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viernes, 26 abril, 2024
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“La primera sacudida a la burguesía rancia de Zacatecas vino de la Iglesia Católica”: Cárdenas

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Por: ALMA RÍOS •

■ Intereses de los latifundistas eran protegidos y las cárceles estaban llenas de campesinos, dice

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“Yo sostengo que la primera sacudida a la burguesía rancia de Zacatecas se la dio la propia Iglesia Católica”, dijo Rogelio Cárdenas Hernández, sobre el proceso que originó una serie de cambios en la sociedad zacatecana en la década de finales de los 60 y principios de los 70, de entre los que surge el Frente Popular de Zacatecas  (FPZ), organización a la que se integraron, destaca, un gran número de seminaristas y algunos sacerdotes que habían abrazado con “mucha enjundia” la Teología de la Liberación.

En el seno de una sociedad conservadora, fundamentalmente católica, los cambios derivados del Concilio Vaticano II que convocara el Papa Juan 23  en 1959 y culminara su similar, Pablo sexto en 1965, impactaron enormemente el ambiente social con sus expresiones de libertad.

Antes de este cónclave recuerda, las misas se daban en latín, y el sacerdote oficiaba de espaldas a la comunidad, de manera que ésta no entendía lo que estaba diciendo. Las mujeres entraban a la iglesia con la cabeza cubierta por un manto y no se permitía que usaran pantalón en su interior.

Tras el  concilio, los sacerdotes pudieron vestir de civil, dejar la sotana, y aun menciona, hubo un obispo, que departía en la avenida Hidalgo junto con los jóvenes en ropa de mezclilla. “Esto fue un choque impresionante”.

“De repente se cambia esa misa (…) empiezan a surgir ejemplos de curas guerrilleros y curas obreros, que predican que hay que defenderse. Y que en esta vida es donde hay que hacer realidad  el paraíso. Donde hay que hacer realidad la igualdad…muchas cosas.  Fue un cambio brutal”.

Lo anterior fue referido a la tesis general de la Teología de la Liberación, una corriente de pensamiento que surgió al interior de la Iglesia católica en Latinoamérica en aquella época y que tuvo como uno de sus iconos a Camilo Torres Restrepo, que se convirtiera en guerrillero participando en el Ejército de Liberación Nacional de Colombia.

Todos estos cambios donde mejor se procesaron dice, fue en la Universidad Autónoma de Zacatecas. A esta “primera sacudida” de amplio impacto social vino a sumarse la que se desarrolló al interior de la Universidad Autónoma de Zacatecas mediante el Simposium de Reforma de 1971.

“Se metió el marxismo como materia de estudio. No tiene la importancia que tiene el otro (hecho) porque la universidad todavía era muy pequeña. Ese despertar de la universidad y ese movimiento de base,  el cambio en la religión, fue en mi opinión lo que propició el  (surgimiento) del Frente, así lo veo yo”, abundó quien fuera uno de los integrantes de esta organización.

Expuso, que al interior de la UAZ se vivía un ambiente sumamente contradictorio. Los estudiantes de las clases baja y media recién integrados a la comunidad universitaria, convivían ahora con los hijos de los terratenientes. Ambos sectores se convertirían posteriormente, amén de la lucha emprendida por el FPZ, en enemigos.

A este ambiente se sumaron justo, «oleadas de jóvenes seminaristas» que estudiaban para el sacerdocio y a la par, se formaban en las preparatorias o las escuelas profesionales de la UAZ. Este fue un semillero de activistas de izquierda, “muchos más de los que se ha reconocido hasta ahora”.

Veremundo Carrillo Trujillo y Lauro Arteaga fueron sacerdotes que abrazaron la Teología de la Liberación, ambos se integraron a  la UAZ, más tarde dejarían el ministerio religioso y aunque no se integraron al Frente Popular de Zacatecas eran reconocidos como elementos progresistas.

Eligio Meza, Ricardo Reyes Mata, Martín Ornelas, Salvador González Leaños y Felipe Cortés, fueron otros jóvenes, estos seminaristas, que se integraron a la universidad y luego al FPZ.

El estado vivía, por otra parte, un fuerte contexto represivo procedente “de lo que ahora llaman Estado de derecho”, señala.

Era más castigado el abigeato que el homicidio. Los intereses de propiedad de los latifundistas ganaderos eran fuertemente protegidos y las cárceles estaban llenas de campesinos pobres por haber robado una vaca o dos para comer, comenta.
Rogelio Cárdenas era en aquel entonces estudiante de Ingeniería Química y fue invitado a sumarse al Frente por Luis Medina Lizalde. Esa era la práctica, entrar por invitación.

Al interior del Frente se discutía “mucho como ahora”, la vía para cambiar la realidad. Se llegó a pensar en la insurrección armada del tipo guevarista pero pronto se analizó que no había condiciones para ello.

En esta situación se repartieron tareas, entre ellas le tocó a Rogelio Cárdenas, siendo secretario de Jesús Pérez Cuevas, recibir a campesinos que solicitaban terrenos de El Tigre, en Villanueva.

El lugar había sido ya señalado para afectarse por la Reforma Agraria, sin embargo, fue comprado sin saber este hecho, por su abuelo. Las tierras solicitadas por los campesinos  fueron repartidas y “hoy son ejido”, señala.

Lo anterior se refiere en sentido del compromiso que implicaba la participación de los jóvenes integrados al FPZ.

Cárdenas Hernández comenta que lo que terminó con la organización no fueron las diferencias ideológicas entre trostkistas, guevaristas, fidelistas, maoístas, etc., sino el que se empezara a ignorar a la juventud que le daba empuje “con su inocencia, su buena voluntad”.

El otro aspecto fue el despertar del Estado, que empezó a intentar detener los avances del Frente “por diferentes vías, primero por la corrupción, después a mediatizar a las gentes”.

En una segunda etapa y tras repartirse las tierras a los campesinos, hubo incapacidad para consolidar la producción colectiva. Un proyecto que se intentó implantar en Zacatecas utilizando como modelos los similares generados en Sinaloa, Sonora y San Luis Potosí.

Para el ex rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas y ex candidato independiente a la alcaldía de la capital del estado, “las cosas que murieron hay que enterrarlas”, dice en referencia al FPZ.

“El Frente Popular de Zacatecas era un espacio de tolerancia de lo diverso, de convergencia en la lucha por un bien común. Lo que existe actualmente, señala, no son frentes, sino organizaciones facciosas”, agregó. 

En este momento no hay condiciones para generar una organización de este tipo, no hay luchas comunes que sumen a la izquierda, dice.

No lo fue el reclamo por el alza al precio del transporte, donde sólo Cárdenas Hernández y seis ciudadanos más interpusieron una demanda por el proceso mediante el cual el gobierno la llevó a cabo, ni el problema del abastecimiento de agua para miles de zacatecanos que denunció durante su campaña, cita como ejemplo.

A los celebrantes del 40 aniversario de fundación del Frente Popular de Zacatecas,  “les diría  que si se quiere comenzar algo nuevo hay que olvidar lo hecho hace 40 años”. Son otras condiciones. “Hay que ir hacia adelante, ponerle mucha buena fe y los que tenemos alguna experiencia, pues a contar la experiencia y a apoyar a los que tengan el empuje, servirles de referencia”.

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