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viernes, 26 abril, 2024
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Nadie está seguro en Zacatecas

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Por: ÁLVARO GARCÍA HERNÁNDEZ •

A la memoria de Don Mario González,
asesinado a golpes a la edad de 95 años de edad

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A la memoria del niño Yojan “N”
asesinado a la edad de 5 años

A los zacatecanos nos duele mucho ser testigos de cómo el estado de derecho y la seguridad se desmoronan afectando a cualquier persona, involucrada o no, en la industria del dolor. Usted puede salir hoy con sus hijos a la tienda y no regresar jamás, cuando menos no con vida, tal como le sucedió en días pasados a un niño de 5 años, cuya vida se cortó de plano por estar en la hora y lugar equivocados y es que en Zacatecas, cualquier lugar y cualquier hora son inadecuados por el grado de inseguridad que padecemos. De igual forma, personas de la tercera edad, jóvenes estudiantes o ninis, maduros e imberbes estamos propensos a quedar bajo fuego cruzado o ser producto de alguna equivocada vendeta; la hora para morir es indistinta pues el diablo no descansa ni en Semana Santa o Navidad, al contrario se ensaña en ciertos días. Así, los ciudadanos hemos perdido y, tal vez por mucho tiempo, la tranquilidad de otros días, quedando al amparo de lo mal que nos gobiernan y de la pésima actuación de las autoridades. El poder del voto que ejercemos los que podemos sufragar, nos dará la posibilidad de castigar o premiar al partido que nos rige a nivel nacional y estatal según nuestras conciencias, sin embargo, dicho poder está circunscrito a la temporalidad de tres y seis años por lo que la población debe ejercer otros mecanismos de autoprotección ante tanta ineptitud. Considero que la situación de inseguridad que prevalece y se agudiza cada vez más en Zacatecas, tiene matices de perpetuidad pues definitivamente no se advierte en los hechos una estrategia efectiva para que el pueblo vuelva a vivir en paz, de tal suerte, la gente se resguarda con sus santos, hacen cadenas de oración y rezan el rosario, pidiendo no ser afectados por la inseguridad y sus múltiples caretas. El estado ha fallado, las instituciones no responden a nuestros intereses y peor aún, hay mucha gente que gracias a su ignorancia, sigue defendiendo a la corrupción y la impunidad que provocan la desconfianza en el gobierno y sus órganos. En este contexto, como pueblo no tenemos hasta el día de hoy, ninguna posibilidad terrenal de encontrar la paz y, en este caos, seguirán apareciendo en los diarios y redes sociales, eventos delictivos donde nuestros hijos y familiares se ven involucrados y, cuando esto suceda, no tendremos a nadie que nos brinde el respaldo necesario, como si no pagáramos impuestos, como si no mantuviéramos a tantas lacras que viven de la política, como si fuéramos apátridas, como si no perteneciéramos a esta tierra colorada y ahora cubierta de sangre. Muchas veces por las noches al meditar sobre lo ocurrido durante el día, pienso en la posibilidad de que existieran realmente los héroes que nos venden en las películas y nos sacaran de esta crisis de inseguridad pues no hay de otra, el país requiere de acciones heroícas para combatir la delincuencia; nos urge un líder que no venda a la patria, que restablezca el orden y genere los grandes acuerdos que promuevan el desarrollo, el fortalecimiento del estado de derecho y el regreso de la paz. México y Zacatecas pueden darnos para vivir bien a todos sin necesidad de matarnos como animales, aunque muchas veces, los animales nos dan muestras de civilidad. A los zacatecanos están a punto de matarnos las experanzas pues no se ve una sola luz en la oscuridad del camino, la ley y la justicia están totalmente al margen de lo que pasa en nuestro territorio, hay ausencia de liderazgo, no hay héroes, no hay tranquilidad, hay toque de queda disfrazado, hay temor, hay conformismo y complicidad, así nuestra sociedad emerita escribir un nuevo contrato social para la consolidación del presente y asegurar un mejor futuro, de no hacerlo, tendremos que decidir si le damos pelea a la inseguridad o como lo han hecho otros, nos hacemos parte de ella. Ni en Zacatecas ni en México nadie puede estar seguro y, los que pretendemos usar el intelecto para contribuir al mejoramiento social, tendremos que idear alternativas concretas para interactuar civilizadamente en este entorno hostil, adverso, corrupto e inseguro, antes de que el río de sangre termine por ahogarnos como a muchos de nuestros hermanos de patria chica. Que grande es nuestra tristeza al ver a Zacatecas tan violento, tan grande como la ineficacia del gobierno. n

 

*Integrante del Consejo Mundial para la

Defensa de los Derechos Humanos

[email protected]

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