■ Clausuran Seminario de Estudios Críticos del Desarrollo
Para hacer cambios a la problemática actual que se enfrenta en América Latina, incluido México, se requieren tres ingredientes claves: inclusión del capitalismo actual, espacios de autonomía relativa y gobiernos populares, consideró Henry Veltmeyer, quien junto con otros académicos participó en la mesa redonda La disputa por los bienes comunes: ¿Desarrollo alternativo o alternativas al desarrollo?
El investigador consideró que sólo cuando hay esos tres elementos puede haber la posibilidad de cambios radicales y totales, de modo que dijo no entender porqué ser tan negativos con experiencias como Ecuador, Brasil y Bolivia.
Ayer se clausuró el Seminario de Estudios Críticos del Desarrollo, realizado en la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo de la UAZ y una de las conclusiones de los participantes es que una nueva manera de hacer política no debe estar basada netamente en lo electoral, sino en la movilización social y una muestra es el fenómeno de Podemos en España.
Peter Rosset, del Colegio de la Fronteras del Sur, refirió cómo el asistencialismo en
Sudamérica ha sido capaz de construir mayorías electorales y desmovilizar a los movimiento sociales, así sean gobiernos de izquierda o derecha. En México por tanto eso permite que haya cambios estructurales en detrimento de la mayoría de la población.
Es así que el académico insistió en la pertinencia de la gestión autónoma de las comunidades, toda vez que en la vía campesina hay éxitos a retomar, por ejemplo, en territorio zapatistas se observa un nuevo campesinado acomodado, crece la economía local y campesina, pero se ha dado previa conquista de la tierra.
En Brasil, dijo, hay otra muestra o está el hecho de que en Cuba con un bloqueo general de años se abre la autonomía nacional mediante la cual subieron las cosechas y los nuevos ricos son los campesinos.
Rosset aludió a una contradicción fundamental como es el hecho de que el presidente Enrique Peña inauguró la Cruzada Nacional contra el Hambre en Chiapas, en el mero corazón de territorio zapatista. No obstante, insistió en que cuando se conquistan espacios relativamente autónomos habrá cambios y políticas públicas menos nefastas.
En su oportunidad, Jan Vander Ploeg, de la Universidad de Wageningen, refirió que en algunas partes del mundo, incluido México, hay mucha movilización de base y algunas comunidades inician transiciones locales, lo cual es el inicio de procesos de movilización social que pueden abarcar logros de justicia social.
Consideró que el movimiento de Inglaterra de comunidades en transición se da en otros países donde se crean procesos de cooperación para el desarrollo comunitario, a fin de ser capaces de en las próximas décadas enfrentar crisis bastante severas.
Ploeg insistió que al entrelazar las relaciones sociales comunitarias se podría reconfigurar la política del poder.
Por su parte, el académico de Estudios del Desarrollo, Raúl Delgado Wise, agregó que actualmente se vive una etapa nueva de reflexión sobre el desarrollo que todavía no se alcanza a comprender, pero se ha renovado el pensamiento crítico a través de algunos movimientos sociales fundamentados en la autonomía.
