La historia comienza con los escarceos de dibujo humorístico de un ex-seminarista pobretón, quien así sobrelleva las horas muertas que su empleo funerario consecuentemente le depara, y quien al desarrollar alguna destreza comienza a publicar trabajos en alguna de las revistas del género.
Con el doble interés de conseguir pagos un poco menos simbólicos e ilustrar sus ideas incursiona en la caricatura política; un género dominado aquellos años por un notable virtuosismo formal y una pobreza de contenidos colindante con el vacío, donde los trazos imperfectos más eficaces, el humor irreverente así como las ideas subversivas expuestas en los cartones del principiante, no pudieron sino llamar grandemente la atención: había nacido Rius.
La venia de los lectores no obstante no sería sencillo, para un cartonista claridoso, de humor corrosivo y populachero sobrevivir en el México vigilado, censurado y constantemente reprimido por una terrorífica trinidad: Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Alvarez y Fernando Gutiérrez Barrios.
Es así como despedido de prácticamente todos los periódicos convence Rius a un cierto señor Colmenares de invertir en la que sería la primera historieta política de que se tenga memoria: Los Supermachos; misma que a pesar o tal vez gracias al dibujo primitivo, el ingenio punzante, el humor irreverente, la crítica pugnaz y los afanes pedagógicos desplegados en sus páginas fue, desde su aparición, un éxito rotundo.
Ni que decirse tiene la semanal aparición de Los Supermachos fue considerada una afrenta por Luis Echeverría y Fernando Gutiérrez Barrios, el dúo dinámico de la Secretaría de Gobernación, cuyas maquinaciones consabidas estimularon la creatividad del monero despojándolo no sólo de su revista sino aun de sus personajes, por lo que salvado milagrosamente de un “levantón” a manos de los chicos de Gutiérrez Barrios se vio en la precisión de publicar otra historieta Los Agachados, en la que su vena pedagógica se ensanchó hasta ocupar todo el espacio.
Lo demás es una historia que abarca cientos de volúmenes, interrumpida hace una semana por causas ajenas a la voluntad del autor.
