La Cuarta Transformación de México tiene retos muy grandes para todos, para la sociedad, para los partidos políticos, para los actores políticos, para los gobiernos. Nos guste o no, la transformación del país es en serio y ya inició. Para la clase política el reto es muy grande, independientemente del partido político del que se provenga, todo aquel que quiera hacer política en estos tiempos tiene que entrarle y cumplirle a las demandas de la sociedad, que en resumidas cuentas demanda políticos distintos a los tradicionales que practiquen una nueva forma de hacer política.
- Publicidad -
De manera general, la clase política y los políticos están muy desgastados; actualmente, para muchos ciudadanos y ciudadanas, no importa de qué partido se provenga o que ideología se tenga, tampoco si se proviene de una casta de políticos, mucho menos si el apellido es reconocido entre la politicada; el político es echado al mismo costal que todos, por el simple hecho de ser una persona dedicada a la actividad política, así nomas. Insisto en hacer notar, que me refiero a un sentimiento colectivo, a una generalidad que aún tiene gran parte de la sociedad hacia los políticos; pero, aclaro que no todos son iguales; algunos son muy buenos, algunos son malos y algunos son peores, algunos son pésimos y otros… hasta se encomiendan al santo niñito de atocha para ver si son perdonados de tan perversos que son. En todos los partidos políticos hay de todo tipo de personas; ya lo he mencionado en otras ocasiones, es imposible garantizar al 100% la pureza de un movimiento, siempre pueden existir colados que no compartan la ideología del movimiento, pero que estén dentro para obtener un beneficio muy personal; y más aún en los partidos políticos que por ley deben ser plurales e incluyentes. En algunos partidos y/o movimientos se tolera más la corrupción y las tropelías que en otros, por eso algunos se fueron al basurero de la historia; en otros partidos, como lo es el partido del Presidente de la República, por lineamientos de sus documentos básicos, no solo prohíbe la tolerancia a las practicas deshonrosas, sino establece que deberán denunciarse y perseguirse; pero como ya lo dije líneas arriba, ningún movimiento está blindado contra vivales.
La sociedad mexicana ha vivido y padecido el desgaste de los políticos y no es culpa de nadie más que de la propia clase política y gobernante de México. Hemos sido testigos de cómo nos han quedado mal y como nos fallado unos y otros; cada vez que llega al poder un nuevo Gobernador, Presidente Municipal o Diputado, los electores viven la traición, pues quien llega al poder no cumple sus promesas de campaña y eso solo es una parte del desgaste político; uno de los principales motivos por el cual el político está desgastado y vive una crisis de credibilidad, es la diferencia tan abismal que existe entre lo que se dice y lo que se hace; es decir, en su discurso se “pintan” de una forma, pero actúan y son realmente de otra forma. Los políticos que dicen una cosa y hacen otra, son sínicos, son doble moral, doble cara, son vivales, son caciques, son el cáncer de la política; ejemplos hay muchísimos, por ejemplo los de Antorcha Campesina, que viven de la confianza que les ha dado la gente del campo, pero en realidad los lideres ni las manos se ensucian, viven en la opulencia y en el derroche; o tenemos a los políticos de izquierda, que cobran con la derecha; esos que cuando fueron gobernadores se hicieron ricos; esos que han militado en distintos partidos sirviéndose del pueblo; esos políticos que se llenan a boca hablando de transformación y justicia, pero que se valen del chantaje para poder acceder a espacios públicos; esos mismos que condenan el nepotismo del Poder Judicial, pero que ellos lo practican descaradamente; esos políticos que no son distintos al viejo régimen prianista, por que utilizan los recursos Federales para intentar hacer una estructura propia para ver si electorado ahora si los quiere… en fin, como le digo, ejemplos de políticos doble moral hay muchos, usted identifíquelos y que se ponga el saco quien le quede. El chiste es que hay un gran desgaste y desconfianza hacia la mayoría de los políticos.
EL reto es muy pero muy grande para los políticos de la Cuarta Transformación, pero también es simple: ya no hagan la misma política tradicional. 35 millones de mexicanos están cansados de lo mismo de siempre; eso no va a cambiar de la noche a la mañana. La ciudadanía quiere ver una verdadera transformación en toda la clase política, sobre todo ya no quiere a los mismos políticos desgastados. Se tiene que llegar los tiempos del político sencillo, donde su reconocimiento se deba al trabajo con la gente y no por lo lambiscón que sea con los de “arriba”; insisto, independientemente del partido político, creo que la transformación del país nos corresponde a todos y debemos de darle a la ciudadanía un mejor nivel de política. ■
