Pretende conciliar a la derecha empresarial con la izquierda electoral: Márquez Covarrubias
La llamada Cuarta Transformación tiene dos grandes metas: mejorar las condiciones de seguridad y reducir la pobreza, opina Víctor López Villafañe
Delgado Wise señala que para la transformación profunda están ausentes de la agenda de López Obrador la educación superior y las universidades públicas autónomas
El gobierno que encabezará Andrés Manuel López Obrador, aunque vinculado al modelo neoliberal, impulsará una política “neodesarrollista” en alianza con el sector de derecha empresarial y la burguesía nacional, opinaron académicos durante su participación en la Mesa de Análisis Político “El proyecto de gobierno de AMLO: potencialidades de cambio y limitaciones estructurales”.
En el evento organizado por la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), Humberto Márquez Covarrubias manifestó que el proyecto de gobierno de AMLO “es de corte neodesarrollista en el sentido que, se supone, va a restablecer la gestión estatal del desarrollo. Sin embargo, debemos advertir que en el proyecto neoliberal el Estado dejó de ser un ente activo para la gestión del desarrollo económico”.
Explicó que todo proyecto neoliberal “está asentado en una poderosa intervención e inversión de Estado, sólo que las orientaciones son diferentes: en el neoliberalismo todo se basa en la generación de infraestructura, transferencia de recursos públicos y rescate de empresas o multinacionales en apuros, En el neodesarrollismo esto no desaparece, porque sigue la gestión que beneficia a las corporaciones, pero se agrega una gestión para el desarrollo del mercado interno”.
En ese sentido, dijo que los representantes del mercado interno no son los trabajadores o las clases desposeídas, sino la burguesía nacional, es decir, los empresarios que se asumen como nacionalistas.
Márquez Covarrubias indicó, entonces, que el proyecto de AMLO se prevé como un sistema de gobierno que descansa en una autoridad legitimada a la que la población “le está atribuyendo facultades hasta heroicas y lo ven como una especie de mesías”.
Reiteró que el neodesarrollismo se caracterizará por impulsar al mercado interno como eje vertebrador del aparato productivo, formalizar una alianza con la burguesía nacional, y un mayor acercamiento con los diversos sectores populares, de los que se forma la idea que los nuevos gobernantes son condescendientes y que los empresarios son necesarios.
También expuso que hay “puntos críticos” en la conformación del gabinete del nuevo gobierno, pues en la postulación de varios cargos se están evidenciando contradicciones importantes.
Aunque el argumento es que se está integrando “un gobierno de equilibrio, representativo de varios sectores, se advierten contradicciones incluso en el seno de una misma secretaría, donde han sido designados representantes que para un mismo proyecto plantean propuestas sumamente contrastantes”, lo que muestra que el proyecto de AMLO pretende conciliar a la derecha empresarial con la izquierda electoral, concluyó Márquez Covarrubias.
De igual forma, Víctor López Villafañe, opinó que el proyecto de AMLO será neodesarrollista que tiene dos grandes metas: mejorar las condiciones de seguridad y reducir la pobreza.
Desde su punto de vista, la llamada Cuarta Transformación de la que habla López Obrador plantea volver a niveles de seguridad óptimos y “volver a tener una vida decente en el país, donde nos podamos mover y no tengamos miedo”.
Es decir, dijo que la intención es recuperar condiciones como las que hubo en la década de los 50 o 60 del siglo pasado, “permitir o dejar que haya comercio de drogas, porque eso no se va a parar, pero sin que haya ese problema que hubo cuando la cadena de comercio de drogas se enganchó con la corrupción de la policía, presidentes municipales y gobernadores, producto de lo cual surgió el secuestro, la extorsión y otras operaciones conexas”.
Consideró que es por ello que la corrupción generó “un desastre” en el país, porque a la par de esa violencia, “los neoliberales están felices y contentos saqueando al país, porque además muchos de ellos estaban en negocios de este tipo”.
López Villafañe agregó que la Cuarta Transformación pretende reducir los índices de pobreza en México, pues la Tercera Transformación (La Revolución Mexicana), bajó la pobreza de 80 a menos de 50 por ciento de la población y se concretó una transformación social importante, aunque esta se detuvo.
Por su parte, Raúl Delgado Wise refirió que este no es un momento para ser optimistas, sino que “debemos vivir tiempos de cautela y reflexión crítica, porque no está muy claro ni dibujado el proyecto. Todavía no estoy convencido que podamos entrar a una etapa desarrollista”.
“Creo que son momentos en los que hay que construir contrapesos y también avanzar en las resistencias para hacer realidad un proyecto realmente emancipador y liberador”, agregó el actual director de la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo.
Mencionó que hay un tema fundamental para la transformación profunda que requiere el país y que está prácticamente ausente de la agenda de López Obrador. Este tiene que ver con la educación superior y las universidades públicas autónomas.
En ese sentido, hay una crisis de la universidad neoliberal en México y ello obliga a una transformación radical de la universidad pública, lo cual “debe ser abordado desde abajo, al seno de nuestras comunidades”, expresó Delgado Wise.
