Los nuevos relevos en Godezac: carencias y posibilidades

Los relevos en el gabinete llegaron. Hay al menos dos móviles para realizar cambios en un gabinete: el cambio de rumbo en los programas que, como es lógico, requieren nuevos perfiles para las nuevas funciones; o por la incompetencia de los funcionarios que por ello se requiere su reemplazo. Pero hay otro motivo: la modificación del contexto político que obligan a cambiar de perfiles. Al parecer hay un poco de todo. El más anunciado fue el relevo de la Secretaría General de Gobierno. Aparte de velar por las condiciones de seguridad y gobernabilidad del estado, esa Secretaría tiene un nuevo escenario político que se expresa en la conformación de la Legislatura 63, con el partido oficial en minoría. Lo cual implica una intensa negociación con las fuerzas opositoras para negociar el apoyo a iniciativas del ejecutivo y la aprobación del presupuesto. El perfil del nuevo responsable no tiene en su currículum experiencia política, exhibe sobre todo cartas de manejo técnico-jurídico. Tampoco observamos capital social suficiente, que conozca y mantenga redes de relaciones con la clase política. Se antoja que ocupará asesores en el manejo político de los conflictos que surjan. Pero tampoco tiene negativos, lo que le permitirá actuar con cierta eficacia.
Donde hay un cambio hacia arriba es en la Secretaría de Desarrollo Urbano, Vivienda y Ordenamiento Territorial. Del político Solís Mares a la experta Guadalupe López Marchán. Esta última tiene mucho tiempo trabajando en el ámbito territorial-urbano. En este caso el perfil sí mejoró sustancialmente. Esperamos que ahora sí se emprendan estudios de ordenamiento territorial enfocados a planear los proyectos de gestión urbana, en la capital y todos los municipios. El caos que ahora existe en la creación de centros de población que terminan generando no sólo caos urbano sino delicados problemas ecológicos, se terminen con una adecuada planeación urbana a partir del mencionado ordenamiento. López Marchán tiene las capacidades técnicas, esperamos que tenga las condiciones políticas para hacerlo.
En la Secretaría de Desarrollo Social urgía el cambio. Todo mundo leyó la propuesta de Otilio Rivera como una estrategia electoral. Ahora que ya pasaron las elecciones (con malos resultados para sus jefes) su presencia no tenía mayor justificación. Así que se requiere poner a una persona que sepa lo que hace. El perfil de Cecilia Tapia deja mucho que desear. No podemos saber qué hará, y por eso merece el beneficio de la duda, pero en sus antecedentes el trabajo más intenso es en el DIF, que tiene enfoques asistenciales. No presenta antecedentes de estudios serios sobre las complejidades del desarrollo social. Por ello, hace que esperemos gestión de ventanilla, cuando ahora lo que se necesita es enorme creatividad para enfrentar la pobreza, el rezago de bienestar y el enorme reto de Cohesión Social que ahora mismo pone en el centro el propio Coneval. Pero dejemos las hipótesis a la experiencia. Ojalá y sorprendan con su desempeño estos nuevos nombramientos. Estaremos atentos.