“A mala suerte, construye bien tu fuerte”
UNO: El PAN que castiga la promiscuidad, pero no la corrupción.
DOS: Las cuentas chuecas de Mario Caballero
TRES: Javier Valadez: ¿piedra en el zapato tricolor?
COLOFÓN: Sigue el negocio de los premios Tlatoani.
UNO: “Cuelan la mosca y dejan pasar el camello”
Ante la más reciente crisis en el Partido Acción Nacional llama la atención cómo la mojigatería pesa más que la honestidad.
Cómo, si no, se explica que hace meses se acusó al diputado federal Luis Alberto Villarreal de exigir moches a presidentes municipales a cambio de asignaciones de presupuesto y entonces nadie hizo maldita la cosa.
“Es una práctica cotidiana”, parecieron decir con su silencio los azules.
Ahora, en contraste, se difunde un video donde el mismo Villarreal anda quitándole pelusas a prostitutas… y entonces sí lo queman con leña verde de la que usaba la Santa Inquisición.
¿O sea que en el PAN sólo se castigan los pecados y no los abusos de poder?
Pobre país.
DOS: “De que los hay, los hay… El trabajo es dar con ellos”
Vuelve a brotar el escándalo en el Colegio de Bachilleres de Zacatecas, ahora que se “descubrió” el desvío de 40.5 millones de pesos.
Como tal irregularidad estuviera muy escondida.
Malas cuentas dejó el ex director Mario Caballero, de quien se dice que ni siquiera despistó su cambio de vida al acceder a ese cargo educativo y sí en cambio hizo ostentación casi ofensiva para el subsistema.
Vuelve la pregunta de siempre: ¿Qué hace Guillermo Huizar, supuesto azote de la corrupción?
TRES: “Si no tienes fuerza en las piernas, mejor suelta las espuelas”
Sin decir agua va, el conocido Vala, Javier Valadez, impugnó la convocatoria del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para elegir su nueva dirigencia estatal.
Cubetazo de agua fría.
El argumento fue que la dirigencia nacional emitió la convocatoria basándose en el Cofipe que ya “caducó”.
¿Tendrá El Vala el suficiente poder y determinación como para convertirse en un dolor de cabeza para el tricolor?
COLOFÓN: “Santo que no es visto no es venerado”
Siguen en su lucha los vendedores de premios Tlatoani, quienes en los municipios buscan a políticos ególatras para bajarles buena marmaja.
Del erario o no.
Se sabe que en Sombrerete picó el anzuelo la síndica Nancy Aguilera, y el cinismo de los estafadores fue tal que incluso buscaron al tesorero del gobierno de ese municipio, Juan Fraire, para venderle el premio de “Mejor Tesorero del país”.
Lo más curioso es que Fraire lleva apenas un par de meses en su cargo.
Hasta dónde llega la desfachatez.
twitter: @ElRefranero_ljz
