente responsable, no ha perdido vigencia y en él difícilmente en 2021 la ciudadanía optará por otra opción que no sea la misma que en 2018. Por ello el momento es propicio para llamar a una reforma en serio de nuestros partidos, pero esto no será posible si antes no realizamos un análisis crítico del estado de cosas que guardan dichas instituciones.

En su texto Cómo mueren las democracias, Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, recalcan el papel de los partidos políticos, como guardianes de la democracia, contra opciones extremistas y/o populistas, para defender los valores de la democracia tal y como la concebimos. Sin embargo, para ello es obvio que, frente a la complejidad que demuestra el contexto en el que vivimos, se requieren nuevas coordenadas para nuestros partidos tradicionales, de tal forma que sin perder su esencia prodemocrática se logren conquistar al electorado con un mensaje innovador, audaz y eficaz, pero decente y serio. Hoy no nos encontramos en ese punto. ■

@CarlosETorres_

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