Casi de todo y nada

La llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República marca un hito en las décadas que había durado el PRI y los breves sexenios del PAN, sin calificativo, por no insistir desde sus tesis políticas en sentar, no precedentes, sino una cimentación democrática cuya consistencia impidiera el regreso de un PRI tan políticamente desgastado que en el sexenio de Pena Nieto se desfondó porque sus bases ya no encontraron formas políticas para resolver sus problemas más inmediatos. De manera que ni el gran capital imaginó el arribo de una oposición política, no decorativa, sino rijosamente democrática porque no había de otra para lidiar con el poder político y el capital, fueran sus dueños o “representantes”, ¿prestanombres?
Lo cierto, sin un trabajo político con consistencia, en los hechos cotidianos o de plazo medio ni tampoco en la comunicación política, la oposición panista decaería en el poder y regresó el PRI. Con todo, la oposición política se enriquecía como opción para una ciudadanía ansiosa de cambios políticos y de una cultura proclive a ensayar cambios democráticos pues para los viejos actores institucionales era hasta incómodo pensar no sólo cambiar sino en los hechos, innovar, jerarquías y clientelas parecían querer más de lo mismo, de allí el acierto de sembrar y cultivar la idea de la renovación y no cualquiera, sino una renovación nacional que tampoco nacería como partido, aunque esa fuera la forma para poder participar oficialmente en política, sino como un movimiento capaz de conjuntar la voluntad cívica de cambio para generar, no una renovación cualquiera, sino una que fuera opción para las mayorías y emergiera como movimiento para la renovación nacional y si en las elecciones no triunfara esa opción, el desastre nacional se agravaría.
De que las elecciones fueron concurridas, lo fueron y tenga Usted la seguridad: la mayoría de los votos emitidos por los electores de Morena, no eran de militantes de morena sino de ciudadanos que sentían ser parte de una acción política y con su voto inclinarían la elección hacia la renovación nacional: algo más allá de lo partidario y que en ese momento devenía como lo demostraron las cifras del triunfo.
¿A qué viene este recuento? Sencillo, Esteban Montezuma Barragán, Secretario de Educación vino a la UAZ, no con dádivas, sino a conocer sus problemas, capacidades, deficiencias y opciones, porque si la UAZ no se ajusta o se reforma con consistencia académica y cultural no habrá incrementos gratuitos en los subsidios que recibe.
Este año, pues, no ha sido como todos, sino pleno sorpresas de distinta índole. ¿Quién iba a pensar que el pueblo de México, en las aún recientes elecciones federales, Andrés Manuel López Obrador se alzaría, no con el triunfo, sino con un triunfo contundente encabezado por una ideología de izquierda – democrática como la sostenida por MORENA, partido político que se dio a la búsqueda del voto entre los mexicanos y ¡vaya sorpresa! su hartazgo de más de lo mismo, los llevó a las urnas a votar por un significado de gran peso: la Renovación Nacional, ahora falta la segunda parte, impulsar el experimentar las instituciones dicha significación, en nuestro caso, la Universidad Autónoma de Zacatecas, como movimiento académico con seguridad propiciará la información y el debate para reflexionar, discutir y resolver, ¿cuál sería la renovación en la UAZ?
A su tiempo y con anterioridad, Esteban Moctezuma Barragán, el próximo Secretario de Educación del Gobierno del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, declaró que  la reforma educativa tendrá cambios profundos, principalmente en materia de evaluación. “La Reforma Educativa, en materia de evaluación, se manejó de una manera en la que requiere cambios profundos y seguramente éstos van a ocurrir, para bien de la educación”. Y en entrevista con Luis Cárdenas para MVS Radio, Moctezuma Barragán advirtió que “el legislativo le va a permitir a AMLO que pueda gobernar y hacer las transformaciones que requiera el país”. “…nos pondremos de acuerdo con una consulta entre padres de familia, maestros y expertos, para construir una política educativa de Estado”.
Por supuesto, ya estuvo en la UAZ, a su momento se verán los resultados.