Ciudad de México. La Procuraduría General de la República (PGR) debe disculparse públicamente y reparar el daño a la indígena ñañú Jacinta Francisco Marcial, quien en 2006 fue acusada junto con otras dos mujeres indígenas de haber secuestrado a seis agentes de la entonces Agencia Federal de Investigación (AFI), delito por el cual pasó injustamente tres años en prisión.
Inicialmente, la señora Jacinta Francisco fue condenada a 21 años de prisión, pero después de diez años de los hechos ocurridos en Amealco, Querétaro, el pasado jueves el Tercer Tribunal Colegiado desechó el recurso de la PGR, el cual buscaba impedir la disculpa pública y la reparación del daño.
La sentencia es inapelable y la PGR tiene un plazo de cuatro meses para cumplirla.
En conferencia de prensa, la señora Jacinta, acompañada por su esposo Guillermo Francisco Prisciliano, y su hija Estela, señaló que la reparación «no me deja contenta, hasta me da coraje, porque no me pueden reparar nada, nada».
Incluso, dijo que preferiría cambiar esta reparación por el hecho de que ya no hubiera injusticia en los procesos judiciales.
Por su parte, Luis Tapia Olivares, abogado del Centro Pro de Derechos Humanos, recordó que aún están pendientes de resolución los casos de las mujeres indígenas Alberta Alcántara Juan y Teresa González Cornelio, también encarceladas injustamente por los mismos hechos.
El director de Amnistía Internacional, Perseo Quiroz, otra de las instancias que han acompañado el caso, expresó su confianza que tal como ocurrió en el caso de la señora Jacinta Francisco, el Poder Judicial de la Federación, confirme la decisión previa y ordene a la PGR la reparación integral del daño incluyendo garantías de satisfacción como el ofrecimiento de disculpas públicas.
