Santiago. Uno de los curas más emblemáticos de los Legionarios de Cristo, fue encontrado culpable por ataques sexuales contra una alumna de un colegio.
El Tercer Tribunal Oral en lo Penal capitalino dio por acreditada una de las dos acusaciones de estos delitos contra niñas que le imputó el Ministerio Público. Se trata del sacerdote John O’Reilly, en el Colegio Cumbres de Las Condes. El cura trabajaba en media docena de escuelas para hijos de millonarios.
En el juicio oral, que se extendió por más de dos meses, los magistrados determinaron que las pruebas presentadas por la Fiscalía lograron comprobar los abusos sexuales, de carácter reiterado, contra la más pequeña de dos hermanas.
O’Reilly arriesga diez 10 años de presidio y la sentencia se dará a conocer el próximo 11 de noviembre a las 16:00 horas, luego de que el tribunal considere posibles atenuantes o agravantes en los delitos cometidos. En la lectura del veredicto, la jueza María Teresa Barrientos señaló que se pudo establecer que siendo capellán del Colegio Cumbres, el sacerdote cometió abusos sexuales contra la menor de las niñas, nacida en el año 2005, de manera reiterada en los años 2010 y 2012.
El la llamaba para supuestamente confesarla en diversos rincones oscuro de este establecimiento educacional, cuyas instalaciones se encuentran en los barrios precordilleranos más elegantes de Santiago. Fue el testimonio de la propia víctima, la prueba de mayor peso para los magistrados.
Sin embargo, en el caso de la hermana mayor, “no fue posible establecer en qué consistió” el abuso, por lo que “no habiéndose acreditado la existencia de un ilícito en particular”, se absolvió por unanimidad al religioso.
El imputado se mantendrá con la medida cautelar de arresto domiciliario nocturno, hasta la lectura de sentencia. El Ministerio Público no solicitó prisión preventiva.
En su relato, la jueza detalló que O’Reilly realizaba manoseos a la menor por debajo de la ropa, en reiteradas ocasiones, los días miércoles y viernes cuando acudía al colegio, en los periodos comprendidos entre marzo a diciembre de 2010 y marzo a junio de 2012.
La misma niña contó al tribunal que su madre la cambió de colegio “por algo malo que le hizo el padre John O’Reilly”. Según su testimonio, el religioso la llevaba a una oficina, cerraba las cortinas y la atosigaba con golosinas para cometer el abuso. La niña reveló esta situación a una trabajadora doméstica de su hogar, quien alertó a la madre, preocupada ya por las excesivas muestras de cercanía del sacerdote con su hija.
La fiscal del caso dijo estar satisfecha con la condena contra el acusado. Lorena Parra aseguró que la decisión de la justicia la deja “muy tranquila, muy satisfecha. Ha sido un trabajo largo, pero es importante porque el tribunal ha escuchado a las niñas y ha establecido una verdad”.
