Artemisa. El presidente cubano, Raúl Castro, encabezó este sábado un acto por el 61 aniversario del asalto al Cuartel Moncada, primera acción armada de la revolución liderada por su hermano Fidel, al que asistieron unas 8 mil personas, incluida la cúpula gobernante.
En medio de himnos revolucionarios y banderas rojinegras, Raúl Castro, vestido con su uniforme de general, encabezó la breve conmemoración en Artemisa, 60 kilómetros al suroeste de La Habana, efectuada poco después del amanecer para escapar del ardiente calor del verano (boreal) cubano.
«Aquel 26 de julio no fue un triunfo de las armas, pero fue una victoria de la moral y la dignidad, fue la chispa que encendió nuevamente el motor que nos llevaría cinco años, cinco meses y cinco días después, a alcanzar la verdadera y definitiva independencia de Cuba», dijo en el discurso central el vicepresidente Ramiro Valdés, de 82 años y nacido en Artemisa, que participó en el asalto.
Más de un centenar de rebeldes comandados por Fidel Castro intentaron tomar por las armas el 26 de julio de 1953 el Cuartel Moncada, segunda fortaleza militar de la isla, en Santiago de Cuba, 900 kilómetros al sureste de La Habana, con el fin de derrocar la dictadura de Fulgencio Batista.
La acción fracasó, muchos rebeldes murieron y Fidel y Raúl Castro fueron a prisión, pero el asalto fue el germen de la lucha guerrillera que culminó con la caída de Batista el 1 de enero de 1959.
El gran ausente en la ceremonia de este sábado fue el principal protagonista del asalto, Fidel Castro, quien cumple 88 años el 13 de agosto, y quien acudió por última vez a esta conmemoración en 2006, cinco días antes de entregar el mando a Raúl debido a una grave enfermedad.
En su discurso de unos 15 minutos, en el que no abordó temas contingentes, Valdés llamó a los cubanos a «preservar la unidad por sobre todas las cosas, pues estamos conscientes de que la lucha no ha terminado».
Cuba festejó el aniversario en medio de un proceso de reforma que no ha logrado hacer despegar la economía, días después del espaldarazo de los presidentes de China y Rusia, Xi Jinping y Vladimir Putin, que en sendas visitas a la isla sellaron 39 acuerdos que dan oxígeno a la economía cubana y le permiten reducir su dependencia de Venezuela.
Raúl Castro, de 83 años, no habló en el acto, al que asistieron unas 8 mil personas, incluida toda la cúpula gobernante cubana, realizado ante el «Mausoleo a los Mártires de Artemisa», donde están sepultados los rebeldes de esa provincia agrícola vecina a La Habana.
La conmemoración contrastó con los multitudinarios y prolongados actos que realizaba Fidel Castro (1959-2006), quien pronunciaba cada 26 de julio largos y encendidos discursos ante cientos de miles de cubanos.
