Al menos 52 personas perdieron la vida este viernes en diversos atentados suicidas registrados en Yemen e Irak, los cuales fueron reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico.
En Yemen se reportaron 22 víctimas mortales debido a tres atentados con coche bomba, en igual número de retenes de las fuerzas leales al gobierno, ubicados en la ciudad de Adén, al sur de ese país. Dos de las bombas estallaron simultáneamente, antes de que hombres armados atacaran una base cerca de la coalición liderada por Arabia Saudita, que lleva a cabo bombardeos contra rebeldes chiitas.
El tercer artefacto, colocado en una ambulancia, estalló en un retén ubicado en el centro de la mencionada ciudad, donde está basado temporalmente el gobierno desde que las fuerzas progubernamentales la reconquistaron en julio de 2015, desalojando a los rebeldes chiitas que la controlaban.
Otras 30 personas perdieron la vida y 65 resultaron heridas en un estadio de futbol en el poblado de Al Asriya, al sur de Bagdad, en Irak, cuando un kamikaze se hizo estallar en medio de la multitud, al finalizar la justa deportiva.
En el ataque, en el que “el suicida se abrió paso entre la multitud para acercarse al centro y se hizo explotar”, perdió la vida el alcalde Ahmed Chaker, quien entregaba el trofeo a los ganadores, informó una fuente del hospital donde fue atendido. El grupo Estado Islámico se adjudicó el ataque, a través de un comunicado.
Por otro lado, los hermanos Ibrahim y Khalid El Bakraoui, kamikazes que atacaron el aeropuerto y metro de Bruselas, estaban en la lista de terroristas de Estados Unidos, informó la cadena CNN.
El primero, que había sido expulsado hacia Holanda por Turquía en julio luego de ser arrestado cerca de la frontera turca con Siria, fue registrado en la lista estadunidense antes de los ataques perpetrados en la ciudad de París, en noviembre pasado. El segundo fue agregado “poco después” de esos atentados, reveló la cadena noticiosa.
