La Habana. Diputados cubanos elaboran un anteproyecto de Ley para la Inversión Extranjera, acorde con las medidas que impulsa el gobierno para actualizar el modelo económico socialista de la isla, informó hoy el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos, José Luis Toledo.
El documento en estudio refuerza «las garantías a los inversionistas», y establece impuestos más flexibles, explicó a la prensa local. La iniciativa determina, además, el carácter prioritario de la inversión extranjera en casi todos los sectores de la economía, sobre todo en aquellos relacionados con la producción.
Considera también «bonificaciones impositivas y excepciones totales en determinadas circunstancias, así como flexibilización en materia aduanal, para potenciar la inversión».
Según el anteproyecto, la ley «permitirá el establecimiento de una carpeta de inversiones, de modo que quienes deseen podrán conocer las áreas de interés para el país».
Esta carpeta llevará también un adelanto en cuanto a la documentación que se requiere para acometer la inversión, de modo que el proceso sea «más ágil».
En diversas ocasiones, los inversionistas se han quejado de los dilatados procesos burocráticos en la mayor de las Antillas. En las reuniones celebradas por provincias, las cuales concluirán el 19 de marzo, los diputados han expresado preocupaciones por «los derechos laborales de los cubanos que trabajarían en esos proyectos, los plazos de vigencia para la inversión y la protección del patrimonio nacional», indicó Toledo.
La nueva legislación, cuyo texto no ha sido publicado, será debatida en un periodo extraordinario de sesiones del órgano legislativo en fecha aún por anunciar.
El presidente cubano Raúl Castro dijo en febrero pasado que el país tiene la «imperiosa necesidad» de atraer la inversión extranjera en interés de «dinamizar el desarrollo económico y social del país». Hasta la fecha, conforme a la ley vigente desde septiembre de 1995, la inversión extranjera sólo es complementaria de la nacional, y el Estado cubano se reserva 51 por ciento de la propiedad en las compañías mixtas.
Cuba comenzó a abrirse a las inversiones extranjeras desde mediados de la década de los 80 del siglo pasado, y en los años 90 impulsó esa opción a partir de la crisis económica generada por el colapso del bloque socialista europeo.
Con la nueva ley, las autoridades cubanas buscan fomentar la participación extranjera en empresas en Cuba.
Hace poco más de un mes Raúl Castro inauguró la Zona Especial de Desarrollo del puerto de Mariel (ZEDM), considerada la más importante obra de desarrollo que se ejecuta en el país con participación financiera de Brasil. El objetivo de la ZEDM es convertirse en un «importante polo de atracción de la inversión extranjera y, al mismo tiempo, en polígonos de experimentación de modernas tecnologías y métodos de gestión empresarial en armonía con la preservación del medio ambiente.
Toledo aseguró que el análisis de la nueva Ley para la Inversión Extranjera se lleva adelante «sin que el país renuncie a su soberanía y al sistema político social escogido, el socialismo». «Esta nueva ley permitirá orientar mejor la inversión extranjera de modo que responda a los mejores intereses del desarrollo nacional, pero no hay concesiones ni retrocesos», agregó.
