El compromiso adquirido con Estados Unidos, en el sentido de lograr cambios relevantes en 45 días en los flujos migratorios de Centroamérica, llevó a reconducir 6 mil efectivos de la Guardia Nacional al sur de país (lo cual atrasó su llegada a Zacatecas hasta septiembre) y a implementar medidas urgentes de contención de personas de El Salvador, Guatemala y Honduras; que es de donde vienen los flujos. En el caso del programa que ahora mismo anuncian con El salvador, llamado “Sembrando Vida”, que consiste sembrar una superficie de 50 mil hectáreas de árboles y pagar el equivalente de 680 millones de pesos, para contratar un máximo de 20 mil personas. Lo cual significa pagar 8 500 pesos en cuatro quincenas que tiene como resultado contener la migración por un periodo de 2 meses o 60 días. El tiempo justo para la negociación con EEUU al término de los 45 días arriba mencionados. Esto es, los planes ahora anunciados están en el marco de negociación con USA sobre disminución de la migración. Y México parece ser el responsable de este objetivo para evitar ser ‘castigado’ por Estados Unidos en esa negociación donde una de las partes pone un revolver (de impuestos) en la mesa.
Sin duda, si el objetivo es estabilizar a la población que huye de su tierra forzada por la pobreza y la violencia en la que vive, entonces el remedio es disminuir la precarización y mejorar las expectativas de desarrollo integral. El atractor de la migración forzada es la diferencia salarial norte-sur. Pero condiciones de desarrollo aún no las observamos. El programa ‘sembrando vida’ es de empleo temporal para lograr una negociación en puerta, no es para nada ‘desarrollo integral’. Ojalá y sí se construya un verdadero proyecto de desarrollo común entre las cuatro naciones citadas: Honduras, El Salvador, Guatemala y México. Pero no para darle gusto a las amenazas del sujeto que gobierna Estados Unidos, sino por convicción de coordinación para el desarrollo de 4 países que son una misma nación. Un plan de desarrollo integral implica cooperación en educación, inversión en industria, producción de alimentos, cuidado del medio ambiente, banca de desarrollo, moneda social, ordenamiento territorial de la zona y estrategias de paz.
Esperemos se convoque a elaborar un verdadero plan de desarrollo y no sólo se quede en un anuncio coyuntural. Un plan con metas a corto plazo y al 2030, en economía del conocimiento y cooperación para superar la pobreza del sur, y no se limite a un programita de 60 días para plantar árboles. Y cosa curiosa: este plan estratégico de desarrollo seguramente deberá contener la libre circulación de fuerza de trabajo. La eliminación de las restricciones migratorias y el retiro de amenazas militares en la frontera. Es impensable un plan estratégico de desarrollo compartido sin libertad de circulación de las personas. Como en el caso de la Unión Europea: pueden pasar y trabajar en los diversos países de esa comunidad económica para asegurar el éxito de la cooperación. Así las cosas, el anuncio será serio cuando se anuncie la construcción de la Comunidad Económica Americana México-Centroamérica.
