- “Libertad musical es poder hacer lo que te plazca. Tenemos la bandera de surf, pero somos libres de hacer lo que queremos”, expresaron los miembros de esta banda
- Ritmos de punk, rock, blues e incluso progresivo dieron cuenta de lo que estos jóvenes quieren y sienten, de su libertad
- “No importa si se está en contra del gobierno, deprimido, alegre; sólo se baila. Tratamos de llevar al público a ese momento donde sea libre”: Vázquez
“Libertad musical es poder hacer lo que te plazca y no encajonarte. Tenemos la bandera de surf, pero somos libres de hacer lo que queremos”, expresaron en entrevista los músicos de Terrorismo Tropical, agrupación zacatecana que dio concierto el pasado viernes en un bar del centro de Zacatecas, donde, es importante destacar, estrenó un tema que inició “Tridi”, ex integrante del grupo quien, lamentablemente, falleció el 15 de enero de 2012.
Ese viernes, Fernando Jara, en voz, segunda guitarra y teclado; José Luis Vázquez, en percusiones; “Grillo del Punk”, en guitarra eléctrica, y Leonardo Moreno, en bajo eléctrico, estrenaron, pues, La persecución de la papaya, pieza que apenas hace unos meses terminaron de componer y decidieron incorporarla al acervo. El título fue otorgado por “Tridi” y pasaron, así, cinco años para retomar la melodía.
Ese día también tocaron un set de canciones relativamente nuevas, otras muy nuevas y otras de inicios del grupo, como Pandemia fantasma, 30-30, La palabra, Cartoncito y Los diableros (en su primera y segunda parte, y la cual es una pieza pensada en la novela Las enseñanzas de don Juan, de Carlos Castaneda).
Terrorismo Tropical nació en 2004. Su nombre se debe, en lo que respecta a Terrorismo, a la mezcla de géneros y de sonidos, desde muy suaves hasta muy estridentes; y en cuanto a Tropical, es básicamente por la zona geográfica, pues Zacatecas es uno de los estados por donde pasa el Trópico de Cáncer.
Las primeras grabaciones de esta agrupación fueron un casete estilo demo -en 2004-, un EP –en 2006-; luego, se suscitó un cambio de integrantes, con “Tridi”, Vázquez y “El Trova” –de Moan Blues-, y grabaron un vinil de nombre 23.15, en el cual también participó Jara con la pieza denominada Galletita, que es, y se aprecia en cada concierto que brindan, una de sus composiciones más gustadas). En su acervo, cuentan también con un casete que contiene sesiones en vivo.
La mayoría de lo que tocan es de su autoría; algunas de esas piezas las crearon alineaciones anteriores, y las otras las han compuesto entre todos quienes conforman la actual alineación. Así, “Grillo” hace una melodía, Vázquez hace ritmo, Jara hace también melodía en voz y teclado, y Leo da a las piezas el toque que envuelve a la audiencia. “Tratamos de sentir nuestras piezas y que el público también las sienta. Nuestras rolas no están hechas al azar”, dijo Vázquez.
En ese tenor, introducen en sus composiciones ritmos de punk, rock, blues e incluso progresivo; es una combinación de muchos ritmos. “Como queremos y lo sentimos, lo hacemos. No queremos encajonarnos, a pesar de que nuestra bandera es de surf. Tratamos de ser libres también en eso”, agregó Vázquez. En tanto, Jara expresó: “mezclamos todas las ideas que tenemos; las acoplamos pese a tratarse de diferentes ritmos. Expresamos lo que cada uno siente y acoplamos eso con lo que siente el resto”. “A esa canción ya le vamos dando una temática y un sentimiento”, añadió Vázquez.
Terrorismo Tropical trabaja, pues, en una libertad en equipo. Anteriormente, Vázquez tocaba progresivo y metal, y aceptó la invitación de “Grillo” para experimentar algo nuevo para él, y “fue algo muy rico”, refirió, “porque no nos limitábamos, tocábamos ritmos diferentes porque incluíamos cumbia, reggae, ritmos latinos, y en las guitarras hay también cierta libertad. Nos gustó mucho esa libertad, y ésta es la bandera de Terrorismo Tropical, es decir, no nos limitamos, aunque seamos surf”.
Así, djembé, pandero y un ritmo de la batería que va más allá del surf también se conjugan, pues, indicó Vázquez, “siempre me han gustado los ritmos no básicos, me ha gustado explorar algo más allá en la batería, porque la batería es un lenguaje. Lo que busco aportar son ritmos ancestrales, mediante el tambor, que lleven al éxtasis; no importa si se está en contra del gobierno, deprimido, alegre; sólo se baila. Tratamos de llevar al público a ese momento donde sea libre”.
Y así lo han demostrado en ciudades de otros estados donde también han tocado, como Monterrey, Puebla, Aguascalientes, San Luis Potosí, León y Guadalajara, además de Ciudad de México, brindando ese pegajoso ritmo propio del surf, adoptado por su fundador, “Grillo”, quien es fanático de las películas de serie B, donde se tocaba mucho este género musical.
Finalmente, y para enfatizar su amor hacia la música y la inclusión de diversos ritmos a sus creaciones, catalogaron a este arte como todo, como, afirmó “Grillo”, “una forma de percibir la vida, de disfrutar la existencia”.
Por su parte, Jara expresó que “la música es parte esencial de la existencia de cualquier persona, y cuando la aceptas en tu vida es cuando la puedes explotar al máximo, puedes saber cómo expresarte, cómo conocerte a ti mismo. Para mí, la música es ese conocerme a mí y es dar a conocer a los demás lo que soy”.
Vázquez sostuvo: “La música es un estilo de vida. Es una forma de expresión donde vuelas, conoces gente y compartes con ella. Con una simple mirada con el público al momento de tocar, volamos juntos con él un pequeño instante. Es un estilo de vida que tienes que practicar. Es una disciplina donde se improvisa y se debe conocer el instrumento, conocerse a sí mismo y conocer a los demás, para poder volar, ser libre. La música es todo”.
Por último, Leo calificó a la música como su “desestrés, una forma de sublimar” su “vida. Es un reto; es tratar de superarme cada vez que toco, concentrarme en lo que hago; es también algo muy introspectivo. La música es un deleite personal”.
