■ El poeta “es la voz de la tribu”, aquella que ayuda a ver la otra orilla, señala Javier Aranda
Como un llamado de atención a la concurrencia que ayer por la tarde se dio cita en torno a la figura y la obra de Octavio Paz en el auditorio del Museo de Arte Abstracto Manuel Félguerez, el poeta Javier Acosta Escareño propuso a modo de invitación para rendir auténtico homenaje al escritor, el reto que el propio autor de Piedra de sol lanzara a los seres humanos: “no podemos renunciar a la experiencia interior”.
La convocatoria fue secundada en el conversatorio propuesto para hacer ejercicio de memoria acerca del Premio Nobel de Literatura mexicano, por el periodista y escritor Javier Aranda Luna, al precisar que el poeta por esta capacidad, “es la voz de la tribu”, aquella que ayuda a ver la otra orilla y nos acerca también a la experiencia del otro.
El diálogo fue expresado en el contexto del Homenaje a Octavio Paz a cien años de su natalicio. 1914-2014, inscrito en la 14 Feria Nacional del Libro Zacatecas 2014, a iniciativa de la diputada Judit Guerrero y auspiciado por el Instituto Zacatecano de Cultura, mismo que fue ofrecido como lectura de la múltiple lucidez de un hombre calificado como poliédrico y polígrafo, por su labor como ensayista, traductor y estadista, pero sobre todo, en su cualidad de poeta, donde se encontró su más amplia identidad.
Defensor de la democracia y de la libertad, Paz sin embargo, se expuso, definió a la primera como un modo de convivencia pero advirtió que no cambia al hombre, en ese sentido, y siendo poseedor de “un espíritu utopista”, dijo Acosta Escareño, decía que a éste le faltaba ser algo más, un “algo” que encontraba en la poesía, pues es esta la que ofrece la posibilidad de superar el principio de contradicción cultural y social.
La poesía no es solamente literatura sino una conexión con la experiencia humana, una experiencia humana irreductible. En el caso de Octavio Paz esta transita como una meditación entre el tiempo y la vida, agregó el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 2010.
En respuesta, Javier Aranda Luna fundador y colaborador de La Jornada, propuso al amor como la única manera de contrarrestar el tiempo y por eso dijo, los poetas se acercan a ese misterio de la vida después de la vida. Luego cito de Carta de creencia: “Te quiero porque soy mortal y tú lo eres”.
De Octavio Paz también se convocó su necesaria revisión cuando tiene que hablarse de teoría del arte. Su interés en compartir sus hallazgos de otras culturas como la hindú, china y japonesa. La lectura que hizo de la identidad del mexicano, revisando sus herencias culturales.
Javier Aranda expuso la “obra negra” de Paz, es decir, la labor debajo de sus grandes obras ensayísticas y poéticas, que se encuentra en su trabajo como editor de revistas polisémicas, entre las que citó a Plural y Vuelta, en las que incorporó las voces de pensadores de diferentes disciplinas, que luego serían referentes culturales.
Al respecto destacó eso, “sus ganas de compartir los asombros” encontrados en otras culturas, que propició el acercamiento a nuevas generaciones con escritores en otras lenguas.
De misma manera fue expuesta su identificación con el surrealismo al que vio no como un movimiento literario sino como un estado del espíritu en el que encontró como valor su carácter subversivo.
No faltaron las referencias a su renuncia a la embajada de India en 1968, lo que representaba un suicidio económico por la dependencia que tenían entonces los escritores de la burocracia y cómo esto impacto en el imaginario de la juventud para ver en él a un rebelde. Y su postura ante el alzamiento zapatista al que reconoció en sus demandas pero no en sus estrategias.
Se dijo finalmente que Octavio Paz, fue un personaje coherente en su vida y su obra, un poeta que representa dijo Aranda Luna, editor de Vuelta y conductor junto con Paz del programa Vuelta al aire, otra vez, “la voz de la tribu”, misma que en la medida que nos acerquemos a ella, dijo, “encontraremos una vida más rica”.
En el evento las diputadas federales Judit Guerrero y Sonia Rincón, esta última presidenta de la Comisión especial para conmemorar el centenario del natalicio de Octavio Paz, ofrecieron lectura a la importancia del escritor, a la que posteriormente se sumó la voz de Gustavo Salinas Iñiguez, director del Instituto Zacatecano de Cultura
Al finalizar este evento, las legisladoras Judit Guerrero, Magdalena Núñez, Sonia Rincón y Araceli Guerrero, entregaron reconocimientos a Javier Aranda y Javier Acosta y asimismo al rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), el director del IZC, el secretario de Gobierno de Zacatecas y al historiador José Enciso Contreras y post mortem profesor y humanista Benjamín Morquecho.
