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lunes, 18 marzo, 2024
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México, un día el petróleo fue tuyo

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Por: JORGE FLORES MEDRANO •

Las luchas obreras del siglo XX permitieron conquistas históricas para el pueblo mexicano. La expropiación petrolera fue una de ellas. El movimiento armado de 1910 y la reivindicación de los derechos que cristalizaron en La Carta de Querétaro, particularmente en el artículo 123, generó posteriormente, el reclamo social ante las injusticias laborales. Reclamo, protegido por ese numeral.
Cuando ya gobernaba nuestro país el general Lázaro Cárdenas del Río, en el mes de agosto de 1935, se constituyó el Sindicato Petrolero de la República Mexicana, y obviamente las empresas en manos de extranjeros fueron omisas ante el cumplimiento de sus obligaciones para con los sindicalizados. La organización, en el mes de noviembre de 1936, las demandó para conseguir dos peticiones fundamentales:
La firma de un contrato colectivo que incluía la exclusividad de contratación.
Un aumento de salarios.
Ante la negativa de la parte patronal, el sindicato llevó a cabo una huelga que duró del 31 de mayo al 9 de julio de 1937. A efecto de levantarla, la autoridad pública intervino con los huelguistas, comprometiéndose llevar a cabo un estudio económico de esas empresas, para determinar las condiciones en que se encontraban y atender las prestaciones de salarios reclamadas por los petroleros.
Sin embargo, los informes periciales rendidos por la comisión gubernamental que tuvo a su cargo realizar esa tarea, dieron a conocer que las empresas petroleras podían conceder aumentos por un total de 26 millones de pesos, ya que sus utilidades para el año de 1934 fueron de 52 millones: en 1935, de 62 millones y en 1936, de 56 millones. Estos resultados, le permitieron a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, tener pruebas en favor de la parte trabajadora, y le sirvieron de fundamento legal para dictar laudo en su favor. Pero lejos de ser acatado por las empresas, promovieron el amparo correspondiente ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Bien. El máximo tribunal federal, les negó el amparo y quedó firme el laudo dictado por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje. No obstante, las empresas también dejaron de cumplir la resolución y, los trabajadores se fueron de nuevo a la huelga, pero en esta ocasión, exigían además al gobierno, la cancelación de las concesiones otorgadas a los extranjeros.
El general Lázaro Cárdenas del Río, presidente de los Estados Unidos Mexicanos, tenía un problema nacional muy fuerte porque:
México es dueño del petróleo y de todos los recursos naturales, que se encuentran en territorio nacional.
Los trabajadores petroleros reclamaron derechos justos tutelados constitucionalmente.
Mediante juicio, obtuvieron laudo en su favor y en contra de las empresas extranjeras.
La SCJN, había negado el amparo a éstas.
Estallaría una nueva huelga.
Las empresas petroleras eran renuentes a dar cumplimiento a los resolutivos.
Los trabajadores petroleros ya exigían la cancelación de las concesiones otorgadas a las compañías.
Sin embargo, la sapiencia, don de gente y humanismo que caracterizaron a este presidente mexicano, le permitieron tomar la solución más benéfica para el pueblo mexicano a costa de los extranjeros, y no le tembló la mano para afectar a 17 compañías extranjeras. Esto ocasionó el enojo de las autoridades de países de los Estados Unidos y Europeos, quienes como venganza impusieron al nuestro, un boicoteo consistente en retirar a todo el personal especializado, equipo y la maquinaria utilizada en las empresas. Además, impusieron también un bloqueo económico porque se negaron a comprar productos mexicanos.
Tanto las autoridades de Estados Unidos como de Europa, proponían que el gobierno mexicano devolviera lo expropiado, así como la realización de un debate parlamentario para determinar la conveniencia de invadir a México.
Sin embargo, enfrentando una intensa campaña en su contra, el presidente Lázaro Cárdenas, obtuvo el apoyo total de los mexicanos, porque salieron a las calles a manifestar su compromiso con la nacionalización. No solo esto, también acudieron ante los lugares que señaló el gobierno para hacer sus donativos destinados a pagar la expropiación y respaldó a los trabajadores petroleros, que a pesar de las condiciones que se vivían, hicieron trabajar la industria. Muchos llevaron sus donativos en especie, algunos los pocos ahorros con los que contaban, pero había un respaldo total a esa medida presidencial.
Al mismo tiempo, En muchos países salieron a las calles, personas para realizar marchas interminables como una muestra de solidaridad con México y el ilustre presidente.
La lucha fue ardua, pero todo en defensa del petróleo, los energéticos y los recursos naturales de nuestro país.
Ya en el siglo XXI, otro presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, el de mayor repudio, descalificado y con gran desprestigio nacional e internacional, en la historia reciente de nuestro país, dio reversa a las reformas que permitieron al general Lázaro Cárdenas la expropiación y nacionalización petrolera.
El actual presidente, desmanteló el artículo 27 de la CPEUM, y entregó en manos de extranjeros, el manejo del petróleo, los energéticos y los recursos naturales de nuestro país.
No es entendible, cómo 80 años después, dice que conmemora el Día de la Expropiación Petrolera. ¿?

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