Con el anuncio de un déficit educativo del sistema educativo del estado que alcanza ya la friolera de mil 800 millones de pesos, reapareció en los medios el titular de la Seduzac, tras las movilizaciones en contra de la de la Reforma Educativa, en las que mientras no se den las derogaciones de las leyes en la materia, todo seguirá igual.
El acuerdo al que se llegó con el magisterio movilizado de armonizar las leyes educativas estatal con las nacionales, aún aunque se hagan los foros, no cambiará nada en esencia, pues nunca una norma local estará por encima de los preceptos de alcance general. Previamente al desbloqueo de la Ciudad Administrativa, para no hacerse menos y retomando su papel y como un reclamo de la titularidad de las relaciones laborales, las burocracias de las secciones sindicales del alicaído SNTE ante el peligro de estar siendo rebasados por sus propios seguidores, anunciaron la firma del acuerdo mediante el cual Godezac respetará los derechos y conquistas, incluidos los 90 días de aguinaldo que hasta ahora se han firmado con el magisterio.
Otra cosa muy distinta es los que querían los disidentes, la derogación radical sin tapujos ni rodeos de la aprobada Ley del Servicio Profesional Docente que considera la evaluación como condición para el ingreso al servicio educativo, promoción y permanencia. Lo que sigue sin conseguirse.
Volviendo a las declaraciones del titular de la Seduzac sobre lo que el gobierno de Zacatecas ha gastado las hizo saber en este periódico de La Jornada Zacatecas, publicadas el jueves 14 de noviembre de este año. No precisa si dicha cantidad es el acumulado de los años que lleva de implantado el erróneamente llamado federalismo educativo y que en los hechos no fue sino una desconcentración de recursos y nómina.
Ante el fracaso del experimento echado andar desde 1992 con la firma del Acuerdo Nacional Para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB), Gobierno federal anunció semanas atrás la desaparición del Fondo de Aportaciones para la educación Básica (FAEB) y en su lugar la creación de el FONE (Fondo de aportaciones para la nómina educativa), ya aprobado, con lo que el pago de la nómina de los sueldos de los maestros que antes manejaban los gobiernos de los estados pasa ha ser responsabilidad directa de Gobierno federal. Se centraliza la nómina que estuvo descentralizada a lo largo de 21 años. Incluso la creación del FONE ya fue votado por los legisladores y se prevé su operación a partir de enero de 2015, en tanto se hacen los ajustes del caso. Para entonces se cree que salvo Oaxaca y los demás lunares de la CNTE que se oponen al levantamiento del censo escolar y se salgan con la suya, la SEP y Hacienda ya tendrán el número más o menos preciso de las escuelas y maestros que hay en el país y el presupuesto para el religioso pago de las quincenas de los profesores y trabajadores de la educación. Al aprobarse el acuerdo de la nomina nacional única para el pago de los maestros se llega al fin de la descentralización educativa, pues la mayor parte de os recursos del presupuesto educativo comprende el pago de los salarios. En Zacatecas, el llamado capítulo mil abarca 89 por ciento para el pago de salarios y prestaciones y por el estilo está el resto de las entidades. Los gobiernos locales, sobre todo los endeudados y cuanto mayor es su deuda más grande es su gusto, celebran que la Federación vuelva hacerse cargo de pagar a los docentes, pues se les ha dicho que con la nueva medida se reconocerán sus deudas y déficit, y así verán saneadas y en un descuido hasta equilibradas sus finanzas. Aunque seguramente, muchos no olvidan que mientras han manejado los presupuestos educativos lo han hecho con discreción y les han dado el uso de cajas chicas, jineteando cuando se podía partidas una y ora vez, y sacando utilidad a los montos de programas que se mandaban con el supuesto titulo de ser etiquetados.
Al decir de Marco Vinicio Flores, uno de los hoyos negros que contribuyeron al incremento del déficit es la modalidad de telesecundarias con 200 plazas sin recuperar y que deben impactar en sueldos y prestaciones de sus titulares. La despoblación que lleva al cierre de estas escuelas como resultado de la crisis económica y el movimiento migratorio que genera, repercute mucho en este tipo de escuelas y el problema es dónde ubicar a los maestros que se quedan sin grupos. Otros ya han sido reubicados.
Con el regreso de la nómina magisterial a Gobierno federal, prácticamente el proceso de descentralización queda anulado, el control sobre los maestros se agudizara, todavía más con la aplicación de las nuevas leyes educativas. Si con ello surgen los problemas de retraso y falta de pago como sucedía en los setentas ochentas del siglo pasado en los que se llegaba al extremo de que transcurría hasta un año para que los maestros de nuevo ingreso recibieran sus primeros pagos, estaremos caminando para atrás como los cangrejos. Con una mayor atención a los rezagos y desigualdades, bajo una política más equitativa y corrigiendo los errores bajo severas auditorias en el gasto, pero sobre todo, con la asignación de presupuestos suficientes pudo haberse reencauzado y perfeccionado el federalismo educativo, en su lugar se optó por una política tecnócrata que busca la eficiencia en el manejo del recurso.
Mientras tanto la verdadera Reforma Educativa que descanse en la adopción de nuevos paradigmas de aprendizaje seguirá esperando. ■
