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viernes, 26 abril, 2024
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Sin licitar, UAZ otorga contrato a hotelero ligado a Grupo Universidad; albergarán a estudiantes

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Por: MARTÍN CATALÁN LERMA •

■ 130 usuarios de 9 casas estudiantiles serán reubicados en el Chulavista, confirma Rector

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■ Costo será de 2.6 mdp; es convocatoria abierta cuando adquisición de servicios supera 1.3 mdp

■ Parece que en la Universidad quien pone y dispone es Femat y no Guzmán, opina docente

De acuerdo con la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público y a la propia normatividad de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), la contratación de servicios para albergar 130 alumnos (que en este momento habitan 9 casas estudiantiles y que serán reubicados en el hotel Chulavista), debió realizarse con base en una licitación pública y no por asignación directa.

De acuerdo con los lineamientos del Comité de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios, organismo adscrito a la Coordinación de Finanzas de la UAZ, la licitación pública, mediante convocatoria abierta, es obligatoria para la contratación de servicios que supera el monto de un millón 391 mil pesos.

Asimismo, los artículos 42 de la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, y 43 de la Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionados con las mismas, señalan que el monto máximo de adjudicación directa y de adjudicación mediante invitación a cuando menos tres personas, de las adquisiciones, arrendamientos, prestación de servicios, obras públicas y servicios relacionados con éstas, es de un millón de pesos.

En este caso, el contrato anual con el hotel Chulavista tendrá un costo para la UAZ de 2 millones 640 mil pesos cada año, ello de acuerdo con el precio de renta que dio a conocer la Rectoría: 220 mil pesos mensuales.

Aunque el beneficio económico para la Universidad es evidente, pues la concentración de estudiantes becarios en ese hotel le permitirá ahorrar casi un millón de pesos cada año, pero el problema reside en que la asignación directa del contrato se realizó aparentemente por la relación de amistad entre el dueño, Jesús Llamas, y Alfredo Femat, líder del Grupo Universidad.

Aunado a ello, los estudiantes se inconformaron porque el hotel al que serán trasladados se encuentra en un lugar lejano e inseguro, pero a pesar de haber expresado su desacuerdo a los funcionarios del Centro de Aprendizaje y Servicios Estudiantiles (CASE), la respuesta fue tajante: “son becarios y no pueden exigir”.

Valeria Novella, becaria en la casa estudiantil “Tata Pachito”, una de las que serán removidas al hotel, comentó que la principal inconformidad es que serán trasladados a un lugar peligroso e inseguro y no hay certidumbre sobre la cantidad de jóvenes que habrá en cada habitación.

“Nos notificaron la semana pasada y la mayoría ya estaba de vacaciones. Fuimos con la coordinadora del CASE y el encargado de Infraestructura, hablamos con ellos, pero nos explicaron la situación de la Universidad y dijeron que como becarios no podíamos estar exigiendo”, expuso.

Según les dijeron, la casa “Tata Pachito”, ubicada en la colonia Lomas de la Soledad, es la segunda más cara, pues se pagan 30 mil pesos mensuales por concepto de renta, motivo por el cual era necesario remover a sus 30 becarias.

La estudiante de Turismo consideró que las condiciones en esa casa son buenas: en cada habitación sólo hay dos estudiantes, tienen agua caliente y se ubica en un lugar cercano al centro de la ciudad.

Novella, quien es originaria de Aguascalientes, cuestionó que la Rectoría perjudique a los alumnos mientras que hay muchos docentes o trabajadores que no tienen carga laboral;. “¿Entonces por qué solamente a nosotros los alumnos nos afectan?”.

Debido a que la mayoría de los estudiantes becarios ya se encuentran en vacaciones y regresaron a sus lugares de origen, descartó que haya alguna movilización para inconformarse, pero al comenzar el próximo semestre podrían organizarse para plantear su situación, porque la semana pasada, cuando acudieron al CASE, “solo nos callan la boca con lo de la situación de la Universidad, pero creemos que es injusto”.

Alberto Vélez Rodríguez, docente de la Unidad Académica de Ingeniería y ex aspirante a la secretaría general del Sindicato de Personal Académico (Spauaz), opinó que “es un evento con tintes de compadrazgo”, ya que el hotel Chulavista ha sido sede de numerosos actos de ese grupo
político.

Refirió que ya hay un antecedente similar con el hotel Gami, donde actualmente habitan estudiantes becarios y cuyo propietario, Martín Uvario, tiene una relación de amistad con Alfredo Femat puesto que ambos son militantes del Partido del Trabajo.

Respecto al hotel Chulavista, dijo que desconoce la relación política que pueda haber entre el dueño, Jesús Llamas, con Alfredo Femat, pero “supongo que hay un vínculo cercano porque la primera vez que yo acudí ahí fue en el 2005, cuando se celebró un cumpleaños de él”.

Posteriormente “hubo varias fiestas de celebración en distintos momentos, de parte de Alfredo Femat, y cuya sede era el hotel Chulavista. Después de eso, los servicios que ha prestado ese hotel a la UAZ han estado relacionados con el Grupo Universidad, pero no sabemos si esos eventos de tinte político interno los haya pagado la institución”, expuso Vélez Rodríguez.

Al anunciarse que 130 usuarios de casas estudiantiles serán removidos a ese hotel, “lo primero que llama la atención es que parece que en la Universidad quien pone y dispone es Alfredo Femat y no el Rector actual Antonio Guzmán”.

El ex aspirante a la dirigencia del Spauaz mostró datos de máximos y mínimos para adquisición de recursos federales, y de acuerdo con ello, para montos se más de 100 mil pesos se requiere una “invitación restringida” y a partir de un millón 391 mil pesos, la licitación pública es obligatoria.

Ante esa situación, manifestó que “la Universidad debe ser transparente ante la opinión pública y ante la comunidad universitaria para saber en qué rango están los montos sobre los que se va a contratar al hotel Chulavista. De entrada, éste es un asunto de compadrazgo muy cuestionable”.

Para Vélez Rodríguez este caso evidencia que la Universidad utiliza recursos públicos “para favorecer amigos, compadres, familiares, y si no es así, el Rector debe ser transparente y debe aclarar este punto”.

Es un proceso de reordenamiento: Rector

El Rector Antonio Guzmán Fernández  explicó que se trata de “un proceso de reordenamiento de las casas estudiantiles con el objetivo de darles mejor servicio a los alumnos, lo que va desde tener agua caliente, con mejores condiciones de seguridad y condiciones extra como una biblioteca y un centro de cómputo”.

Según expuso, las condiciones y las características del hotel Chulavista ayudan a concentrar más estudiantes. De esa forma, aquellos que habitan 9 casas estudiantiles en este momento, ahora ocuparán ese espacio que cuenta con una cisterna de 7 mil litros de agua, boilers solares, calentadores de agua, cocina, mobiliario y estacionamiento.

Sin embargo, informó que este es un primer momento de la reorganización de las casas estudiantiles, porque la idea es, si se obtiene el soporte financiero, construir Residencias Estudiantiles en las cuales se albergaría a los jóvenes.

Reiteró que el objetivo de esta medida es que los alumnos estén en mejores condiciones en todos los sentidos, económico, esparcimiento, infraestructura, entre otras actividades que podrán realizar en el hotel Chulavista.

Guzmán Fernández precisó que serán reubicados entre 127 y 135 alumnos al hotel mencionado y se pretende elaborar un nuevo reglamento de las casas, que sería revisado por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas (CDHEZ).

Respecto a las condiciones del hotel, comentó que cuenta con 36 habitaciones, tres departamentos amplios y una casa habitación, por lo que las condiciones para los jóvenes serán buenas.

El monto que paga la Universidad por las 9 casas estudiantiles involucradas es de 300 mil pesos mensuales, mientras que el hotel Chulavista cobrará 220 mil pesos. Es decir, la UAZ ahorrará casi un millón de pesos cada año.

Sobre las opciones que había para arrendar espacios para albergar a los alumnos, dijo que “estuvimos buscando por todos lados y en estos casos hay ofrecimientos, pero el costo no lo igualan por ningún lado”.

Incluso, “todas las rentas de oficinas que tenía la Universidad efectivamente tenían una relación de amistad con gente que estaba en la administración pasada, pero ahora en realidad hicimos una valoración de las diferentes opciones que se nos presentaban, de las condiciones en las que estaban los inmuebles, y más allá de esa relación ese hotel está en las mejores condiciones”, explicó Guzmán Fernández.

Ante la inconformidad de los alumnos, manifestó su disposición para hablar con ellos, clarificar el tema y transparentar la decisión de removerlos de las casas que habitan actualmente hacia el hotel Chulavista, con el compromiso de brindarles las mejores condiciones para que se desarrollen en su formación académica.

Puntualizó que la notificación tardía a los jóvenes sobre su mudanza se debió a que ya se estaban venciendo los contratos con las casas y en la renovación “nos iban a subir el costo de la renta”.

Reiteró que en el hotel habrá mejores condiciones para los alumnos, pues cuenta con caldera, boilers solares, entre otros beneficios que son importantes porque en varias casas los alumnos se bañaban con agua fría.

Por último, expuso que la Universidad cuenta con 19 casas estudiantiles en total, pero al concentrar las 9 mencionadas en el hotel Chulavista, quedarían 10 que son las que llevan por nombre Módulo I y II, el Cebuaz, Francisco Domínguez Garay, Alfredo Femat, entre otras que pertenecen a la UAZ.

Margarita Ramos Mier, vocera del Frente de Estudiantes Zacatecanos Unidos (FEZU), informó que la intención de remover a los estudiantes becarios al hotel Chulavista data del año pasado, cuando la Rectoría encabezada por Armando Silva Cháirez proponía cambiar a las alumnas que vivían en el hotel Gami.

“En ese tiempo se veían pros y contras y entre las contras estaba la lejanía y la inseguridad que se presume en esa colonia. Ahora al parecer serán 11 las casas que van a mover, entre ellas la Guerrero, pero esa renta la absorbe un municipio y entonces los chicos se manifestaron en el CASE y creo que no los van a mover”, comentó.

En esta ocasión, los jóvenes no se quieren mover por los mismos motivos que hace un año argumentaron las alumnas que habitan el hotel Gami, por lo que el FEZU estaría en disposición de apoyarlos.

Refirió que el dueño del hotel Chulavista también es propietario de algunas de las casas estudiantiles que renta la Universidad, por lo que ése es un tema que debe ser aclarado por la Rectoría.

Ramos Mier afirmó que el contrato entre la Universidad y el hotel ya se firmó, por lo que no se discutió ni se consultó con los estudiantes, por lo que habrá que esperar la postura que adopten los jóvenes que sean afectados.

“Será necesario buscar al Rector para ver si tiene un discurso convincente para nuestros compañeros, porque se fueron de vacaciones y les avisaron. También hace un año avisaron un lunes y pidieron sacar las cosas para el siguiente lunes, pero tenemos que checar por qué específicamente ese hotel, porque desde el año pasado hay la insistencia”, concluyó.

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