Recibo una llamada de mi amigo Ignacio, me informa que Priscila ha sufrido un accidente automovilístico y que ha fallecido, ruego que sea una broma o alguna equivocación, investigo por mi cuenta, me meto al Facebook y le dejo un inbox a mi querida Pryska, le pregunto cómo está y no hay respuesta, más tarde aparece una foto de ella con un moño negro, ya no me queda lugar a dudas, es ella y la promesa que hicimos el 3 de julio para vernos y platicar, se esfuma. Priscila fue mi alumna en la Unidad Académica de Derecho, siempre de franca de sonrisa, emprendedora y amiga leal; trabajamos juntos en varios proyectos como parte de la formación de nuevos investigadores en la UAZ. Emprendimos varias jornadas de protección a los animales y apoyo al semidesierto, contribuyó al acopio de víveres, los llevamos a las comunidades y se involucró decididamente con éstas y otras causas. En su paso por la escuela de Derecho, tuve la oportunidad de conocerla de cerca, platicamos de sus retos personales, de sus éxitos y sus fracasos. A sus 29 años, Pryska tejió el manto de su vida como quiso y como pudo, vivió intensamente y los que tuvimos la fortuna de conocerla, sabemos que ha dejado huella en nuestra vida.
Acudo a darle el último adiós de esta instancia terrenal al panteón de la comunidad El Bordo, Guadalupe, Zac., y mientras todo el proceso fúnebre transcurre, reflexiono en lo efímero que es la vida y en lo poco que la valoramos sobre todo cuando somos jóvenes, cuándo nos creemos invencibles y tatuados en el tiempo y el espacio, también pienso en lo importante que es frecuentar a nuestros amigos y familiares ya que no sabemos cuándo sea la última vez que nos encontremos de frente para decirnos lo mucho que nos queremos o lo importante que ha sido para nosotros, coincidir en estos tiempos tan complejos en los que la muerte está a la vuelta de la esquina aprovechando cualquier instante para imponer su poder, pues no le importa los planes que tengamos, los hijos que debemos guiar o los compromisos que tenemos pendientes en la agenda. Después del servicio religioso en el que no nos permitieron hacer guardias, emprendemos a pie el camino hacia el cementerio y, entre la gente, los cantos de hombres y mujeres, hacen sentir un ambiente de solidaridad para con los dolientes, fue un trayecto muy sentido en el que familiares y amigos, se pierden entre los pobladores de El Bordo; creo que Pryska pudo advertir lo importante que era para muchos de nosotros y, nunca será suficiente insistir en lo indispensable que es disfrutar al máximo esta vida, de no sumirnos en el constante rumiar de nuestros miserables problemas, en lo fundamental que resulta abrazar a nuestros seres queridos, en lo vital que es darle su exacto valor a la amistad y a cuidarla a pesar de todos y todas, porque en esta existencia hay vínculos que son de cristal y después que se rompen, nunca vuelven a hacer lo mismo. Priscila, te vamos a extrañar por tu franqueza y el gusto que mostrabas cuando nos encontrábamos; no quise verte en esa caja en la que por fin se encapsúla tu preciada libertad terrenal, así que siempre tendré en mi memoria la última imagen y silueta de cuando nos vimos por última vez, recordaré el último abrazo confiándo en que habremos de tener nuevos encuentros de otra dimensión, ya que siendo tan inquieta, dudo que la tan sonada paz astral detenga tus impulsos de seguir experimentando, más bien, creo que un día volveremos a peregrinar a lo largo y a lo ancho, las empredadas calles de Real de Catorce y nos saldremos sin pagar nuestras bebidas para volver al día siguiente a cubrir nuestro saldo en aquella taberna.
Pryska, mucho se queda por decir en el enorme silencio de tu muerte; te escribo en honor a la buena amistad que nos unió, a nuestras amplias conversaciones, me trago las lágrimas que no te gustaría ver y prometo honrar tu memoria con mi recuerdo constante. Mi querida Pryska, recuerdo nuestra última conversación en inbox: “Como estas profe??? Hace mucho que no se de ti espero q te encuentres bien t mando mil bendiciones y un gran abrazo!!! Espero que si nos podamos ver pronto! Buena vibra aki andamos”. Pryska, yo también espero verte pronto querida amiga, mientras tanto, seguiré platicando inbox contigo, tal vez un día me contestes. ■
*Representante de Zacatecas ante el Consejo Consultivo Nacional para el Desarrollo Sustentable
