■ Afirma investigador que es importante conocer su cosmogonía para entender su psicología
■ Realiza BUAZ sexto “Foro de Salud Mental y Pobreza: Violencia y Grupos Vulnerables”
La estructura social, las condiciones ambientales, las dimensiones culturales y el sistema político, son factores que determinan la psicología de las comunidades y de los grupos poblacionales excluidos, afirmó Jorge Mario Flores Osorio, investigador de la Universidad de Tijuana.
El especialista impartió la conferencia “Constitución de lo psicológico en contexto de exclusión-pauperización”, como parte de las actividades del sexto “Foro de Salud Mental y Pobreza: Violencia y Grupos Vulnerables”, organizado por la Unidad Académica de Psicología de la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ).
Explicó entonces que la psicología articula a la biología y la sociología, pero “yo planteo que no es simplemente una articulación, sino un problema de cómo influye el espacio íntimo en esa dinámica social, cultural, política y ambiental”.
“El problema en las zonas de exclusión-pauperización es que en la manifestación no vemos cómo se constituyó y en consecuencia no sabemos qué hacer con eso y nos dedicamos a cuestionar a la iglesia que promueve el fatalismo o a los protestantes que promueven el individualismo”, expuso.
Flores Osorio señaló que, si lo psicológico es el punto de confluencia entre lo mental, lo político y lo social, lo que se debe tratar de comprender es cómo se sintetizó ese proceso, lo cual es un problema serio porque los psicólogos deberían aprender a ir a ese proceso directamente, lo que a su vez supone que hay que romper con el prejuicio.
Por ejemplo, expuso que acudir a una comunidad maya, con el prejuicio de la muerte y trabajar el duelo, no tiene sentido porque la cosmovisión de la comunidad es distinta y ni el duelo ni la muerte tiene el mismo significado.
Es decir, primero será necesario entender el sentido que la muerte tiene en una cosmovisión maya y a partir de ello probablemente se pueda trabajar con ellos, porque los indígenas en este momento tienen luchas contra las mineras, no por la contaminación, sino por la tierra, ya que ésta para ellos no es asunto de negociación.
Flores Osorio refirió que para los indígenas, la madre tierra no se vende, no se regala ni se negocia, la cual es una lógica muy diferente a quienes venden en un sistema basado en la propiedad privada, “porque no tienen ningún sentido para nosotros más que la posesión”.
Cuestionó entonces si se reconfiguró lo psicológico o se desestructuró, y si es lo segundo, hay un problema porque ello implica comportamientos que pueden derivar en problemáticas.
Expuso que las comunidades indígenas están excluidas, pauperizadas y olvidadas en la historia de México, sin que nadie les haga caso más que ser acusados de ladrones o delincuentes, por lo que es importante entender su cosmogonía.
