Fidel Castro cumple este 13 de agosto, 90 años de edad. A lo largo de su trayectoria, ha podido sobrevir a más de 634 intentos de asesinato de los cuales ocho fueron reconocidos por Agencia Central de Inteligencia (CIA), y otros tantos incluyeron la participación de la mafia estadounidense.
Luego del golpe de Estado de Fulgencio Batista (1952), Fidel inició, organizó y entrenó en la isla a sus compañeros para asaltar el cuartel Moncada un 26 de julio de 1953. Pero su plan fracasó y fue codenado a 15 años de prisión. Liberado 22 meses después de su aprehensión, pudo fundar el Movimiento 26 de julio, instrumento clave de la revolución cubana.
La lucha contra Batista por los medio legales era ya imposible. Fidel y un grupo revolucionario llegaron a México desde donde planearían la futura insurrección. Junto a 82 combatientes entre los que se encontraban Ernesto Ché Guevara, Camilo Cienfuegos, Raúl Castro, etc., en diciembre de 1956 a bordo del yate Granma, llegó a las costa de Cuba donde las tropas de Bautista lo estaban esperando. El reducido grupo que sobrevivió, logró reagruparse más tarde para continuar la lucha desde la Sierra Maestra.
El primero de enero de 1959, Batista huyó del país y la revolución con ellos a la vanguardia triunfó. Desde entonces, en todos estos años, Fidel al frente, pudo encauzar su visión para desarrollar la educación, la salud, el deporte, la cultura y la ciencia, avances hoy por todo el mundo reconocidos.
Su perspectiva humanista y solidaria es igualmente conocida. Misiones cubanas médicas, educativas, deportivas y culturales del gobierno cubano, han acudido al auxilio de más de 120 naciones. Desde Cuba se impulsó la batalla del tercer mundo contra el orden económico internacional vigente, en particular contra el sistema capitalista, la globalización neoliberal, la deuda externa y la explotación de los recursos naturales que causan hoy el cambio climático y ponen en peligro la supervivencia de la especie humana…
Va pues para Fidel, esta pequeña semblanza y un agradecimiento:
Querido Comandante:
En ocasión de su nonagésimo cumpleaños, los miembros de la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales En Defensa de la Humanidad, quieren hacerle llegar por este medio su más sincera felicitación y su más profundo agradecimiento por todo lo que usted ha hecho por los pueblos de Nuestra América y del resto del mundo.
Su figura ha sido fuente de inspiración, no sólo cuando, impulsados por la marea ascendente de las luchas populares dábamos pasos firmes en dirección del socialismo, sino también en los momentos en que nuestros avances se detenían como consecuencia de la ferocidad de la reacción del imperialismo y sus aliados locales. Si en las fases de ascenso su ejemplo nos obligaba a no darnos jamás por satisfech@s y, como buenos revolucionari@s, a proseguir con renovados bríos nuestra marcha, cuando debíamos afrontar las adversidades o la contraofensiva del enemigo, el recuerdo de su actitud después del Moncada o el ataque del imperialismo en Playa Girón, fortalecía nuestros espíritus y nos convencía de que la voluntad inquebrantable de luchar por nuestros ideales era el camino seguro hacia la victoria. Usted nos señaló ese rumbo en incontables ocasiones y podemos asegurarle que esa enseñanza, que nos reiterara en su reunión con los intelectuales el 10 de febrero del 2012, cuando dijo que “aunque nos dijeran que al mundo le quedan pocas semanas de vida nuestro deber sería luchar, seguir luchando hasta el fin”, ha calado muy hondo y ya es una marca indeleble en millones de latinoamericanos y caribeños que saben, como otros muchos que luchan en otras partes del mundo, que ese será nuestro destino: luchar hasta el fin, conscientes de que las clases dominantes y el imperialismo jamás se darán por vencidos.
La convicción de que nuestras ideas y nuestros valores son infinitamente superiores a los de nuestros enemigos, fue y es un alimento esencial de nuestra militancia revolucionaria. De usted aprendimos que su defensa exige la más absoluta intransigencia. Como cuando, con virtuosa obstinación, usted se negara a arriar las banderas del socialismo en momentos en que se desintegraba la Unión Soviética y desaparecía el campo socialista.
Gracias a su inquebrantable convicción, la Revolución Cubana pudo seguir su marcha y, con su heroico ejemplo, abrió un sendero que pocos años después comenzarían a recorrer numerosos países de Nuestra América luego del triunfo de Hugo Chávez Frías en las elecciones presidenciales de Venezuela en diciembre del 1998. Si usted se hubiese dejado convencer por quienes le aconsejaban abandonar para siempre el proyecto socialista y Cuba se hubiera arrojado a los brazos del capitalismo, el luminoso período abierto desde finales del siglo pasado hasta nuestros días, con la derrota del ALCA, la creación del ALBA, de la UNASUR, de la CELAC, de Petrocaribe, del Banco del Sur, de Telesur, de la propia Red En Defensa de la Humanidad, jamás habría tenido lugar. La potente luz que irradiaba el faro de la Revolución Cubana fue decisiva para impulsar a nuestros pueblos a dejar atrás la larga noche neoliberal de los años noventa y retomar el camino hacia nuestra Segunda y Definitiva Independencia.
Por eso nuestra deuda, la deuda de nuestros pueblos con usted, Comandante, es inconmensurable, y de ahí nuestra profunda gratitud por su integridad revolucionaria, por haber sido fiel a aquella maravillosa definición de “revolución” que expresara en su discurso del 1º de Mayo del 2000, en uno de cuyos pasajes señaló que Revolución “es defender los valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo.” A lo largo de su fecunda vida usted ha sido fiel a estas ideas, que vivirán eternamente en el alma de los revolucionarios y revolucionarias de todo el mundo, de todos aquellos que saben que otro mundo es posible y necesario, y que si se lucha con la constancia y coherencia que usted ha demostrado durante tantos años, la victoria será inevitable. ■
*Red en Defensa de la Humanidad (firmas)
